Conexión Oscar: Las 30 mejores actrices de reparto ganadoras del Oscar (Del 1 al 10)
Querido primo Teo:
Llega el momento de la verdad. El de conocer el top 10 de mejores ganadoras del Oscar a la mejor actriz de reparto, una lista que pretende ser tan incuestionable como debatible en función de los gustos y preferencias de cada uno y dentro de la premisa, que siempre tienen los premios, de que es cuestionable entre cinco interpretaciones valorar en función de cierta objetividad mostrar a un ganador. En todo caso, pocos podrán decir que las siguientes actrices supieron sacar el mejor partido posible a sus intervenciones; entre las robaescenas y los personajes de peso con casi rol coprotagonista. Puedes repasar también los nombres que listamos del 11 al 20 y del 21 al 30.
10º Mary Astor por "La gran mentira" (1942)
Conviene reivindicar a la figura de Mary Astor. Nunca formó parte de la liga de las grandes estrellas, pero sí que demostró con creces su eficacia asumiendo todo tipo de papeles, desde una mater amantísima hasta una femme fatale. Comenzó su carrera en el cine mudo y estuvo a punto de no sobrevivir a la llegada del cine sonoro, porque su voz fue considerada demasiado profunda, pero con su tesón y entrenando logró hacerlo. Curiosamente su carrera no se vio alterada cuando se vio afectada por el escándalo durante su disputada separación de su segundo marido y, a través de él, se filtró el diario de la actriz en donde, al más puro estilo Anaïs Nin, relataba sus encuentros sexuales con un dramaturgo llamado George Kaufman que resultaba ser un empotrador pata negra. Su interpretación más icónica la realizó al meterse en la piel de Brigid O'Shaunessy, una mujer en apariencia vulnerable y que resultó ser una arpía, en “El halcón maltés” de John Huston que se estrenó en 1941. Curiosamente ese año llegaría “La gran mentira” de Edmund Goulding que adaptaba la novela de Polan Banks. Un melodrama en donde Astor daba vida a Sandra Kovak, una pianista que cree estar casada con Peter (George Brent), un aviador, pero se descubre que el matrimonio no es legal porque ella aún no se había divorciado de su anterior marido. Él se larga y se casa con Maggie (Bette Davis) y Sandra se enterará de que está embarazada e intentará utilizar ese argumento para recuperar a su marido, pero él ha desaparecido tras accidentarse el avión en el que viajaba. Fue Bette Davis la que insistió en tener a Mary Astor en el proyecto, la otra opción era Miriam Hopkins a quien la Davis despreciaba desde sus inicios teatrales, y además era una consumada pianista por lo que era idónea para el papel. Davis y su compañera de reparto no tardaron en darse cuenta de que el guión de “La gran mentira” era una basura y se propusieron mejorarlo. Pero la única que consiguió elevar a un film mediocre fue Mary Astor, es una gozada verla en escena, con su clase y su actitud desafiante, y además logra lo que parecía imposible, comerse a Bette Davis, la mejor actriz que tenía Hollywood en aquel momento, que asumió ese proyecto para agradar al público que le pedía que interpretase a un personaje simpático, y es que se le nota que no está nada cómoda.
“La gran mentira” no tuvo buenas críticas y tampoco fue un gran éxito de público pero Mary Astor pudo llegar con facilidad a los Oscars. Tenía 35 años cuando logró la estatuilla y su principal rival fue Teresa Wright por “La loba”. Las otras aspirantes fueron Patricia Collinge (“La loba”), Margaret Wycherly (“El sargento York”) y Sara Allgood (“¡Qué verde era mi valle!”). Participó en “Cita en St. Louis”, “Mujercitas” o “Acto de violencia”, la actriz intentó cuidar su carrera pero no pudo evitar que la MGM le asignase papeles de madre. A partir de los años cincuenta entró en declive debido al alcoholismo y se retiró en el año 1964, su último papel lo hizo en “Canción de cuna para un cadáver”.
