Conexión Oscar 2021: Las 15 mejores interpretaciones del Festival de Toronto
Querido Teo:
Terminada la cobertura de la edición virtual del Festival de Toronto toca hacer balance de una edición sin muchas películas con fines oscarizables pero sí con cine más que interesante de alrededor de todo el mundo. Como en las ediciones de 2017, 2018 y 2019 vamos a repasar las 15 mejores interpretaciones que a nuestro juicio hemos visto en el certamen.
15º Lonnie Chavis (El hombre agua)
Lonnie Chavis llena de carisma el personaje de crío cercano a la adolescencia que sufre el duro golpe de la enfermedad de su madre introduciéndose en un mundo de fantasía en busca del hombre misterioso que da título a la película y que parece tener habilidades curativas. Chavis lleva el peso emocional de la película de David Oyelowo tanto a la hora de darse de bruces con la impotencia de la enfermedad como en la relación que vive con su padre. Una especie de “Un monstruo viene a verme” menos lacrimógeno pero igual de sensible y emocional con ese toque de aventura y de descubrimiento propio del cine de los 80. Visto en la serie “This is us”, el joven actor cumple sobradamente en su primer protagonista en cine y sólo por la escena de ansiedad en la que descubre que su madre no tiene pelo por la quimioterapia ya merece estar en este top.
14º Adam Brody (El joven detective)
Ha tenido que pasar más de una década para que Adam Brody haya encontrado en el cine un papel a la altura de lo que prometía en la serie juvenil “The O.C.”. Superados ya los 40 años, el actor no ha logrado encontrar su hueco en el cine perdido en secundarios intrascendentes o películas de género desbarradas. Su Abe Applebaum está lleno de ternura como un treintañero que siempre ha soñado con ser detective, jaleado por sus éxitos en la infancia en este terreno, que ve que ahora ya no encuentra trabajo pasada la gracia de la novedad. Todo hasta que una joven le hace investigar un crimen que hará que se obsesione con el caso y recupere la pasión por el oficio frente a su crisis existencial. Divertido y empático, logra ser lo mejor de una cinta agradable que satiriza el cine negro clásico en una apuesta que debería funcionar bien en el streaming.
13º Kad Merad (El triunfo)
Kad Merad ha demostrado con creces ser uno de los cómicos imprescindibles del cine francés pero también inquietar con las artimañas políticas de su personaje en la serie “Baron noir”. En "El triunfo" interpreta a un actor sin éxito volcado en su oficio sin esperar nada a cambio más que contagiar a un conjunto de presos, de los que pasa a ser su profesor, la pasión por el teatro consiguiendo, quizás, el que sea su mayor hito logrando que la vida y la libertad vuelva a ser apreciada por ellos, construyendo algo que les merezca estar orgullosos, encontrando en sus personajes teatrales reflejos de su propia personalidad. El monólogo teatral liberador final que encara este profesor, y su pasión por el “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, le hace conseguir una interpretación sólida y medida que sabe apretar los resortes al igual que una cinta que se mueve entre el drama y la comedia con soltura.
12º Polly Draper (Shiva baby)
La actriz Polly Draper es una de esas actrices que pueblan el cine usamericano y que parecen estar a las puertas de qué alguien les dé un papel que les ponga en la dimensión que merece, tal y como ocurrió con Molly Shannon en “Other people”, Laurie Metcalf en “Lady Bird” o Mary Kay Place en “Diane”, sólo por mencionar algunos ejemplos. En “Shiva baby”, en un papel de los que se ha hecho especialista Allison Janney y no muy lejos de las madres neuróticas y controladoras de Woody Allen, Draper interpreta a Debbie, una mujer que junto a su marido y a su hija forman parte del enredo que se produce durante un velatorio judío. Ágil en la réplica y con ese aire de ser una madre que se hace la tonta pero que percibe ese torrente emocional que está viviendo su hija, tirando de mucho humor físico y aprovechándose de un guión bien armado en la dialéctica. Una de esas interpretaciones que podrían funcionar bien en los premios de las Asociaciones de Críticos si la cinta va haciendo ruido y se aprovecha del boca-oreja.
11º Jharrel Jerome (Cowboy de asfalto)
Jharrel Jerome no hace más que demostrar en “Cowboy de asfalto” el carisma y el talento que demostró en “Así nos ven”, serie que le reportó el Emmy en 2019. Aunque su personaje es secundario, y se enfrenta a un Idris Elba siempre intimidante en la presencia y al también destacado Caleb McLaughlin, está perfecto como ese amigo del joven protagonista con el que comparte confidencias y que también lo lleva al lado más oscuro de la ciudad. Uno de los actores afroamericanos más prometedores del cine USA que demuestra aquí sacar petróleo de un personaje no más que complementario para el arco emocional del protagonista.
