Conexión Oscar: Las 30 mejores actrices protagonistas ganadoras del Oscar (Del 1 al 10)
Querido primo Teo:
A lo largo de los últimos días hemos repasado a las mejores ganadoras del Oscar en la categoría de mejor actriz principal, puedes ver las clasificadas del 11 al 20 y del 21 al 30. Ahora toca hablar de las diez que ocupan los puestos de honor, volviendo a insistir en la dificultad de elaborar una lista, por las grandes trabajos que se han descartado y por el hecho de establecer un orden. Las que vienen a continuación son actrices muy diferentes que han logrado impactar, conmover e incluso elevarse con sus interpretaciones.
10º Katharine Hepburn por "El león en invierno" (1969)
A diferencia de muchas actrices que reinaron en Hollywood durante la era dorada del cine, Katharine Hepburn logró sobrevivir a los cambios del público y a la evolución natural de la industria, ya que decidió arriesgar para demostrar que podía hacer todo tipo de papeles tanto sobre la escena como en el cine, así llegaron “La reina de África”, “Locuras de verano”, “Larga jornada hacia la noche”, o “Como gustéis” y “El mercader de Venecia” en el teatro. Tras estar una temporada alejada del mundo de la interpretación para cuidar de Spencer Tracy, volvería para rodar junto a su pareja “Adivina quién viene esta noche”, una película que ella despreció ya que Tracy fallecería durante su producción. El film se convirtió en un gran éxito y ella lograría el segundo de sus Oscar, el primero lo ganó en el año 1934 por interpretar a una aspirante a actriz en “Gloria de un día” y había sido nominada por "Sueños de juventud", "Historias de Filadelfia", "La mujer del año", "La reina de África", "Locuras de verano", "El farsante", "De repente el último verano" y "Larga jornada hacia la noche".
Rota por el dolor se tomó el trabajo como válvula de escape y aceptó uno de los numerosos guiones que tenía sobre su mesa, la adaptación cinematográfica de la exitosa obra “El león en invierno” de James Goldman que contaría con la dirección de Anthony Harvey, sobre la disputada sucesión al trono de Enrique II de Inglaterra. Sus circunstancias personales eran perfectas para construir a una Leonor de Aquitania derrotada y marchita después de que su marido, excelentemente interpretado por Peter O’Toole, ordenase encerrarla en una torre, en donde ha permanecido diez años, pero que no pierde la dignidad y su deseo de convertir a su predilecto, Ricardo, interpretado por un debutante Anthony Hopkins, en el heredero al trono. En cada una de sus apariciones la Hepburn actúa como una apisonadora y se convierte en la absoluta dueña de la película.
“El león en invierno” fue un gran éxito de crítica y de público y se alzó con 3 Oscar en las categorías de mejor actriz, guión adaptado y música para John Barry, y optó a otras cuatro estatuillas entre ellas en las categorías de mejor película, dirección y actor principal para Peter O’Toole. La Hepburn tenía 52 años cuando se llevó su tercer Oscar, y lo tuvo que compartir con Barbra Streisand por “Funny girl”, la tercera en discordia era Vanessa Redgrave por “Isadora”. Las otras aspirantes fueron Joanne Woodward (“Raquel, Raquel”) y Patricia Neal (“Una historia de tres extraños”). La Hepburn se mantuvo activo hasta el año 1994, su última intervención cinematográfica la hizo en una nueva versión del clásico “Tú y yo” protagonizada por Warren Beatty y Annette Bening. Ganó su cuarto Oscar en el año 1982 por “En el estanque dorado” y esa marca, ya que todos han sido en la categoría de protagonista, sigue siendo imbatible en la historia de los Oscar, por lo que le convierte en la mejor intérprete de estos galardones.
9º Marion Cotillard por "La vida en rosa" (2008)
De Marion Cotillard se puede decir que tiene algo que le asemeja con Janet Gaynor, tiene la capacidad para dotar de sensibilidad y carga dramática sus trabajos, especialmente cuando rueda en su lengua materna, probablemente su mejor interpretación en inglés la hizo en “El sueño de Ellis” de James Gray, y tiene un rostro tan expresivo con el que es capaz de desarmar a los espectadores. Esas cualidades le convertían en la actriz idónea para representar la trágica vida de la leyenda de la canción Edith Piaf en “La vida en rosa”, aunque la decisión del director Olivier Dahan fue cuestionada por los distribuidores que consideraban que no era lo suficientemente actriz para el papel, aunque ya hacía tiempo que se había ganado el respeto de la crítica en Francia.
