Conexión Oscar 2021: "Fragmentos de una mujer", una incómoda propuesta sobre el duelo con una impecable Vanessa Kirby

Conexión Oscar 2021: "Fragmentos de una mujer", una incómoda propuesta sobre el duelo con una impecable Vanessa Kirby

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Querido Teo:

Netflix estrena hoy en su plataforma "Fragmentos de una mujer" llegando en cierta manera con poca promoción y sostenido sobre todo en el trabajo de Vanessa Kirby, que le valió la Copa Volpi a la mejor actriz en el Festival de Venecia. La cinta también se vio en el Festival de Toronto consiguiendo el interés de Martin Scorsese como productor y la distribución internacional a cargo de Netflix. Una película dura, áspera, simbólica y que se sostiene en la interpretación de sus actores y abordando temas como el duelo o las diferentes formas de llevar el dolor para una pareja que seguramente no estaba tan engrasada como para superar el drama al que se enfrentan.

A lo largo de un año en la película se narra el devenir de una pareja de treintañeros, Martha (Vanessa Kirby) y Sean (Shia LaBeouf), que inicialmente destilan libertad, complicidad y ganas de comerse el mundo hasta que sufren un baño de realidad cuando durante el parto en el que van a tener a su primer hijo éste muere nada más nacer. El mayor terror que pueden tener unos padres cuando llevan a cabo los preparativos del gran momento se traduce en una primera media hora tan descarnada como escalofriante en la que se muestra en un plano secuencia manera explícita el proceso de dar a luz, entre contracciones, miedos e inexperiencia, y más cuando cómo es el caso tienen que acudir a una partera (Molly Parker), una suplente de la prevista inicialmente, ya que ambos han decidido tener a su hijo en casa y no acudir al hospital.

Eso es lo que más se va a destacar de una película que, una vez ahí, se mueve entre los añicos de una relación que ya por siempre estará marcada por la tragedia y que ha hecho volar por los aires no sólo la confianza sino realmente el amor en el que se cimentaba la relación, sobre todo por el hecho de que dos almas rotas, a pesar de compartir tragedia, sufren tener necesidades propias y encarar su "vía crucis" de maneras muy diferentes. Es ahí cuando la película se pone más intensa y pomposa abrazando el “indie”, las referencias metafóricas y sobre todo el deambular de dos personas sin rumbo y en las que no caben palabras de consuelo de los que intentan comprender un dolor del que sólo es conocedor quién lo ha vivido.

Es posible que la película a partir de ahí no termine de encontrar el tono y lo que haga es alargar la situación de duelo que ambos llevan a cabo y que se mueve entre el proceso judicial ante la acusación de negligencia médica, que les hará revivir lo ocurrido, o el hecho de tener que poner distancia frente al otro, incluso teniendo otras relaciones, para que mirarse frente a frente no suponga recordar lo sucedido y, a su manera, vuelvan a levantar la cabeza.

Es en ese punto cuando “Fragmentos de una mujer” nos lleva al tono de “La desaparición de Eleanor Rigby” (2014) o la chilena “La memoria del agua” (2015) en la que un trauma minaba a una pareja incapaz de comprenderse y llegar a un punto de convivencia necesitando imperiosamente soltar lastre el uno del otro ante las diferentes necesidades que afloran en ellos representados, más forzada que poéticamente, en los puentes y el gorro de él y en las manzanas y las semillas de ella sobre un Boston que es testigo del cambio de las estaciones, del desangelado invierno al esperanzador renacer de la primavera.

“Fragmentos de una mujer” abraza también el cine de personajes de la década de los 70 pudiendo ser heredera de Bergman y Cassavetes a lo que contribuye el guión de Kata Wéber, pareja del realizador Kornél Mundruczó. Ese tono demasiado denso y, en ocasiones elitista, se eleva gracias al calibre actoral en el que destaca una estupenda Vanessa Kirby en un papel en el que se luce ante el que va a ser uno de los roles de su carrera por mucho más que haga en adelante.