9º Linda Hunt por "El año que vivimos peligrosamente" (1984)
El director Peter Weir estaba desesperado para encontrar al actor idóneo para interpretar a Billy Kwan, probó con el bailarín australiano David Atkins pero no había nada de química entre él y Mel Gibson. Cuando se dispuso a probar a otros actores se encontró con la foto de Linda Hunt y dijo.... “¿esto qué es?”, y le convocó para hacerle una prueba dándole finalmente un papel de hombre. Hasta ese momento Hunt había trabajado con Robert Altman en “Popeye” y había desarrollado su carrera sobre los escenarios. La actriz contaba con la ventaja de tener un físico andrógino y no necesitó una gran caracterización, tan solo un corte de pelo, afeitarse las cejas y taparse los pechos. La cinta adapta la novela homónima de Christopher Koch y se ambienta en Indonesia durante el derrocamiento del presidente Sukarno tras el Golpe de Estado de Suharto, que es la excusa para presentarnos la historia de amor vivida por un periodista australiano y una trabajadora de la embajada británica, a los que dan vida unos esplendorosos Mel Gibson y Sigourney Weaver. Quien roba la película es Billy Kwan, un enigmático e idealista fotógrafo enano, medio chino, medio australiano y con una identidad sexual ambigua, y que termina explotando ante las injusticias que va viendo. Linda Hunt está tan entregada a su interpretación que no pensamos que es una mujer interpretando a un hombre, es más nos resulta imposible imaginarnos a otra persona en la piel de Kwan.
“El año que vivimos peligrosamente” funcionó bastante bien a nivel de crítica y público, aunque en Indonesia no la pudieron ver hasta el año 1999. Linda Hunt tenía 38 años cuando se alzó con el Oscar con Cher como principal rival por “Silkwood”. El quinteto lo completaban Glenn Close (“Reencuentro”), Alfre Woodard (“Los mejores años de nuestra vida”) y Amy Irving (“Yentl”, que le hizo ganar un Razzie). Con ese físico Hunt se ha quitado con la etiqueta de “actriz de carácter” y esa ha sido su función en el cine, la televisión y el teatro.
8º Tatum O'Neal por "Luna de papel" (1974)
Tatum O’Neal sigue ostentando el récord de ser la ganadora del Oscar, en las categorías competitivas, más joven de la historia. Tenía tan solo 10 años cuando se alzó con la estatuilla por “Luna de papel” de Peter Bogdanovich. La adaptación de la novela “Addie Pray” de Joe David Brown cayó en las manos de Peter Bogdanovich de rebote al ser descartado por un John Huston que iba a dirigir a Paul Newman y a su hija Nell Potts. Bogdanovich, que acababa de rodar la delicia “¿Qué me pasa, doctor?”, pensó que su protagonista, Ryan O’Neal, que estaba en la cima de su carrera, sería perfecto para interpretar a Moses Pray, un estafador de poca monta, y Polly Platt, la ex mujer del director, descubrió que la hija de Ryan, Tatum, de tan solo ocho años, sería ideal para interpretar a Addie, la pequeña a la que el protagonista deberá trasladar a casa de su tía tras quedarse huérfana, y que puede ser su hija, y que tiene un gran talento para engañar a la gente. Platt pudo haber metido la pata. El personaje de Addie es dinamita pero habría sido un desastre si hubiese caído en alguien como Lorelei Linklater, cuyo desparpajo se fue corriendo cuando se dio cuenta de que estaba rodando una película. Afortunadamente no fue así. Tatum O’Neal sorprende con su naturalidad, encanto, carisma y por zamparse a su padre en todas sus escenas, y eso que él jamás ha estado mejor. Se convirtió en la dueña absoluta del film y encandiló a la crítica y al público. La película logró 4 candidaturas al Oscar y la pequeña fue la única que se alzó con la victoria.