Tras una intensa preparación la Cotillard desarmó a los que habían dudado. Su interpretación era tan realista y tan conmovedora que no daba la impresión de que estuviésemos ante una actriz capaz de realizar una composición milimétrica, fruto de la técnica, sino que estábamos ante alguien literalmente poseída por el espíritu de Edith Piaf.
“La vida en rosa” fue un gran éxito y no solamente en Francia, en los Estados Unidos es la tercera película en lengua no inglesa con mejor recaudación. Optó a 3 Oscar logrando los de mejor actriz y maquillaje. A sus 32 años consiguió la estatuilla cuando la gran favorita era Julie Christie por “Lejos de ella”, que se lo había llevado casi todo durante aquella temporada de premios. Las otras aspirantes eran Ellen Page (“Juno”), Laura Linney (“La familia Savages”) y Cate Blanchett (“Elizabeth: La edad de oro”). El Oscar supuso el lanzamiento al estrellato internacional de Marion Cotillard y durante estos años ha combinado sabiamente los trabajos dentro y fuera de Francia. En el 2015 volvió a ser nominada en la categoría de mejor actriz, y habría sido una justísima vencedora por una nueva interpretación en francés, la realizada en “Dos días, una noche”, en donde de nuevo llegamos a ver algo asombroso, a una mujer rota en lugar de una actriz que buscaba lucirse. Y se quedó a las puertas de la nominación por "Nine" y "De óxido y hueso".
8º Jodie Foster por "El silencio de los corderos" (1992)
Es uno de los ejemplos de estrellas infantiles que logran hacer la transición perfecta a la etapa adulta, probablemente sin la existencia de la prostituta infantil de “Taxi Driver” por la que recibió su primera candidatura al Oscar a la edad de 14 años no lo habría tenido tan fácil. Ya contaba con su primera estatuilla a la mejor actriz, por interpretar a la víctima de una violación múltiple en “Acusados”, cuando fue elegida para dar vida a la aspirante a agente del FBI Clarice Starling en “El silencio de los corderos” de Jonathan Demme, la adaptación de la novela de Thomas Harris perteneciente a la serie literaria protagonizada por el caníbal Hannibal Lecter, a pesar de la reticencia inicial de su director ya que tenía en mente a Michelle Pfeiffer.
Foster hizo un trabajo monumental para no ser engullida por un Anthony Hopkins en la piel del personaje que ha marcado su carrera y que, de manera meritoria, se ha convertido en uno de los más icónicos de la Historia del cine más reciente. La actriz está realmente asombrosa cuando le realiza una confesión personal a Lecter o cuando está muerta de miedo en el momento en el que va a atrapar al asesino en serie que persigue. “El silencio de los corderos” se convirtió en un éxito inesperado y en una de las triunfadoras más atípicas de la Historia de los Oscar, no era un film concebido para ganar premios pero accedió a ellos al ser un acontecimiento cinematográfico y con su victoria se dignifica un poco más la marca Oscar.
“El silencio de los corderos” se alzó con las cinco principales estatuillas, mejor película, dirección, actor y actriz, y se quedaron fuera el sonido y el montaje. Jodie Foster tenía 29 años cuando se hizo con su segundo Oscar, frente a dos rivales como Susan Sarandon y Geena Davis por “Thelma & Louise”, es imposible separar esos trabajos. Las otras candidatas eran Bette Midler (“Ayer, hoy y siempre”) y Laura Dern (“El precio de la ambición”). Jodie Foster volvió a ser candidata al Oscar por “Nell” y lamentablemente su carrera posterior no ha estado a la altura de su talento. Salvo “Contact”, “La habitación del pánico”, “Plan oculto” o “Un dios salvaje” el resto de su filmografía ha sido de lo más olvidable.
