Conexión Oscar 2020: Director
Querido primo Teo:
La odisea vivida por un joven que se enfrenta a la misión de evitar que miles de soldados británicos caigan en una emboscada alemana durante la Primera Guerra Mundial, una inmersión en la figura del sicario de la mafia que hizo desaparecer al sindicalista Jimmy Hoffa, el ingenio de una familia que lucha para sobrevivir a la miseria, un retrato a un Hollywood en tiempos convulsos y un viaje a la mente de uno de los villanos más conocidos del mundo del cómic. Los directores que están detrás de estas historias son Sam Mendes, Martin Scorsese, Bong Joon-ho, Quentin Tarantino y Todd Phillips. Es evidente que se echan en falta muchos nombres, los de Greta Gerwig ("Mujercitas") y Noah Baumbach ("Historia de un matrimonio") se nos vienen a la mente enseguida, pero no hay que negar que nos encontramos ante una de las categorías más incontestables de las últimas ediciones. Sam Mendes es el principal candidato a la estatuilla por "1917" porque ha llegado en un momento muy oportuno y ha tenido la campaña adecuada.
Bong Joon-ho (Parásitos)
Bong Joon-ho está siendo a sus 50 años la gran sorpresa de esta edición de los Oscar. “Parásitos” ha sido la consagración internacional de este director surcoreano que se dio a conocer con “The host” y que ya sabe lo que es trabajar en el cine en inglés (aunque él no lo hable) con “Snowpiercer (Rompenieves)” y “Okja”. Este cineasta ha sido considerado uno de los mejores de este siglo XXI por su habilidad para jugar con los géneros y es evidente que el éxito de “Parásitos” le ha posibilitado acceder a una liga superior.
Poquito a poco “Parásitos” se ha ido convirtiendo en el verdadero fenómeno cinematográfico de esta carrera al Oscar. Todo comenzó cuando se alzó por unanimidad con la Palma de Oro del Festival de Cannes. La cinta surcoreana es un mirlo blanco, una obra única entre un millón que nos habla de la lucha de clases y que tiene como protagonistas a los miembros de una familia que se las ingenia para lograr trabajar para los adinerados propietarios de una lujosa casa. “Parásitos” es un relato de supervivencia que expone lo peor de la condición humana y en la que todos sus personajes tienen una característica en común: todos actúan como depredadores. La gran virtud de “Parásitos” es que, a pesar de jugar con los géneros, (algo a lo que Bong Joon-ho está muy acostumbrado) no deja de ser sutil y en ningún momento la historia se parece a un circo por muy rocambolesca que nos puedan parecer algunas situaciones. En mayor o menor medida podemos vernos reflejados en lo que cuenta “Parásitos”y por eso este film de Bong Joon-ho ha llegado a muchísimo más de lo que se podía imaginar en un primer momento. Neon ha hecho una campaña que ha ido más lejos de su categoría lógica de mejor película internacional y, a diferencia de lo que ha sucedido con “El irlandés”, ni ha pecado de excesiva ni muchísimo menos de antipática y el equipo del film ha sido el más aplaudido de todos en cada una de las convocatorias de esta carrera. “Parásitos” está siendo muy respetada en la industria, su reparto se llevó el SAG, y luego han sido reconocidos su guión y su montaje pero que sea un film de otra cinematografía no convierte a Bong Joon-ho en un rival a batir sino en una alternativa con posibilidades de ser una seria amenaza.
Sam Mendes (1917)
Este director británico de 54 años ganó el Oscar por “American beauty” hace dos décadas. El éxito de aquella ópera prima de un director curtido en el teatro ha sido una maldición para alguien que jamás ha rodado una mala película ya que no fue candidato al Oscar ni por “Camino a la perdición”, “Revolutionary Road” ni por “Skyfall” que fue un gran éxito de crítica y de público. A otros directores no se les ha exigido tanto.