Tatum O’Neal pudo haber sido nominada en la categoría de mejor actriz principal, ya que es la verdadera protagonista del film, pero el hecho de ser tan joven podría dejarle fuera del quinteto de actrices principales y se decidió promoverle como actriz de reparto eclipsando totalmente a su compañera Madeline Kahn que también fue nominada. Precisamente la gran rival de Tatum O’Neal era otra menor, Linda Blair por “El exorcista”. Las otras aspirantes fueron Candy Clark (“American graffiti”) y Sylvia Sidney. “Luna de papel” supuso el momento más álgido en la carrera de la joven actriz, Hollywood intentó explotar su estrellato y no logró hacer la transición a una etapa más adulta. Además, sus problemas personales arruinaron definitivamente sus aspiraciones.
7º Vanessa Redgrave por "Julia" (1978)
“¿A quién se le ocurre juntar a las rojas de Jane Fonda y Vanessa Redgrave?”. Eso fue lo que pensaron los productores de “Julia” de Fred Zinnemann, ya que temían que las dos actrices conocidas por su compromiso político arruinasen la campaña promocional del film, pero el director estaba entusiasmado con la idea de unir a dos de las mejores intérpretes de su generación. “Julia” se basa en “Pentimento”, el relato de la dramaturga Lillian Hellman (autora de “La calumnia”), presuntamente autobiográfico, lo de "presuntamente" es porque después se encargaron de desmontar su historia. El eje central lo forma el vínculo que se establece entre Hellman y Julia, la hija de una adinerada familia escocesa que es criada por sus abuelos en Estados Unidos. Ambas crecen juntas y Julia se irá a Viena a estudiar medicina y terminará implicándose en la lucha contra el nazismo y uniendo a Lillian a la causa. El talento de Vanessa Redgrave no era desconocido, perteneciente a una estirpe de actores, ya contaba con dos premios interpretativos de Cannes, por su debut en el cine, “Morgan, un caso clínico”, e “Isadora”, por las que recibió sus dos primeras candidaturas al Oscar, la cuarta le llegó por “María, reina de Escocia”. Redgrave se complementa a la perfección con Jane Fonda, gracias a la química que se establece entre ellas es totalmente creíble la relación entre estas dos mujeres. Y con el retrato que hace la actriz británica de esta mujer tan apasionada, idealista y comprometida contra el fascismo se deja la piel, e incluso da la sensación de que no está interpretando. El reparto de “Julia” lo completaban Jason Robards, que encarnó al escritor Dashiell Hammett, mentor y amante de Hellman, Maximilian Schell, Hal Holbrook y, haciendo un breve papel, podemos ver a Meryl Streep. Zinneman no le dio el papel de Julia porque aún no le conocía ni el Tato.
“Julia” fue un gran éxito de crítica y público y la película consiguió 11 nominaciones al Oscar entre ellas las de mejor película, dirección, actriz, actor de reparto (Robards y Schell), actriz de reparto y guión adaptado. Logró los de actor de reparto (Robards), actriz de reparto y guión adaptado. La gran rival de Redgrave era la pequeña Quinn Cummings por “La chica del adiós”. Las otras eran Leslie Browne (“Paso decisivo”), Melinda Dillon (“Encuentros en la tercera fase”) y Tusday Weld (“Buscando al señor Goodbar”). Los temores de los productores se hicieron realidad cuando Vanessa Redgrave financió y narró el documental “The Palestinian” en donde se mostraba afín a la Organización para la Liberación de Palestina. Cuando la actriz fue nominada al Oscar por “Julia”, los miembros de la Liga de la Defensa Judía protestaron e incluso celebraron piquetes quemando los retratos de la actriz el día de la ceremonia de los Oscar. Redgrave, que tenía 41 años cuando se alzó con la estatuilla, dio las gracias a Hollywood por negarse a dejarse intimidar por las amenazas de un pequeño grupo de matones sionistas. Aquellas palabras provocaron escalofríos, de hecho el guionista Paddy Chayefsky aprovechó su intervención en la ceremonia para decir que ganar un Oscar no supone un momento crucial en la Historia por lo que es absurdo utilizar los premios de la Academia para hacer propaganda política. El escándalo no impidió que la carrera de Redgrave siguiese su curso, regalándonos grandes interpretaciones, tanto en producciones rodadas en los Estados Unidos como las hechas en Europa. Volvió a ser candidata por “Las bostonianas” y por “Regreso a Howards End”.