7º Faye Dunaway por "Network, un mundo implacable" (1977)
Era una de las principales estrellas femeninas en la década de los 70, que fue la época en la que Hollywood era un manicomio dominado por los locos. Ya había sido candidata al Oscar por “Bonnie y Clyde”, que fue el film que le lanzó al estrellato, y por “Chinatown”. Tras un parón, llegó a rechazar trabajar con Alfred Hitchcock en “La trama”, se enamoró del guión de “Network, un mundo implacable” y del personaje de Diana Christensen, la despiadada productora de televisión capaz de hacer cualquier cosa con tal de subir la audiencia de la cadena para la que trabaja, como sacar provecho de la historia del presentador de la edición nocturna de los informativos que tras ser despedido anunciará que se suicidará en alguna de las ediciones que le quedan, vamos que lo de que le quedan tres telediarios era bastante literal, pero su marido y un amigo guionista le convencieron de que los espectadores iban a pensar que ella era tan hija de puta como su personaje. Tuvieron que entrar en escena su agente y Sidney Lumet para hacerle entrar en razón diciéndole que no iba a encontrar algo así en años, y afortunadamente Dunaway accedió. La actriz está realmente fascinante en la piel de esa mujer tan amoral capaz de organizar el acto más despreciable para cubrirse de éxito. Lo que contaba Paddy Chayefsky en su guión es tan vigente que “Network, un mundo implacable” es aún más escalofriante vista con los ojos de hoy.
El film fue un éxito de público y la crítica la consideró una película escandalosa y cruelmente divertida. Consiguió 4 Oscar, mejor guión y los tres interpretativos para Peter Finch, que falleció dos meses antes de la ceremonia de un ataque al corazón tras una intensa campaña promocional para conseguir la nominación, Faye Dunaway y Beatrice Straight. Y tenía otras seis candidaturas, entre ellas las de mejor película, dirección, actor para William Holden y actor de reparto para Ned Beatty.
La Dunaway tenía 36 años cuando se alzó con la estatuilla teniendo a Liv Ullmann como principal rival. Las otras nominadas eran Talia Shire (“Rocky”), Sissy Spacek (“Carrie”) y Marie-Christine Barrault (“Cousin cousine”). Tras ganar el Oscar, la carrera de Faye Dunaway no volvió a gozar del esplendor, aunque tuvo algún éxito con “Campeón”. Quiso tener su “Hollywood me debe el segundo” con el biopic de Joan Crawford,“Queridísima mamá”, que en lugar de reactivar su carrera le hundió definitivamente, desgraciadamente.
6º Natalie Portman por "Cisne negro" (2011)
Fue en el año 2000, después del estreno de “Requiem por un sueño” cuando Natalie Portman y el director Darren Aronofsky se plantearon la posibilidad de rodar un proyecto juntos ambientado en el mundo del ballet. En ese momento la actriz, de 19 años, buscaba papeles que le permitiesen demostrar que había llegado a la edad adulta, cuatro años después estrenaría “Closer” por el que fue nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto.
“Cisne negro” tuvo un proceso de producción que se alargó durante varios años y llegó a la gran pantalla una década después de las primeras conversaciones entre el director y la actriz. La protagonista del film, Nina Sayers, ha sido elegida para encabezar una nueva producción de “El lago de los cisnes”, ella es perfecta para encarnar al inocente y frágil cisne blanco, pero no lo es para representar la oscuridad y la sensualidad del cisne negro, algo que sí puede hacer la nueva bailarina de la compañía, interpretada por Mila Kunis que no se verá en otra igual. La presión a la que se verá sometida Nina para conseguir el objetivo hará que pierda la noción de la realidad y su vida se convertirá en una pesadilla.
“Cisne negro” fue un desafío físico y emocional para Natalie Portman que realizó una homérica interpretación, una de las mejores de esta década. Su trabajo contribuyó a que “Cisne negro”, que no era un film para todos los públicos, se convirtiese en un gran éxito de crítica y de taquilla. A pesar de no ser nada convencional estuvo en el radar de los premios más allá de la interpretación de Portman, cuyo Oscar estaba cantadísimo desde el inicio y aun así su campaña promocional ha sido una de las más costosas de los últimos años. Fue nominada a 5 Oscar, entre ellos los de mejor película y dirección. Tenía 29 años cuando logró el Oscar y su principal rival era Annette Bening por “Los chicos están bien”, pero las otras aspirantes tampoco se quedaban atrás, Michelle Williams (“Blue Valentine”), Nicole Kidman (“Los secretos del corazón”) y Jennifer Lawrence (“Winter’s bone”). Natalie Portman no ha tenido suerte con su carrera posterior, ser la chica de “Thor” sabe a muy poco y “La venganza de Jane” ha sido un desastre.