10º Salim Daw (Gaza mon amour)
El actor Salim Daw encuentra en “Gaza mon amour” uno de esos personajes en los que parece fácil algo tan difícil como mostrar sencillez y cotidianidad en la piel de un sesentón ermitaño y arisco que se prenda como un adolescente de la costurera del mercado, todo a pesar del contexto de tensión continua que tiene el vivir en la Franja de Gaza y que, por otra parte, parezca que el tiempo de enamorarse ha quedado atrás. Un personaje chaplinesco en sus maneras y en los enredos en los que se ve envuelto hasta atreverse a declarar su amor para no recurrir, con el fin de estar cerca de ella, a la excusa de que necesita un remiendo en los pantalones.
9º Ellen Burstyn (Fragmentos de una mujer)
Lejos de querer retirarse, y a sus 87 años, Ellen Burstyn (ganadora del Oscar por “Alicia ya no vive aquí” en 1975), sigue ofreciendo en pequeñas dosis muestras del talento que ha estado presente en una larga carrera que provocó que incluso fuera nominada al Emmy en 2006 por sus 14 segundos en el telefilm “Mrs. Harris”. No es lo que ocurre en este caso en “Fragmentos de una mujer”, una de las cintas de mayor poder interpretativo de la temporada, destacando especialmente con varias escenas de peso en la segunda parte de la película. Su momento frente a frente con Vanessa Kirby, como dos personas que llevan una herida dentro que las marca por siempre, resulta ser uno de los destacados del cine de este año y Burstyn está perfecta como esa madre que se mueve en la cordialidad, en la apariencia de seguir adelante, pero que también es capaz de sacar las garras.
8º Leslie Odom Jr. (Una noche en Miami...)
Leslie Odom Jr. es una de las grandes revelaciones que ha dado el mundo del espectáculo en los últimos años, convirtiéndose en un símbolo del Broadway contemporáneo con su Aaron Burr de “Hamilton” que le valió el Tony al mejor actor. Era cuestión de tiempo que el también músico fuera aumentando sus intervenciones en pantalla, ya había tenido varias apariciones en series, y tras “Asesinato en el Orient Express” (2017) y “Harriet” (2019), ahora Regina King ha confiado en él para darle el papel de Sam Cooke, uno de los artistas más importantes de la cultura afroamericana de la segunda mitad del siglo XX como bien atestigua “Una noche en Miami...”. El actor aprovecha sus dotes musicales para imprimir la personalidad de un artista vividor, consciente de su talento, verborreico, despreocupado y tan libre como unas canciones a través de las cuales sólo pretendía que éstas sirvieran de inspiración en unos años difíciles para su raza.
7º Rachel Sennott (Shiva baby)
Rachel Sennott se erige como la revelación de la comedia negra que mejores comentarios ha despertado este año en Toronto. La joven actriz lleva el peso de toda la película, con una labor muy gestual, mientras tiene que estar tapando agujeros continuamente ante un encuentro social que amenaza con hundirse si se desvela el pastel. Ella da vida a un personaje tan singular como esperpéntico pero también muy auténtico, presentando a una protagonista bien definida en el guión, incluso dándole tiempo a mostrar su bisexualidad, pero siempre empática y reconocible como una joven que siente que el peso del mundo cae sobre su cabeza creando una Danielle que merecería ser tan icónica como la Juno de Ellen Page, siendo más cercana y menos cargante.
6º Kingsley Ben-Adir (Una noche en Miami...)
Kingsley Ben-Adir es un joven actor al que se ha podido ver en series como “Peaky Blinders” entre 2017 y 2019 y en “Alta fidelidad” este mismo año. Credenciales suficientes para que Regina King le diera un papel tan icónico como el de Malcolm X, que en cine ya tuvo una cinta dedicada a su figura con, quién si no, Denzel Washington como protagonista. Ben-Adir podría haber caído ante este reto pero logra, en lo que es sólo una noche la que abarca la acción, captar todos los matices de un líder activista cuya lucha es tan rabiosa como reflexiva mostrándonos también con sutilidad a ese padre de familia que, como si fuera de manera premonitoria, sabe que su labor va a marcar un antes y un después en su vida ante la tensión racial que se vive en el Estados Unidos de 1964. Un trabajo sobrio y bien medido en el que el actor termina permeándose en la leyenda del personaje y también en ser la cabeza y la razón en ese cuarteto de artistas y amigos negros que se encuentran tanto en crisis existencial como en preocupación por lo que puede venir.