6º Dianne Wiest por "Hannah y sus hermanas" (1987)
En el año 1986 Woody Allen estrenó una de las obras maestras de su filmografía, “Hannah y sus hermanas”, que pertenece a la etapa en la que Mia Farrow era su musa. El film aborda la relación durante dos años entre tres hermanas, Hannah (Farrow), Lee (Barbara Hershey) y Holly (Dianne Wiest). Hannah aparentemente tiene una vida de éxito, le va bien con su trabajo, está casada con un rico empresario y se ha convertido en el mejor apoyo de sus hermanas, pero desconoce que su marido (un genial Michael Caine) se ha enamorado de su hermana pequeña, Lee, que vive con un pintor mucho mayor que ella (Max Von Sydow). Y la tercera en discordia, Holly, es una actriz fracasada, ex drogadicta que intenta abrir un negocio de catering y que mantiene una relación con Mickey, el ex marido de Hannah (Woody Allen). “Hannah y sus hermanas” destaca por la escritura de Allen, un Oscar al mejor guión más que justificado, y por las acertadas interpretaciones de su reparto. Farrow cumple con creces, Hershey está pletórica, pero los que ganaron el Oscar fueron Michael Caine y Dianne Wiest. El film se llevó tres de las 7 estatuillas a las que aspiraba, estuvo presente en las candidaturas de mejor película y dirección.
Dianne Wiest, que en aquel momento tenía 39 años, había desarrollado casi toda su carrera en el teatro y, a nivel cinematográfico, había hecho muy pocos trabajos, pero ya había entrado a formar parte del universo Allen, participó en “La rosa púrpura de El Cairo”. Holly es una mujer derrotada, su carrera como actriz es un desastre, arrastra una adicción a la cocaína, y está desesperada por encarrilar su vida. El trabajo de Wiest es tan descarnado que Holly merece tener mayor reconocimiento en los habituales repasos a la obra de Woody Allen. Su principal rival en los Oscar fue Maggie Smith por “Una habitación con vistas”. Las otras candidatas fueron Tess Harper (“Crímenes del corazón”), Mary Elizabeth Mastrantonio (“El color del dinero”) y Piper Laurie (“Hijos de un Dios menor”). El Oscar hizo que Wiest fuese más reclamada por el cine y siguió vinculada a Woody Allen que le hizo otro regalazo con la diva del teatro Helen Sinclair con el que la actriz ganaría su segundo Oscar en el año 1995. También fue nominada por “Dulce hogar… ¡a veces!”, y pudo haberlo sido por “Los secretos del corazón”.
5º Jane Darwell por "Las uvas de la ira" (1941)
En el año 1939 se publicó con gran éxito la novela de John Steinbeck “Las uvas de la ira” por la que el escritor recibiría el premio Pulitzer. El libro reflejaba las consecuencias de la Gran Depresión, centrándose en una familia de granjeros de Oklahoma, los Joad, que después de ser desalojados de sus tierras realizan un duro viaje hacia California con la esperanza de encontrar trabajo como temporeros en California. Darryl F. Zanuck se hizo con los derechos a pesar de la oposición de los financiadores de la 20th Century Fox, un Estudio bastante conservador, y le encomendó la dirección a John Ford, ya que vio que era idóneo debido a su sensibilidad por la Historia de los Estados Unidos. El protagonista fue Henry Fonda, que está excelente en la piel de Tom Joad, y gracias al empeño del actor se escogió a la actriz Jane Darwell para que encarnase a su madre. Ella había desarrollado su carrera en el teatro, y debido a su físico en el cine fue considerada una actriz de carácter, pero cuando llegó “Las uvas de la ira” ya había sido relegada a hacer de ama de llaves, de abuela de producciones protagonizadas por Shirley Temple, o de cotilla como pudimos ver en "Lo que el viento se llevó". La madre de los Joad es una mujer que lo ha perdido todo menos la dignidad, es realmente conmovedora la escena en la que, sin pronunciar ni una sola palabra, tiene que quemar lo poco que le queda antes de partir y decide guardarse unos pendientes y una figurita, que le hacen recordar tiempos mejores, o el diálogo final que mantiene con su marido. El trabajo de Darwell es realmente inconmensurable.