“1917” supone su regreso a los Oscar y salvo a tu primo predilecto, que le situó en cabeza en los primeros oscarómetros, nadie se esperaba que Sam Mendes terminaría convirtiéndose en el rival a batir de esta edición, de hecho ni siquiera él confiaba en sus opciones de imponerse en los Globos de Oro. No es nada extraño que esté sucediendo eso con la película y que esté siendo ese elemento de consenso que realmente se necesita en los Oscar. “1917” es un alarde técnico al estar rodada en un (falso) plano secuencia que sigue a dos soldados británicos con una complicada misión durante la Primera Guerra Mundial, la de entregar una carta en donde se quiere evitar una emboscada por parte del ejército alemán, pero también es el viaje emocional de un joven que asume su cometido con tal de salvar vidas aunque para ello él pueda morir. Mendes, también guionista y que se ha inspirado en la historia real de su abuelo, es muy sutil a la hora de hablarnos de ese soldado callado que se niega a volver a casa (a diferencia de sus compañeros) porque le destroza la idea de que ese permiso sea temporal. “1917” es portentosa en muchos aspectos, eso le hace gozar de la excelencia que se ha ido galardonando en las últimas ediciones. Además el film está siendo un enorme éxito de taquilla y aún no ha tocado techo. Sam Mendes lo tiene todo a favor para ser el indiscutible rival a batir y su campaña no ha sido nada agotadora. “1917” ha sido la última en llegar y aún no se ha quemado.
Todd Phillips (Joker)
Después de triunfar en la comedia y de redefinir el género más gamberro con “Resacón en Las Vegas” este director de 48 años abandona lo más lúdico con “Joker” en donde narra la historia del origen del megavillano de “Batman”.
A pesar de que “Joker” se ha convertido en uno de los títulos referenciales del 2019, algo que le ha hecho acaparar el mayor número de candidaturas de esta edición, no deja de ser una sorpresa que Todd Phillips haya llegado a ocupar una plaza en este quinteto de directores, sin ir más lejos el Gremio prefirió a Taika Waititi por “Jojo Rabbit”. Hay que admitir que “Joker” es una película difícil que no ha generado ninguna unanimidad y ha sido considerada un alegato a favor de la rebelión violenta. “Joker” no se caracteriza por ser nada sutil para hablarnos de una sociedad con una facilidad pasmosa a la hora de deshacerse de lo que no le es útil sin pensar en sus posibles consecuencias. La polémica alrededor de “Joker”, algo que se pudo comprobar cuando se presentó y ganó en el Festival de Venecia, pudo haber perjudicado a Phillips en su camino hacia la nominación al Oscar pero finalmente no ha sido así. “Joker” llega a los Oscar siendo la más nominada de esta edición pero eso no significa que sea la rival a batir de la noche, de hecho tan solo cuenta con la interpretación de Joaquin Phoenix y su banda sonora como potenciales ganadores. A Phillips se le aplaude el hecho de darle la vuelta a un universo conocido, el de Batman, narrándonos la historia de Arthur Fleck, un aspirante a cómico con una enfermedad mental que termina siendo devorado por su propia locura, y haciéndolo como si fuera un film de la década de los 70 que expone las cloacas de la sociedad. Ha sido el candidato que ha generado menos consenso así que es bastante probable que sea al más débil de los cinco.
Quentin Tarantino (Érase una vez en... Hollywood)
Si el cine de los últimos 25 años ha tenido un icono pop este es sin duda alguna Quentin Tarantino. Este director de 56 años ha sabido trascender muchísimo más allá de eso de dirigir películas. Cada uno de sus títulos son recibidos como un acontecimiento cultural, es además una enciclopedia con piernas que se ha nutrido de todo tipo de referencias, desde las más elitistas a las más bizarras. Ya ha sido galardonado con el Oscar en dos ocasiones por los guiones de “Pulp Fiction” y “Django desencadenado” y hasta el momento se le está resistiendo la estatuilla en el apartado de mejor dirección.
“Érase una vez en... Hollywood” puede ser entendida como una doble carta de amor. La primera es al mundo del cine. Tarantino es al igual que Martin Scorsese un animal cinematográfico, alguien que desde sus primeros días ha sido una esponja que se ha ido empapando de todo lo que ha visto. La segunda es a la ciudad de Los Ángeles de finales de la década de los 60. La matanza en Cielo Drive ocurrida en la madrugada del 9 de Agosto de 1969, en donde murió la actriz Sharon Tate, a manos de miembros de la familia de Charles Manson, es un mero pretexto para que Tarantino nos hable de un Hollywood que estaba viviendo su propia revolución. El sistema de estudios había caído y la industria se estaba deshaciendo de todo lo viejo, muchas de las antiguas estrellas se reciclaron en la televisión y en la serie B rodada en Europa (medio siglo después estamos viviendo una situación muy parecida) mientras que emergieron directores y actores más conectados a las propuestas autorales europeas. Tarantino cambia los hechos, tal y como hizo en “Malditos bastardos”, y nos ofrece su propia visión de aquella época convulsa a nivel social y cultural. “Érase una vez en Hollywood” es uno de esos títulos que nos hacen celebrar la grandeza de su director y también agradecer que sigamos disfrutándolo en la gran pantalla. Son motivos más que suficientes para premiarle finalmente con el Oscar al mejor director pero, lamentablemente, Tarantino necesita un consenso todavía mayor para ser reconocido como algo muy por encima de un excelente escritor. Le tocará esperar.
