"Dear Werner (Walking on cinema)"
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El argumento: En 1974, Werner Herzog caminó desde Munich a París, un acto de fe para evitar la muerte de su mentora Lotte Eisner. En 2020, un joven cineasta camina siguiendo las huellas de Herzog en un acto de amor hacia uno de los mejores cineastas de nuestro tiempo.
Conviene ver: “Dear Werner (Walking on cinema)” es un viaje muy íntimo y personal que lleva a cabo el director en un peregrinaje cinematográfico, sensorial y de fe hacia la figura de Werner Herzog y toda su influencia como artista. Pablo Maqueda, devoto de su cine al encontrar en la obra del director tantas respuestas como refugio, se permea con los pensamientos, dudas y sensaciones del propio Herzog cuando de manera itinerante llevó a cabo ese viaje a pie y mochila a cuestas sólo con el fin de evitar la muerte de su adorada crítica Lotte Eisner en el frío y duro invierno de 1974. Eisner fue una de las pioneras de la crítica cinematográfica, siendo especialista en el expresionismo alemán y llevó a cabo una gran labor para preservar cintas como “El ángel azul” (1930) y “El gran dictador” (1940) de la devastación de los nazis, llegando a París como una exiliada, tras escapar de un campo de concentración, y haciéndose un nombre en la ciudad rescatando a clásicos como Fritz Lang o Friedrich Wilhelm Murnau, apoyando a nombres como Éric Rohmer y amadrinando a representantes de una nueva generación como la formada por Wim Wenders, Volker Schlöndorff o el propio Herzog.
En la cinta, a lo largo de un prólogo, varios actos y un epílogo dedicado a la productora y pareja del director, se reflexiona caminando en lo que en realidad es un ejemplo de resistencia que se puede hacer análogo al maltrecho sistema de una industria en el que el ánimo y la persistencia es lo que cuenta para salir a flote. Con ese espíritu tan aventurero como revelador se encara este trabajo epistolar que cuenta con la colaboración del propio Herzog que lee las páginas de su libro “Del caminar sobre hielo”. Una carta de amor al poder de la imagen y al sentido de la creación en la que se respira todo lo que supuso ese viaje para un director que se siente en plenitud rodeado de una naturaleza que reflejaría posteriormente en su obra en trabajos como “Aguirre, la cólera de Dios” (1972), “Fitzcarraldo” (1982), “Grizzly man” (2005) o “La cueva de los sueños olvidados” (2010) entre paisajes, montañas, nieve, ríos, cuevas y volcanes. Un recorrido en el que Maqueda y Herzog van de la mano, separados por el tiempo pero con el mismo espíritu, compartiendo experiencias, sensaciones y recuerdos de infancia y juventud mientras la vida de alrededor se abre paso en esa burbuja de introspección como cuando se ve en una tele alemana la investidura como presidente en España de Pedro Sánchez o el estado de la cartelera en un cine alemán proyectándose películas como "Puñales por la espalda".
“Dear Werner (Walking on cinema)” es una manera de acercarse a una figura como la de Werner Herzog confirmando su evidente legado, lo que será especialmente valorado para aquellos interesados en la carrera y obra de un director que abraza el idealismo de sus personajes, las empresas imposibles que acometen y su relación con la naturaleza, algo de lo que hay mucho en una cinta que nace como respuesta y bálsamo frente a los sinsabores de una industria aletargada que maltrata a los proactivos truncando sus oportunidades con retrasos, negativas, problemas de financiación, puertas que se cierran y siempre en la fina línea de que cualquier imprevisto dé al traste con todo. Almas errantes, con ese punto de valentía, esfuerzo y también propósito ilusorio, que son tan necesarios para que el cine siga girando. Un trabajo en el que la cámara respira filosofía e interés en el personaje ahondando por un tono reposado y sabiendo destacar el valor de las pequeñas anécdotas a golpe de foto y de personajes que aparecen en el camino como la posada en la que se alojó Herzog 46 años atrás, la rutina de los trabajos agrarios de la zona, el trabajo como soldador que tuvo en su juventud o la labor de la Cinemateca de París. 775 kilómetros de viaje presentados en 80 minutos que son narrados con ilusión desbordante por Maqueda que se apoya en esa pasión, en la espontaneidad de una cámara precisa en el detalle y en el diseño sonoro y musical de José Venditti.
“Dear Werner (Walking on cinema)” es un bonito homenaje y un trabajo muy de autor, con esa doble voz en off de la narración, que le hace ser un título esquivo y parsimonioso para un público mayoritario, desconocedor de la huella de un director prolífico pero conocido más por sus escasas incursiones en el cine más comercial, pero que sí que es un documental que sabe envolver y transmitir, como si fuera una radiografía fílmica, el valor y el peso de un artista guerrillero y libre partiendo de la anécdota para hacer algo mucho más amplio y que no sólo sea una carta de amor a la figura de Herzog sino, sobre todo, un tributo a aquellos que fracasan y se levantan así como todos esos soñadores que, a pesar de los avatares, siguen firmes en el camino.
Conviene saber: Pablo Maqueda fue el impulsor del proyecto #LittleSecretFilm en 2013 que impulsó en su momento la distribución multiplataforma.
La crítica le da un SEIS