“Las uvas de la ira” es una de las obras maestras de la filmografía de John Ford, es un film sobrecogedor y tuvo un gran éxito de crítica y de público. Consiguió 7 candidaturas al Oscar, entre ellas las de mejor película, dirección, actor, actriz de reparto y guión adaptado. Solamente materializó las de dirección y actriz de reparto. Jane Darwell tenía 61 años y su principal rival fue una extraordinaria Judith Anderson en “Rebeca”. Las otras aspirantes fueron Ruth Hussey (“Historias de Filadelfia”), Marjorie Rambeau (“Una nueva primavera”) y Barbara O’Neil (“El cielo y tú”). La carrera de Darwell no se vio alterada por el Oscar, aunque sí que no tardó mucho en ser relegada a producciones menores, y su último papel lo hizo en “Mary Poppins”.
4º Ruth Gordon por "La semilla del diablo" (1969)
¿Quién no se ha topado con una Minnie Castevet? Es decir, con una señora adorable que oculta a la perfección su lado más siniestro. Ruth Gordon se convirtió en la encarnación perfecta de la vecina de la que no te puedes fiar a pesar de su encanto inicial en “La semilla del diablo”. Robert Evans, jefe de producción de la Paramount, se propuso llevar a la gran pantalla la novela de Ira Levin y reclutó a Roman Polanski. "La semilla del diablo" es la historia de Rosemary Woodhouse, que se acaba de mudar junto a su marido a un edificio de Nueva York, y se propone quedarse embarazada, ya que ve que ha llegado el momento, pero ella no está consciente en el momento de la concepción y lo único que recuerda es que una extraña criatura ha accedido a su morada y le ha dejado el cuerpo lleno de marcas, la joven comenzará a sospechar que su embarazo no es normal. Mia Farrow y John Cassavetes dan vida al matrimonio protagonista. Farrow resulta eficaz en la piel de esta mujer que comienza a darse cuenta de que lo que le rodea no es lo que parece. La actriz rodó la película, porque Robert Evans le aseguró que le iban a nominar al Oscar, y eso le costó su matrimonio con Frank Sinatra que pretendía que estuviese en casa con la pata quebrada. Finalmente la Farrow se quedó sin marido y sin nominación. Pero aunque la hija de Maureen O'Sullivan esté muy bien poco puede hacer ante Ruth Gordon que es un verdadero huracán.
La actriz llevaba más de seis décadas ligada al mundo de la interpretación, y era un personaje realmente fascinante. Comenzó como extra en el cine mudo y se forjó en los escenarios de Broadway, habiendo cosechado el éxito como escritora, dramaturga y guionista. Junto a su marido, el escritor Garson Kanin, optó al Oscar por escribir los guiones de “Doble vida”, “La costilla de Adán” y “La impetuosa”, protagonizadas estas últimas por el tándem formado por Katharine Hepburn y Spencer Tracy. Y como actriz optó a la estatuilla por “La rebelde”. “La semilla del diablo” es considerado un clásico del cine de terror y fue un gran éxito de crítica y público, solamente consiguió dos candidaturas al Oscar, la otra era la de Polanski por el guión. Ruth Gordon tenía 72 años cuando se hizo con la estatuilla a la mejor actriz de reparto teniendo como principal rival a Lynn Carlin por “Faces”. Las otras aspirantes eran Estelle Parsons (“Raquel, Raquel”) Kay Medford (“Funny girl”) y Sondra Locke (“El corazón es un cazador solitario”). La carrera de Ruth Gordon prosiguió en el cine, el teatro y la televisión y tendría que haber sido de nuevo nominada al Oscar por su maravillosa interpretación en “Harold y Maude”.
