Conexión Oscar 2021: ¿Resistirán Amy Adams y Glenn Close en la carrera de este año?
Querido Teo:
Hay que decirlo. "Hillbilly, una elegía rural" ha confirmado los peores temores de un avance que ya prometía lo que es, un telefilm forzado, exagerado y chillón que supone un paso en falso en la carrera de Ron Howard (cada vez con más detractores que admiradores) construido como un intento desesperado para que dos de las derrotadas históricas de los Oscar, Amy Adams y Glenn Close, puedan hacerse con el premio. La pregunta es… ¿podrán resistir en la carrera al Oscar a pesar de las malas críticas cosechadas por la cinta?
Ya hemos comentado muchas veces que ganar el Oscar no es sólo hacer un gran trabajo sino que se alineen un conjunto de variables a favor. Por supuesto, una interpretación defendible y elogiable es lo primero pero para ello también es importante si hay sensación de deuda histórica, si el actor en cuestión no se ha perdido un sarao y ha hecho una campaña muy activa y si, además, ha logrado generar una corriente de simpatía a su favor. Por supuesto, el estar en una buena película es un valor añadido aunque eso no fue un impedimento para que Sandra Bullock por “The blind side” o Julianne Moore por “Siempre Alice” se hicieran con el Oscar. No obstante, no hay que olvidar que, aunque “The blind side” sea todavía objeto de chanza, la cinta logró colarse entre las nominadas a mejor película (por lo que la Academia no la consideró una mala película) y que, por su parte, la deuda que parecía que se mantenía con Julianne Moore se saldó gracias a una apuesta no brillante pero sí correcta.
Esto es algo que no va a ocurrir con “Hillbilly, una elegía rural” superada en calidad y halagos por el resto de apuestas de la plataforma Netflix para esta temporada. Aun así, ¿se puede decir que todavía hay esperanza? No obstante estamos ante dos casos muy diferentes.
Amy Adams llega a los Oscar con 6 nominaciones infructuosas a sus espaldas dando la sensación de que en realidad en ninguna de esas ocasiones llegó a partir con opciones reales de premio. Sólo se quedó fuera de las candidaturas por “Encantada” en 2008 y “La llegada” en 2017 pero, en verdad, da la impresión de que cuando más cerca estuvo fue cuando más desconocida era, pudiendo haber dado la sorpresa por su inocente embarazada de “Junebug” en 2006. Por “La duda” en 2009 y “The fighter” en 2011 fue eclipsada por sus compañeras de reparto (Viola Davis y Melissa Leo) y, sin necesidad de compartir categoría, lo mismo ocurrió con “The master” en 2013, más pendientes todos del duelo mantenido por Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman. El exceso de pelucones tampoco le ayudó en “La gran estafa americana” en 2014 (su única nominación hasta la fecha como protagonista) y “El vicio del poder” en 2019.
En esta ocasión Amy Adams es postulada en la categoría protagonista abandonando toda la sutilidad habitual en sus interpretaciones, hecho que quizás precisamente por ello le ha impedido ser más premiada. En “Hillbilly, una elegía rural” interpreta a una madre soltera que a los 13 años se quedó embarazada y que tiempo después sigue dando tumbos sin poder ser un buen ejemplo para sus dos hijos, alternando sustancias, episodios de locura y violencia y novios ocasionales. Un personaje extremo, irascible, vehemente e imprevisible que parece tener como destino ser víctima de una sobredosis o de quedar recluida en un frenopático.
Una interpretación en la que Amy Adams intenta darlo todo pero sufriendo la profunda antipatía que despierta un personaje extremo. En un año con Frances McDormand (“Nomadland”), Viola Davis (“La madre del blues”) y Vanessa Kirby (“Fragmentos de una mujer”) tan bien posicionadas no sólo el premio se le va a volver a escapar sino que es muy probable que sea incapaz de hacerse con alguna de las dos plazas todavía sin dueño.
La situación es otra para Glenn Close que ostenta el record de ser la intérprete con más nominaciones (7) y sin premio, empatada con Richard Burton y sólo a una candidatura de Peter O’Toole. La actriz encajó con gran entereza una nueva derrotada cuando todo parecía a su favor en 2019 tras ganar el Globo de Oro, el Critics´Choice y el Gremio de Actores (SAG) por “La buena esposa”. Un drama correcto en el que, demostrando su maestría como actriz, no necesitaba de grandes aspavientos para reflejar en su mirada la rabia, la decepción y la frustración. Una gran oportunidad para saldar la deuda. Aun así, y demostrando que la Academia no se casa con nadie, no dudaron en dejarla una vez más sentada en el patio de butacas.
Al contrario que con Amy Adams sí que da la impresión de que Close ha rozado el Oscar demasiadas veces. Podría haber empezado su carrera de premios por la puerta grande si lo hubiera ganado por su primera candidatura con “El mundo según Garp” en 1983 pero cuando realmente se puede decir que sí que tuvo visos de hacerse con él fue con “Atracción fatal” en 1988 (ganó Cher por “Hechizo de luna”) y al año siguiente por “Las amistades peligrosas” en 1989 (fue el primer de Jodie Foster por “Acusados”). La que fue, junto a Meryl Streep, la actriz mejor considerada de los 80, se introduciría a partir de ahí en una errática carrera con presencia intermitente en el cine no volviendo a los Oscar hasta “Albert Nobbs” en 2012 (levantando un proyecto muy personal que ya encarnó en teatro) y la citada “La buena esposa” en 2019.
A sus 73 años la actriz ya empieza a ser carne de honorífico pero la Academia podría encontrar ahora una oportunidad para premiarla aunque sea con un título y un personaje muy inferior dentro de lo que es su filmografía. No se puede negar que su personaje de abuela golpeada por la vida pero inspiradora a la hora evitar que su nieto termine descarrilando, en cierta manera corrigiendo errores de su propio pasado, puede generar narrativa a su favor y más en un año en el que la categoría de actriz de reparto parece muy incierta a pesar de contar con nombres de peso como Olivia Colman (“El padre”), Amanda Seyfried (“Mank”) o Ellen Burstyn (“Fragmentos de una mujer”).
Todavía quedan muchos meses por delante y, aunque “Hillbilly, una elegía rural” no ha estado a la altura, todavía es pronto para decir que las opciones de sus actrices vayan a descarrilar. Será muy importante ver si se acuerdan de Amy Adams y de Glenn Close cuando llegue la hora de las nominaciones de los grandes premios y así comprobar si pueden seguir ampliando sus registros de nominaciones o, por el contrario, es un nuevo intento infructuoso de nefasto recuerdo.
Nacho Gonzalo
No sabemos si Glenn Close podrá aguantar el envite, como bien analizáis. Hasta cierto punto parece que hay ganas de premiarla (aunque eso mismo parecía hace dos años y se quedó compuesta en su butaca), pero mucho ruido va a tener que hacer para que otra no se lleve los parabienes. Cosas más difíciles se han visto, en cualquier caso...
Nombráis a Sandra Bullock y Julianne Moore como ganadoras en películas que no son buenas. Añado a "La dama de hierro", que a mí me pareció horrenda pese al trabajo tan estudiado y de mimetización de Meryl Streep.