"Criadas y señoras"
No son frecuentes las ocasiones en que una buena película se deriva de un buen libro, este es el caso, entendiendo como bueno que nos conmueva, nos indigne, distribuya un poco de justicia y deje un poso de esperanza. Fórmula más fácil de menospreciar que de combinar, que conduce al best-seller y a la taquilla. Tampoco son muchos los libros con protagonistas femeninos que resultan igualmente atractivos para los lectores masculinos. También es el caso. Lo es porque la autora habla de relaciones humanas y dibuja bien los personajes, en un paisaje reconocible casi de inmediato para cualquier espectador o lector que conozca los problemas que crearon las leyes racistas en los Estados Unidos del siglo pasado, y que derivaron en prejuicios vivos hasta hoy.
Título: “Criadas y señoras”
Autor: Kathryn Stockett
Editorial: Maeva
Nota de la Redacción: Kathryn Stockett es hábil y concreta describiendo el marco social de la ciudad donde transcurre la acción, y carga las tintas sobre la insensibilidad de las señoras lo justo, sin ocultar actitudes despreciables pero comprensibles en una sociedad burguesa centrada permanentemente en “el que dirán”. La novela va cambiando de punto de vista y atención entre sus tres protagonistas principales: Skeeter, Aibileen y Minny.
Skeeter es señora, una chica de veintidós años que regresa a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Mississippi. No es una belleza sureña, tiene inquietudes literarias, pero estamos en 1962 y su madre no tiene mayor preocupación que verla prometida para evitar que se convierta en una solterona.
Aibileen es una criada negra que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras ver morir a su propio hijo ante la indiferencia de sus jefes blancos, se vuelca en la educación de la pequeña niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que todo su esfuerzo y dedicación terminará como siempre, separándose cuando crezca.
Minny, también criada, es la mejor amiga de Aibileen, bajita, gordita y con una lengua poco adecuada para conservar los trabajos que puede desempeñar. Cocina como nadie, pero no puede controlar que su sinceridad y rebelión ante la injusticia le cueste uno y otro empleo. Cuando parece condenada a que nadie la contrate por las mentiras que extiende una de las señoras, aparece una recién llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama y que tiene unas costumbres extrañas.
A pesar de lo distintas que son entre sí, la autora sabe unirlas para llevar a cabo un proyecto clandestino que pondrá en peligro sus vidas y las cambiará para siempre. Los acontecimientos nos llevarán por cocinas, barrios deprimidos, fiestas de club femenino y hogares tradicionales; nos sonarán en ocasiones a documental por su verosimilitud y por el momento histórico en que se producen, nos encontraremos preocupados por el futuro de las protagonistas. Podemos apuntar que “Criadas y señoras” ha sido uno de los libros del año que ha tenido más éxito entre las mujeres a las que se lo hemos recomendado o regalado. Los profesionales de marketing norteamericanos llaman a la recogida de opiniones próximas, poco numerosas pero bien cualificadas, soft-audience, y en este caso ha sido muy buena. Literatura de consumo con calidad.
El comienzo del libro está a cargo de una de las dos criadas protagonistas y nos presenta a varias de las señoras que circularán por sus páginas. Basta para reflejar de inmediato el estilo y el lenguaje.