5º Elizabeth Taylor por "¿Quién teme a Virginia Woolf?" (1967)
La Taylor fue el mejor ejemplo de actriz infantil que logró tener una gran carrera cinematográfica una vez alcanzada la etapa adulta. Se convirtió en la estrella definitiva del Hollywood de la década de los 50 a raíz del éxito cosechado con “Gigante” en el año 1956, que le dejó fuera de la candidatura a la mejor actriz, algo que sí conseguiría con “El árbol de la vida”, “La gata sobre el tejado de zinc” y “De repente el último verano”. Y se llevó su primer Oscar en el año 1961 por interpretar a una prostituta en “Una mujer marcada”, una película que ella despreció porque fue una imposición de la MGM, aunque como bien le dijo Billy Wilder a Shirley MacLaine, que era la que realmente se merecía el premio por “El apartamento”, poco se podía hacer contra una traqueotomía, ya que a la Taylor se le tuvo que realizar esa intervención al enfermar durante el rodaje de la mastodóntica “Cleopatra”.
Fue precisamente en este momento cuando inició una tormentosa relación con el actor Richard Burton. El director Mike Nichols lo tuvo claro al pensar en la pareja para protagonizar la adaptación cinematográfica de la obra de teatro de Edward Albee “¿Quién teme a Virginia Woolf?”, aunque la actriz decidió engordar para ajustarse mejor al papel de una mujer de cincuenta y tantos que está totalmente abandonada físicamente. Ambos eran perfectos para representar a un matrimonio a la deriva que juegan a destrozarse emocionalmente ignorando el peligro al que se exponen. Los dos actores estaban acompañados por George Segal y Sandy Dennis, que interpretan a una pareja mucho más joven que en un primer momento se queda abochornada por el espectáculo ofrecido por George y Martha pero que después formará parte de él.
El resultado de “¿Quién teme a Virginia Woolf?” es abrumador y tenemos la sensación de que es un reflejo de la tortuosa relación entre Liz y Dick, marcada por el temperamento de ambos, los excesos y sus demonios personales. Si con “La gata sobre el tejado de zinc” le demostró a la crítica lo gran intérprete que era, con el film de Mike Nichols iba muchísimo más allá. La Taylor bordaba el papel de una mujer alcohólica, vulnerable, frustrada, vulgar, que humilla constantemente a su marido y que está harta de que le trate como si fuese un monstruo, y era difícil ya que el personaje es tan extremo que era muy fácil pasarse y caer en el ridículo y la actriz no lo hace en ningún momento. La película tuvo un gran funcionamiento a nivel de crítica y de público y ganó 5 Oscar, para sus dos actrices (Taylor y Sandy Dennis), fotografía, dirección artística y vestuario. Y optó a otras ocho estatuillas entre ellas las de mejor película, dirección, actor (Richard Burton), actor de reparto (George Segal) y guión adaptado. La gran rival en la categoría de mejor actriz era Anouk Aimée por “Un hombre y una mujer” y las otras nominadas fueron Vanessa Redgrave (“Morgan, un caso clínico”), Lynn Redgrave (“La soltera retozona”) e Ida Kaminska (“La tienda en la calle Mayor”). Con 35 años la Taylor estaba en la cúspide de su carrera, ya había ganado 2 Oscars y era la mujer más famosa del planeta pero unas malas decisiones profesionales, un declive físico que ya comenzaba a notarse y la sobreexposición de su relación con Richard Burton le hicieron perder el favor del público. Su carrera se mantuvo activa hasta la llegada del siglo XXI y los últimos años de su vida se dedicó completamente a la filantropía.
4º Bette Davis por "Jezabel" (1939)
La Davis era la gran favorita para interpretar a Scarlett O’Hara en “Lo que el viento se llevó” para todos menos para David O. Selznick, que ni siquiera se lo había planteado. Para compensarle la Warner le puso en bandeja a Julie Marsden, la protagonista de “Jezabel”. Era la adaptación cinematográfica de la obra de teatro de Owen Davis que en el año 1933 protagonizó Miriam Hopkins, la otra némesis de Bette. El proyecto era perfecto para la actriz que en aquel momento tenía 29 años, y que había alcanzado el estrellato en 1934 al meterse en la piel de la malvada Mildred Rogers que llevó por la calle de la amargura al pobre Philip Carey (Leslie Howard) en “Cautivo del deseo” y que provocó que la Academia le nominase de manera extraoficial después del escándalo causado por su omisión en las candidaturas, Michael Fassbender no puede presumir de lo mismo por “Shame”. Al año siguiente se enmendó el error concediéndole la estatuilla por “Peligrosa”.