Shia LaBeouf siempre efectivo en esos personajes que le exigen encauzar su habitual rebeldía, aquí como un obrero rudo con cierto complejo de clase que baña su frustración con sus instintos más primarios, y un gusto ver a Ellen Burstyn como la madre manipuladora de ella, una superviviente de los campos de concentración que también viene de una vida baqueteada por el trauma debido a sus orígenes húngaros marcados por la pobreza y que alcanza cotas de magisterio aportando la humanidad necesaria cuando discuten la una con la otra ante sus diferentes perspectivas de enfocar el drama sufrido, el cómo volver a levantar la cabeza y la necesidad o no de justicia que siente cada una, propio de su choque generacional y del contexto social de cada momento al que cada una pertenece.

"Fragmentos de una mujer" va de más a menos pero deja una primera media hora que te deja helado por lo que narra a calzón quitado y un conjunto irregular pero acertado sobre la incapacidad de entender el duelo que nos es propio y que cada uno tiene que aprender a depurar a su modo por muchos abrazos reparadores que los otros intenten dar. Un drama complejo y certero psicológicamente ante una tragedia que, a pesar de su poca probabilidad ante los avances de la sociedad a la hora de tener a un hijo, siempre cierne su sombra como la peor vivencia posible para una persona por lo que tiene de improviso, expectativas rotas y, sobre todo, impotencia que paraliza.

Hay grandes aciertos en la película aunque ésta sufre un valle alargado que va desde la rotunda y descarnada escena del parto, naturalista y llena de tensión, en el que las ilusiones y expectativas quedan truncadas, hasta las sesiones durante el juicio, cerrando el círculo sobre una espiral de venganza, redención y perdón pero también quebrantando en parte el espíritu y coherencia de la cinta para darle un matiz más "peliculero" pero, sin duda, es Vanessa Kirby lo que más va a ser recordado de esta propuesta ante uno de esos trabajos destinados a las grandes actrices y que sirven para catapultar o consolidar carreras.

 

Kirby refleja en su mirada y en el dominio de los silencios esa rabia contenida que no puede dejar brotar fruto de la apariencia y de las convenciones sociales, lidiando con su sentimiento de culpa y presionada por un entorno que es el que le dice cómo tiene que enfocar su dolor y actuar de ahí en adelante aunque en realidad ninguno esté en su piel. Su Martha es compleja pero también instintiva sabiendo que tiene que superarlo, pasar página y volver a ilusionarse pero necesitando hacerlo a su manera lo que servirá para que, durante ese proceso, se manifieste quiénes realmente la quieren de verdad y siempre estarán a su lado por el simple hecho de que no hay ningún amor que pueda compensarse con dinero.

Las dos primeras temporadas de “The crown” hicieron que muchos descubrieran a esta actriz británica de 32 años dando vida a la algo frívola y díscola princesa Margarita, la hermana de la reina. Por su trabajo consiguió el Bafta y la nominación al Emmy en 2018 saltando también a películas de acción como "Misión imposible: Fallout" (2018) y “Fast & furious: Hobbs & Shaw” (2019).

Anteriormente se le pudo ver en televisión en “The hour” (2011) y “Grandes esperanzas” (2011) y en cine en “Una cuestión de tiempo” (2013), “Reina y patria” (2014), “El destino de Júpiter” (2015), “Everest” (2015), “El editor de libros” (2016) o “Antes de ti” (2016). "The world to come", vista en Venecia y San Sebastián en 2020, está pendiente de estreno.

Vanessa Kirby es una de las grandes opciones para hacerse este año con el Oscar a la mejor actriz aunque parece haber sufrido ese tono antipático que tiene una película angustiosa de ver y poco fomentadora del boca-oreja para el público común más allá de despertar el interés para los más cinéfilos o adictos a las temporadas de premios.

De momento los grandes premios de la crítica no se han fijado en ella pero quizá, ante el estreno ya de la película a nivel mundial, los galardones más importantes de la temporada vuelvan a darle aire en una carrera en la que sus máximas rivales a día de hoy son Frances McDormand (“Nomadland”) y Viola Davis (“La madre del blues”). En todo caso, “Fragmentos de una mujer” es un drama de poso hondo, atmósfera opresiva y estética teatral que frente a su incomodidad también permite brillar a una actriz de esas que todo apunta que han llegado para quedarse.

Nacho Gonzalo

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