5º Shia LaBeouf (Fragmentos de una mujer)
Shia LaBeouf ya lleva demostrando mucho tiempo de que si bien es un desnortado de la vida también es un magnífico actor. Precisamente esa vena rebelde, canalla y libre le permite ser un inconformista construyendo una carrera tan poco convencional como muy interesante. Tras ya formar parte de este top el año pasado con la interpretación catártica que hacía de su propio padre en “Honey boy”, ahora es un joven que ve como el futuro que estaba por venir desaparece en una noche cuando, debido a una negligencia médica, muere en el parto el bebé que esperaba junto a su novia. Un personaje inundado de dolor y de rabia contenida que, aunque parece estar fuera de foco respecto al drama femenino que parece ser el vehículo de la cinta, su travesía y aceptación de la nueva realidad no deja de ser igual o más compleja. Hace ya tiempo que LaBeouf dejó de ser el joven prometedor con el que Hollywood quería encumbrar a una nueva estrella y ahora, desde parámetros más “outsiders” dentro de la profesión, Shia LaBeouf ya se ha transformado en uno de los mejores actores de nuestro tiempo.
4º Mark Wahlberg (Joe Bell)
Mark Wahlberg emociona en “Joe Bell” como un padre que no sabe reaccionar ante el calvario que ve que está sufriendo su hijo, víctima del acoso escolar por su condición de gay en el pueblo de Oregon en el que viven. Una cinta que explora la relación entre padre e hijo pero que, más que abordar el drama desde la parte de la víctima, prefiere centrarse sobre todo en el padre, representante tipo de la América profunda, amante del deporte y con pose de usamericano consumidor cerveza y comida rápida, simbolo de todo lo masculino, que intenta redimirse por tener la sensación de no haber estado a la altura cuando su hijo más lo ha necesitado por lo que inicia una road movie a pie para recorrer colegios y universidades y dar charlas sobre el problema del bullying. Un actor habitualmente menospreciado pero que, al igual que Ben Affleck con “The way back”, se ha redimido actoralmente con esta película.
3º Noémie Merlant (A good man)
“A good man” es un discreto drama que si llama la atención es por el conmovedor trabajo de Noémie Merlant que se mete en la piel de Benjamin, un hombre transexual que quiere tener un hijo junto a su novia, logrando que, en buena parte de la película, el espectador no reconozca aquí a la pintora de “Retrato de una mujer en llamas” (2019). Merlant no tiene un disfraz ni una caracterización llamativa sino que el verla con pelo corto y barba se siente inherente al personaje sin que ésto rechine como un caprichoso añadido. Una interpretación sutil, medida y conmovedora que se mueve en la gama de los roles sexuales asociando la fase de conversión en la que se encuentra Benjamin en función de la capacidad de Merlant para modular su trabajo, según se requiera, más hacia el lado de la feminidad o de la masculinidad. Un trabajo físico de altura y conmovedor.
2º Jasna Đuričić (Quo vadis, Aida?)
En “Quo vadis, Aida?” encontramos a uno de los personajes femeninos del año, el de una traductora de la ONU que intenta proteger a su familia frente al caos del ataque del ejército serbio en pleno conflicto de la Guerra de los Balcanes a mediados de los 90. La actriz Jasna Djuricic, con una mirada llena de ferocidad y de dolor, está espléndida creando un personaje con mucha fuerza que saca toda esa rabia de madre coraje teniendo que insensibilizarse ante lo que se está viviendo, y el drama de los demás, entre ellos vecinos y amigos, para aprovecharse de su puesto y poder poner a salvo a su marido y a sus dos hijos teniendo que batallar no sólo contra el ejército serbio sino frente a unos burócratas que no están dispuestos a hacer ninguna excepción y que están llevando a cabo un proceso de negociaciones que, en este tipo de conflictos enraizados en el odio extremo, quedan en tiempo perdido y papel mojado.
1º Vanessa Kirby (Fragmentos de una mujer)
Vanessa Kirby es la protagonista de un drama heredero del mejor cine teatral de los 70 con ecos a Bergman y Cassavetes. La muestra del terror cotidiano y del duelo alargado que lleva una mujer que nunca volverá a ser la misma y que, además, ve como la relación con su novio se agrieta por ello ante la incapacidad de ambos de compartir el mismo dolor ante las distintas necesidades de cada uno. Con sobriedad, emoción y desgarro la actriz lleva a cabo un trabajo complejo, soterrado y desolador ante un hecho que, no por poco probable en la actualidad, no deja de estar presente y ser causa de desgarro para familiares y allegados. Un viaje emocional sobresaliente que nos lleva desde la primera media hora del parto hasta el conflicto judicial al que deriva la película. Uno de esos trabajos que encumbran a una actriz y es que, tras revelarse como la princesa Margarita en “The crown” y dar unos primeros pasos en el cine de acción, Vanessa Kirby ha logrado el papel perfecto para reivindicar que hay que tenerla muy en cuenta.
Nacho Gonzalo