En “Jezabel” la Davis se ajustó como un guante a esa joven sureña, arrogante y caprichosa que pierde al hombre que ama (Henry Fonda) con sus actos, la muchacha se empeña en ir al Gran Baile de Debutantes con un impresionante vestido rojo saltándose el tradicional blanco que representaba la pureza de las jóvenes casaderas, y es tomada como una ramera por todos. La actriz hace una demostración de todo lo que era capaz y está arrolladora. “Jezabel” supuso su primer encuentro con el director William Wyler, con quien tuvo un romance durante el rodaje y que pudo terminar en boda de no ser por la cabezonería de Bette que, tras una pequeña riña, se negó a abrir una carta en donde el director le pedía matrimonio y si no accedía se largaría con otra, y cuando ella leyó la carta una semana más tarde él ya se estaba casando con la actriz Margaret Tallichet con la que estuvo hasta el fin de sus días. ¡Los mensajes no se pueden ignorar!. Curiosamente su siguiente película juntos sería “La carta” y su última colaboración fue “La loba”.
“Jezabel” fue un éxito, aunque a algunos críticos la redención final de la protagonista les resultó chirriante. Consiguió 5 nominaciones al Oscar materializando dos, la de la Davis y la de mejor actriz de reparto para Fay Bainter, fantástica en la piel de la tía de la protagonista. Davis ganó su segundo Oscar teniendo en frente a Wendy Hiller como principal rival por su interpretación en “Pigmalión”. Las otras aspirantes fueron Margaret Sullavan (“Tres camaradas”), Norma Shearer (“María Antonieta”) y Fay Bainter (“White banners”). La actriz lograría otras ocho nominaciones por “Amarga victoria”, “La carta”, “La loba”, “La extraña pasajera”, “El señor Skeffington”, “Eva al desnudo”, “La estrella” y “¿Qué fue de Baby Jane?”. Es realmente ridículo que solamente ganase 2 Oscar y que no lo consiguiese por “La loba”, por citar solamente una.
3º Olivia de Havilland por "La heredera" (1950)
Olivia de Havilland vio a Wendy Hiller interpretar “La heredera” en Broadway en el año 1947 y dijo “Hollywood me debe el segundo”, meses antes había ganado el primero por “Vida íntima de Julia Norris” y había sido candidata por “Lo que el viento se llevó” y “Si no amaneciera” en donde fue su hermana, Joan Fontaine, la que se llevó la estatuilla por “Sospecha”, y un año después lo sería por “Nido de víboras”. La actriz convenció a la Paramount para que se hiciesen con los derechos cinematográficos de la obra escrita por Ruth y Augustus Goetz basada a su vez en “Washington Square” de Henry James, que se encargaron del guión, y al director William Wyler para que lo dirigiese.
La historia, que está basada en un hecho real, es la de Catherine Sloper, una mujer poco agraciada y bastante ingenua, única heredera de su padre que es bastante duro con ella porque la muchacha no da más de sí y no se parece en absoluto a su difunta esposa. Un buen día Catherine conocerá a Morris, un apuesto joven que comenzará a cortejarle, encarnado por un irresistible Montgomery Clift, pero su padre creerá que es un cazafortunas. Olivia de Havilland realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera al meterse en la piel de esta mujer con pocas luces que cae rendida ante un hombre que le decepcionará y que dará pie a un final poderosísimo, en donde la actriz está especialmente electrizante.
“La heredera” fue un éxito de crítica pero no fue especialmente bien en la taquilla. Fue nominada a 8 Oscar, entre ellos los de mejor película, dirección y actor de reparto para un espléndido Ralph Richardson, que también interpretó al padre de Catherine en el montaje teatral de Londres, y se llevó cuatro en las categorías de mejor actriz, mejor música, vestuario y dirección artística. Olivia de Havilland tenía 33 años cuando se alzó con su segundo Oscar, y su única rival fue Deborah Kerr, por “Edward, mi hijo”. Las otras aspirantes eran Sor Atila, digo Loretta Young (“Hablan las campanas”), Susan Hayward (“Mi corazón loco”) y Jeanne Crain (“Pinky”). Fue la última nominación para Olivia de Havilland, pudo haberlo sido por “Mi prima Raquel”, y su carrera estuvo en activo hasta la década de los 80, y también participó en “Vacaciones en el mar” que como te puedes imaginar era el cementerio de elefantes de Hollywood.