Martin Scorsese (El irlandés)
Martin Scorsese logró el Oscar por “Infiltrados” que fue su penúltima incursión en el mundo de la mafia. Esa estatuilla sonó a recompensa de una Academia que perdió muchas ocasiones de premiar a uno de los directores que revolucionaron el cine durante la década de los 70 y que es de esas personas que respiran cine. A diferencia de otros cineastas Martin Scorsese no se ha apolillado y sigue teniendo el mismo espíritu que poseía en sus primeros títulos. A sus 76 años es más moderno que cualquier "millennial" con aspiraciones de ponerse detrás de una cámara.
Cuando comenzamos la temporada a finales del mes de Agosto más de uno tuvimos en mente que íbamos a asistir a un monólogo de Martin Scorsese. Por dos motivos: porque “El irlandés” supone la obra de un maestro, en donde expone todo aquello que le ha llevado a ser uno de los directores que han marcado el mundo del cine de las últimas décadas, y por la apabullante campaña de Netflix, decidida a tirar la casa por la ventana para conseguir el Oscar a la mejor película. La compañía de Ted Sarandos no ha disimulado en absoluto su disposición a hacer cualquier cosa para conseguir premios. Esa actitud que ha recordado a los peores tiempos de Harvey Weinstein, de hecho cuenta con su mismo equipo de consultores, y la ojeriza a Netflix que no es vista como una aliada de la experiencia cinematográfica han pasado factura a “El irlandés” que es sin duda alguna una de las obras más redondas del 2019. Desgraciadamente la cinta de Martin Scorsese ha sido víctima de una campaña aplastante que ha durado más de un año (los 70 millones de dólares invertidos en “Roma” fueron para allanar el terreno a “El irlandés”) y ha pasado de ser el indiscutible rival a batir a no ser ni siquiera la alternativa. Scorsese está volviendo a vivir los efectos de una campaña desmedida, aunque por lo menos en esta ocasión no ha sido tan rastrera como la de “Gangs of New York”, Lisa Taback ha aprendido la lección de no hacer firmar una carta a un ilustre académico. El castigo a Netflix y el “no nos digas lo que tenemos que votar” como mensaje de las diferentes asociaciones han hecho que “El irlandés” se haya ido de vacío de las grandes citas de la temporada. A estas alturas Scorsese y su equipo no esperan una recompensa en los Oscar. Una lástima.
El dictamen
Ganará: Sam Mendes (1917)
Alternativa: Bong Joon-ho (Parásitos)
Quiero que gane: Bong Joon-ho (Parásitos)
Echo de menos: Greta Gerwig (Mujercitas)
Mary Carmen Rodríguez
Nunca he entendido cuando se dice “los olvidados en las nominaciones” o, como decís aquí, el “echo de menos”. Salvo en mejor película, candidatos hay solo 5, y el teórico olvidado debe sustituir a uno de los nominados, que en este caso sería un nuevo olvidado, y así hasta el infinito. Salvo que se digan las cosas claras: me falta este candidato porque me sobra aquel otro. Porque curiosamente en todas las categorías echáis de menos a alguien, no hay ninguna que os convenza completamente.
Se dice "los Oscar", de la misma forma que se dice "los Goya" y no "los Goyas".
GM, no sé si lo dices por trolear o lo dices en serio, pero lo de "echo de menos" es simplemente un juego, como el decir "podría ganar fulanito" en categorías en las que ya hay un ganador seguro.
Además, al igual que pasa con el "quiero que gane", es una opinión personal, una película que a la redactora le gustaría que estuviera nominada, nada más. Por algo ese "echo de menos" está escrito en primera persona, no pretende ser una verdad absoluta ni una afirmación categórica de que sea mejor que las nominadas.
Es más, teniendo en cuenta que se estrenan cientos de películas al año, lo raro sería que haya alguien que esté de acuerdo con todas las nominadas de una categoría. En mi caso no es que eche de menos una, sino varias en cada categoría.