3º Whoopi Goldberg por "Ghost" (1991)
A finales de los 80 Whoopi Goldberg estaba a punto de convertirse en la negra definitiva de Hollywood. Fue nominada al Oscar por “El color púrpura”, había demostrado su valía en el drama y en la comedia y caía muy bien a la comunidad blanca de la industria a pesar de que nunca ha escondido su vena activista. Fue Patrick Swayze el que convenció a los productores para que le diesen el papel de la medium Oda Mae Brown en “Ghost” de Jerry Zucker, de hecho ya se había pensado en la televisiva Jackée Harry para que lo interpretrase. “Ghost” narraba la historia de Sam, un empleado de banca que ha sido asesinado y su espíritu se negará a abandonar el mundo de los vivos porque quiere salvar a su novia y para ello entrará en contacto con una medium. El film estaba protagonizado por Patrick Swayze y Demi Moore. Una arrolladora y carismática Whoopi Goldberg se convierte en el alivio cómico de este lacrimógeno drama romántico y se encarga de elevar el film con su sola presencia.
“Ghost” fue uno de los acontecimientos cinematográficos de 1990, su éxito fue inmenso, y las críticas fueron positivas aunque se cuestionó que el personaje de Oda Mae Brown fuese el estereotipo de negra graciosa. Tuvo 5 candidaturas al Oscar, entre ellas las de película, actriz de reparto y guión original y materializó las dos últimas. Whoopi Goldberg tenía 35 años cuando logró el Oscar teniendo a Annette Bening como principal rival por “Los timadores”. Las otras candidatas eran Lorraine Bracco (“Uno de los nuestros”), Diane Ladd (“Corazón salvaje”) y Mary McDonnell (“Bailando con lobos”). El éxito de “Ghost” disparó la carrera de Whoopi Goldberg. Brilló como protagonista en “Siscter Act”, como secundaria en “Escándalo en el plató”, y ha sido una extraordinaria maestra de ceremonia de los Oscar, ojalá vuelvan a pensar en ella en futuras ediciones. Lamentablemente su carrera cinematográfica se paró entrado el siglo XXI y se refugió en la televisión. La Goldberg es una de las pocas personas que pueden presumir de ser una ganadora del EGOT al tener en su vitrina Emmy, Grammy, Oscar y Tony.
2º Maggie Smith por "California Suite" (1979)
¿Existe algo más meta que recibir el Oscar por interpretar a una nominada a la estatuilla desesperada por revitalizar su carrera? La trayectoria de Maggie Smith no se podía comparar a la de su personaje, Diana Barrie. A finales de la década de los 70 era una de las intérpretes más veneradas de la escena y el cine británico y Hollywood ya había reconocido su talento, concediéndole el Oscar a la mejor actriz por su extraordinaria encarnación de profesora nada convencional en “Los mejores años de Miss Brodie”, y tenía otras dos nominaciones por “Otelo” y “Viajes con mi tía”. En el año 1976 se estrenó con éxito la obra de Neil Simon “California Suite”, que está compuesta de cuatro sainetes protagonizados por los huéspedes del Beverly Hills. El director Herbert Ross, que ya había llevado obras de Simon a la gran pantalla como “La pareja chiflada” o “La chica del adiós”, se encargó de su adaptación. El reparto estaría formado por Jane Fonda, Alan Alda, Walter Matthau, Richard Pryor, Maggie Smith y Michael Caine. De las historias que forman “California Suite” la más memorable es la protagonizada por Diane Barrie y Sidney Cochran (Smith y Caine) que acuden a Los Ángeles para asistir a la ceremonia de los Oscar ya que ella aspira al premio a la mejor actriz principal. Ella no tiene esperanzas de ganar pero ve esa nominación como una oportunidad para impulsar su carrera y, al mismo tiempo, se niega a admitir que forma con su marido un tándem crepuscular, es decir, que su matrimonio es de conveniencia porque él es homosexual. A medida que se va acercando la ceremonia va cayendo presa del pánico y, en lugar de disfrutar de ese momento, que probablemente no se va a repetir, se emborracha y no se entera de lo que sucede. Esa pieza destaca por el ingenio de los diálogos de Simon, que da una visión ácida del mundo de Hollywood y también de las relaciones, y por la extraordinaria química que hay entre los dos actores y sobre todo por la portentosa labor de Maggie Smith como intérprete cómica, capaz de reírse de sí misma, aunque no lo pasó nada bien con Herbert Ross a quien definió como un auténtico tirano.