2º Vivien Leigh por "Lo que el viento se llevó" (1940)
Ha costado desprenderse de su desgarradora Blanche DuBois en “Un tranvía llamado Deseo” pero lo que es imperdonable es no recordar el Oscar de Vivien Leigh por “Lo que el viento se llevó”. Era una auténtica locura que una actriz británica, absolutamente desconocida, fuese la elegida por David O. Selznick para interpretar a Scarlett O’Hara, la protagonista de la afamada novela homónima escrita por Margaret Mitchell, que se convirtió en todo un fenómeno de ventas cuando se publicó en el año 1936 y que le proporcionó a la autora el Pulitzer. Iba a ser George Cukor el encargado de la dirección pero fue despedido del proyecto por las presiones realizadas por Clark Gable, y le sustituyó Victor Fleming que no le facilitó demasiado las cosas a la actriz, que estaba muy preocupada en resultar creíble como una caprichosa niña sureña y no soportaba la idea de estar separada de su pareja, Laurence Olivier.
Cuando se estrenó la película, en Diciembre de 1939, la crítica y el público encumbraron la interpretación de Leigh, llegándose a considerar que Scarlett O’Hara sería inconcebible en la piel de otra actriz, y hay que tener en cuenta lo disputado que fue ese papel. Han pasado más de 75 años desde su estreno y la protagonista de “Lo que el viento se llevó” sigue siendo el personaje femenino más emblemático de la Historia del Cine, es poliédrico, y no es positivo. Scarlett es egoísta y desprecia al género femenino, solamente quiso a su madre, y aun así despierta las simpatías del público. Si en el año 1936, que fue cuando David O. Selznick puso en marcha el proyecto al comprar los derechos cinematográficos de la novela, hubo tortas para hacerse con el papel, en la actualidad cualquier actriz mataría por tener entre sus manos la oportunidad de interpretar un personaje la mitad de rico. Y gran parte del éxito se debe a Vivien Leigh, que aprovecha con creces el regalo ofrecido y realiza una exhibición y, tal y como dijo la crítica y el público en su momento, es imposible imaginar a otra actriz en la piel de Scarlett O’Hara, ¿alguien se acuerda de lo que hizo Joanne Whalley en la continuación rodada para la pequeña pantalla durante la década de los noventa?.
Vivien Leigh tenía 27 años cuando fue encumbrada por “Lo que el viento se llevó”, que se convirtió en la película más taquillera de la Historia. El film se alzó con 8 Oscar, entre ellos los de mejor película, dirección, guión adaptado, mejor actriz y mejor actriz de reparto para Hattie McDaniel, además lograría otros dos galardones especiales por su contribución técnica. La cosecha de 1939 fue extraordinaria, por algo lo consideran el mejor año de la Historia del Cine, seguido de 1927, y eso se notó en la edición de los Oscar. Además de “Lo que el viento se llevó” optaban “Tú y yo”, “La diligencia”, “Ninotchka”, “Caballero sin espada”, El mago de Oz” o “Adiós Mr. Chips”, y ahora damos gracias cuando nos encontramos con más de tres competidoras que realmente nos satisfagan. Y aunque cuesta imaginar que Leigh tuviese alguna rival, en realidad sí que las tenía. Se enfrentó a Bette Davis (“Amarga victoria”), Irene Dunne (“Tú y yo”), Greta Garbo (“Ninotchka”) y Greer Garson (“Adiós, Mr. Chips”). Dunne, Davis e incluso la Garbo podrían haber tenido opciones en otros años. Vivien Leigh detestaba la fama y, tras ganar el Oscar y estrenarse “El puente de Waterloo”, su carrera se desarrollaría principalmente en Inglaterra y especialmente sobre los escenarios, y Vivien estuvo marcada por la tuberculosis y por su salud mental. En el año 1952 ganaría su segundo Oscar por la adaptación cinematográfica de “Un tranvía llamado Deseo” que llevó a cabo Elia Kazan. El director quería contar con Jessica Tandy, que la protagonizó en Broadway, pero el productor quiso que fuese Vivien Leigh, que la representó en Londres bajo la batuta de Laurence Olivier, y finalmente fue la encargada de interpretar a Blanche DuBois. Este nuevo premio de la Academia también fue incontestable a pesar de que se enfrentaba a Katharine Hepburn por “La reina de África” y a Shelley Winters por “Un lugar en el sol”.
1º Meryl Streep por "La decisión de Sophie" (1983)
La Streep ya estaba en boca de todos por su incuestionable talento, ya tenía un Emmy por la miniserie “Holocausto”, un Oscar a la mejor actriz de reparto por “Kramer contra Kramer” y contaba con dos nominaciones por “El cazador” y “La mujer del teniente francés”. La actriz se empeñó en protagonizar la adaptación cinematográfica de”La decisión de Sophie”, la novela escrita por William Styron (que concibió el personaje de Sophie pensando en la actriz Ursula Andress) que no cesó hasta que el director Alan J. Pakula le hizo caso, incluso le montó una escena, su primera opción era Liv Ullmann.
“La decisión de Sophie” es la historia de un joven aspirante a escritor (¡Bizcochito!, digo Peter MacNicol) que vive en una casa de huéspedes de Brooklyn y se hará amigo de Nathan (Kevin Kline) y Sophie, una pareja que mantiene una relación bastante tormentosa debido a la esquizofrenia paranoide de él que le hace tener ataques de celos y brotes de violencia, y al tormentoso pasado de Sophie, una inmigrante polaca que ha sobrevivido al Holocausto, algo que también obsesiona a su novio que es judío. La mujer le contará su historia al escritor descubriéndole un hecho aterrador y es que tuvo dos hijos y se vio obligada a escoger cuál de los dos se libraba de la muerte en la cámara de gas. “La decisión de Sophie” fue un éxito en todos los sentidos y logró 5 nominaciones al Oscar ganando solamente el de mejor actriz. La Streep tenía 31 años cuando se alzó con su segundo Oscar. Su principal rival era Jessica Lange por “Frances”, que se tuvo que contentar con la estatuilla a la mejor actriz de reparto por un trabajo bastante inferior en “Tootsie”. Las otras aspirantes eran Sissy Spacek (“Desaparecido”), Julie Andrews (“¿Victor o Victoria?”) y Debra Winger (“Oficial y caballero”).
¿Por qué le sitúo a la cabeza del ranking? Porque Meryl Streep es lo que es gracias a su trabajo en “La decisión de Sophie”, la mejor intérprete surgida a finales del siglo XX, y también la pesada que es superlativa en todo, es lo que tiene ser una actriz tan extraordinaria. En este film consigue que lo difícil de su composición tanto a nivel físico como emocional, en donde además se esfuerza con el acento polaco y tiene varias escenas rodadas en alemán, resulte fácil, y es que la Streep nunca ha sido tan natural como en esta película. Katharine Hepburn le detestaba por ser demasiado impostada, y no deja de conmoverte en ningún momento, ni cuando cree que ha encontrado la salvación en los brazos de Nathan, y tenga la opción de comenzar una nueva vida aunque él no sea ni de lejos lo mejor para ella, ni evidentemente cuando se abre en canal y le cuenta su dolorosa historia a Stingo. Y es que hasta los que detestan a Meryl Streep, por ser la pesada fija en los Oscar, respetan esta interpretación. Tras “La decisión de Sophie” ha sido nominada por “Silkwood”, “Memorias de África”, “Tallo de hierro”, “Un grito en la oscuridad”, “Postales desde el filo”, “Los puentes de Madison”, “Cosas que importan”, “Música del corazón”, “Adaptation (El ladrón de orquídeas)”, “El diablo viste de Prada”, “La duda”, “Julie y Julia”, “Agosto”, “Into the woods” y en el 2012 se llevó por fin su tercer Oscar por interpretar a Margaret Thatcher en “La dama de hierro”, curiosamente no fue candidata por uno de sus mejores trabajos en los últimos años “El mensajero del miedo”. Fue la reina absoluta durante la década de los 80, estaba en los mejores proyectos para una actriz y era capaz de elevar con su talento las películas en las que participaba, y hoy a sus 66 sigue siendo una privilegiada ya que es la excepción a la tiranía de Hollywood con las actrices que superan la barrera de los 50 años. El próximo año puede conseguir su vigésima candidatura por protagonizar “Florence Foster Jenkins” de Stephen Frears, el biopic de la peor soprano de la Historia.