“California Suite” fue un gran éxito de crítica y público y consiguió 3 candidaturas al Oscar, actriz de reparto, guión adaptado y dirección artística. Solamente materializó la de Smith que tenía 45 años cuando logró su segundo Oscar. Su principal rival era Meryl Streep por “El cazador” y las otras aspirantes eran Maureen Stapleton (“Interiores”), Dyan Cannon (“El cielo puede esperar”) y Penelope Milford (“El regreso”). Maggie Smith volvió a ser nominada por “Una habitación con vistas” y “Gosford Park” y el año pasado estuvo en la carrera por “The lady in the van”. El éxito de la recientemente finalizada “Downton Abbey” ha revitalizado su status de gran dama de la interpretación.
1º Hattie McDaniel por "Lo que el viento se llevó" (1940)
Cierra este repaso a las mejores actrices de reparto galardonadas con el Oscar Hattie McDaniel, primero porque supone la esencia de la secundaria robaescenas y segundo, y lo más importante, porque su galardón fue histórico, fue la primera intérprete afroamericana en ser galardonada con la estatuilla y lo logró en un momento en el que la comunidad negra no significaba nada. Meses después de que a Jada Pinket Smith le diese una rabieta porque su marido Will Smith no fue nominado al Oscar por “La verdad duele”, e invitase desde su lujosa mansión al boicot a la ceremonia por la ausencia de candidatos negros, paradójicamente ni Smith ni ella se han caracterizado por impulsar o participar proyectos creados por los miembros de su comunidad, conviene recordar lo difícil que lo tuvo McDaniel, que durante varios años se vio obligada a alternar su trabajo en el mundo del espectáculo con el de asistenta en varias casas. Ya tenía fama de robaescenas en la industria, eso se pudo comprobar en “Sueños de juventud”, cuando le llegó la oportunidad de interpretar a la malhumorada Mammy en “Lo que el viento se llevó”. Ese papel fue casi tan disputado como el de Scarlett O’Hara, de hecho la primera dama de los Estados Unidos, Eleanor Roosevelt, le envió una carta a David O. Selznick para recomendar a su propia sirvienta, pero fue Clark Gable, que ya había trabajado en varias ocasiones en el pasado con la actriz, el que le dijo al productor "esta mujer es la bomba". Las leyes de segregación del estado de Georgia impidieron que Hattie McDaniel acudiese a la premiere del film en Diciembre de 1939, pero tras la insistencia de O. Selznick la actriz pudo participar en la campaña promocional, en donde no paraba de hablarle a los periodistas blancos de su abuela que trabajó como esclava en una plantación de algodón. Su interpretación fue aclamada, aunque su personaje irritó a la audiencia del sur por actuar como el Pepito Grillo de Scarlett O’Hara.