Mary Carmen Rodríguez
Seré bicho raro, pero la señora Meryl es una grandísima actriz, sí, aunque a mi juicio algo dimensionada por el tema de las nominaciones. Creo que hay unas cuantas actrices de su generación que pueden igualarla en talento y calidad interpretativa.
En este blog odian a julianne Moore
Meryl Streep absolutamente de acuerdo en que este en el primer puesto aunque vivían su personaje en lo que el viento se llevo es mítico pero hace mejor interpretación en un tranvía llamado deseo
¿Odiamos a Julianne Moore? En absoluto.
Un ranking muy bueno acertado creo que muchos sabemos que Meryl Strepp no solo es fue y será una gran estrella del cine, e incluso es poco decir que tras 19 nominaciones solo tenga tres Oscar cuando podía tener cuatro cinco o seis por películas como Los puentes de Madison, Adaptation, La duda, Memorias de África Tallo de hierro y un grito en la oscuridad, interpretaciones que fácilmente viesen sido galardonadas con el Oscar. (Su cuarto Oscar llegara pronto y puede que sea este año)
con respecto, Jorge, Julianne Moore no tiene hueco en las treinta mejores por Siempre Alice, es mas fácil ver a Moore en este selecto grupo por actuaciones en la que fue nominada como Far from Heaven que por Siempre Alice. (Me gustaría que realizaran artículos con los Silver Academy Awards for Best interprétations)
Aunque se lo merece pensé que no la iban a tener en cuenta a Natalie Portman así que super guay.
Marion Cotillord merecidisimo ese noveno lugar, por ultimo echo de menos a Meryl Streep en Iron Lady, Charlize Theron por Monster, Holly Hunter The Piano (Aunque se que Mary Carmen no es fan de The Piano), Jodie Foster por The Accused (Aunque es normal que escojan la mejor de las actuaciones de una multi ganadoras de un oscar) y Sally Field por Norma Rae.
EXELENTE!!!!
"La dama de hierro" es un truño de narices. La típica película que todo el mundo obviaría en los oscar salvo que la protagonice una señora llamada Meryl Streep (espero que se pille mi ironía).
Creo que no habéis puesto a Halle Berry, pero su interpretación es una de las ganadoras más flojas que conozco; está mejor en "Cosas que perdimos en el fuego", por la que pudo haber sido nominada.
No creo que odien a Julianne Moore, a mi parecer, simplemente la interpretación por la cual finalmente se decidieron a darle el Oscar no está a la altura de otras por las cuales no ganó o ni siquiera fue nominada (Mapa a las estrellas, un ejemplo)
Gran articulo. Se agradece. Opino, al igual que la autora del articulo, que Meryl Streep en "La decision de Sophie" es la mejor interpretacion femenina de los Oscar. Pero yo voy un poco mas alla: es la mejor interpretacion que he podido ver en cine. La construccion fisica y emocional del personaje es realmente increible.
Por otro lado, se que el ranking era solo de ganadoras del Oscar y no de nominadas, pero tengo que decir que hubo "simples nominadas" que merecen mas estar dentro del ranking que las "ganadoras".
Si al igual que Ale me gustaría mucho que se hiciese después de las 30 mejores interpretaciones a mejor actor, la de nominados que merecian el Oscar por año.
Me Encantaria leeros y con ello tienes mucho por leer porque estamos a pocos meses de la siguiente temporada de premios.
Cuestión de apreciación, cada quien puede hacer su lista a su antojo, nada es absoluto, todo es relativo.
Si yo hiciera mi lista, para empezar de loco pongo a Julia Roberts o a Helen Hunt y me paso por alto a Charlize Theron o por ejemplo, hubiera colocado la interpretación de Hilary Swank por Boys Don't Cry en lugar de Million Dollar Baby.
¿Y dónde quedan las actuaciones de las veteranas Ellen Burstyn o Sissy Spacek?
Respecto a mejor actriz ¿Streep o Hepburn? nos vamos por la que mayor nominaciones ha tenido (decisión subjetiva) o por la que más Oscares cosechó como actriz protagónica (igual subjetiva)
Vuelvo a repetir “nada es absoluto, todo es relativo”
Y olvidé mencionar también a Maggie Smith 🙂