Cuando se celebró la ceremonia de los Oscar en la que “Lo que el viento se llevó” partía como la gran favorita, para eso se convirtió en un acontecimiento cinematográfico desde que O. Selznick se hiciese con los derechos de la afamada novela de Margaret Mitchell, el productor tuvo que solicitar un permiso para que permitiesen la entrada a McDaniel en el hotel en donde tuvo lugar el evento, y fue sentada junto a su acompañante en la parte del salón y apartada de sus compañeros de reparto. Tenía 44 años cuando logró la estatuilla frente a su compañera de reparto Olivia de Havilland como principal rival. Las otras candidatas fueron Geraldine Fitzgerald (“Cumbres borrascosas”), Maria Ouspenskaya (“Tú y yo”) y Edna May Oliver (“Corazones indomables”). Antes de “Lo que el viento se llevó” la comunidad negra cuestionó a McDaniel por no hacerle frente a la industria y aceptar siempre los papeles estereotipados de criada, su victoria en los Oscars se vio como un mensaje de advertencia de Hollywood a los que protestaban por el uso de estereotipos raciales “si no te quejas encontrarás trabajo y triunfarás en la industria”. Hattie McDaniel en su discurso vio que aquel premio era una oportunidad para tener una próspera carrera, pero no fue así ya que no logró desencasillarse.
Mary Carmen Rodríguez
Bravo 🙂
Los únicos nombres que se me vinieron en mente por no verlas en estas 30 mejores fueron los de Mo'Nique y Octavia Spencer
Yo echo de menos la extraordinaria actuación de la última ganadora, Alicia Vikander, por La chica danesa.
Tengo que decir que excelente articulo, aunque no he visto todas las películas de las actrices de reparto, puedo decir que hay ausencias que me sorprendieron:
De las ultima década sin lugar a duda el trabajo de Mo’Nique es alucinante en Precious.
Cate Blanchett en El Aviador es de muerte dando vida a una estrella del cine como Katharine Hepburn.
Anna Paquin tambien se merece estar en este selecto grupo por el piano
Jessica Lange por Tootsie.
y nuestra actual ganadora Alicia Vikander por La chica danesa
Pero eso si que no perdono Meryl Streep por Kramer vs. Kramer pensé que iba a estar de primera o dentro de las primeras cinco eso si que no no no.
Pero me encanto este articulo, me gusto mucho leerlo y es normal que se queden actuaciones por fuera, es muy difícil clasificar tan buenas actuaciones que nos han hecho alucinar. felicitaciones espero ver mas artículos así.
Ante todo muchísimas gracias por leer las tres entregas. Vikander me gustó mucho pero me ha parecido muy reciente y no tengo la perspectiva suficiente para situarla entre las treinta mejores de la historia. Blanchett y Streep probablemente estarán en la entrega dedicada a las principales y no quería repetirlas.
La cuestión era que quería reivindicar trabajos ya olvidados, por eso he preferido obviar muchas de las más recientes.
No soy nada fan de El piano, ni de Precious. Perdonadme.
Olimpia Dukakis está de oscar en "Hechizo de luna" y fue realmente muy merecido.
Excelente trabajo, y me gusta que hayas rescatados esas actuaciones iconicas de la historia de los Oscar en la categoría de reparto, un excelente trabajo que me ha despertado las ganas de ver las películas que no he visto y la que he visto volverlas a ver.
Espero que sigáis escribiendo artículos tan buenos, todos los días esperaba la continuación de 30 a 1.
🙂 🙂
La Dukakis ha sido una de las que más me ha dolido quitar, estuvo en la lista inicial pero prefería reivindicar a otras no tan conocidas. La verdad es que está pletórica.
Genial artículo. Imposible una seleccion que contente a todos. Son todas las que están, pero no están todas las que son.
🙂
Muy buen artículo. Se agradece.
Me ha fascinado este articulo, me ecantaria que hicierais un repaso en mejor actriz, en general estoy bastante de acuerdo con todas, me emociona ver a Mammy en primera posicion. Si bien es cierto, hecho de menos a Meryl Streep por todas partes, donde esta??
Enhorabuena Mary Carmen por esta excelente serie de artículos. Ha sido un placer leerlos y has hecho que me den muchas ganas de ver "California suite" . Felicidades!!
Y Octavia Spencer? a mi juicio, de las mejores.
Buen trabajo otras grandes ganadoras fueron katina paxinou dorothy malone lila kedrova estelle parsons y lee grant