Conexión Oscar 2018: Will Poulter, la revelación de "Detroit"
Querido primo Teo:
Hace unas semanas que se estrenó “Detroit” de Kathryn Bigelow, en donde la directora recrea de manera precisa uno de los sucesos ocurridos durante las revueltas civiles de Detroit en el verano de 1967, una de las más graves de la Historia de los Estados Unidos y, a pesar de que haya pasado medio siglo, la situación no ha cambiado. La película no ha funcionado ni de lejos de la manera esperada, es una propuesta dura de roer ya que tiene una estructura que al inicio puede llevar a la confusión y desde luego que no es nada sutil. También se ha considerado políticamente incorrecto que alguien de raza blanca, que pertenece a la clase acomodada, se ponga a rodar una película sobre el racismo. Pero “Detroit” merece ser vista porque nos ha ofrecido dos de las cosas que más deberían ser recordadas de este año; el tramo que se desarrolla en el Motel Algiers, que es una lección magistral de dirección en donde la Bigelow tiene un control absoluto de la tensión en sus 45 minutos de duración, y por la interpretación de Will Poulter que se convierte en el dueño de la película, muy por encima de John Boyega que es el principal reclamo de su reparto.
Pudo ser Pennywise si la adaptación cinematográfica de “It” hubiese seguido en las manos de Cary Fukunaga y es que Will Poulter tiene esa cara que nos hace pensar que nuestra vida puede correr un serio peligro si le vemos por la calle. Si me dicen que junto a Caleb Landry Jones (la versión hardcore de Eddie Redmayne) se dedica a aterrar a las venerables ancianas que acuden los lunes a mi cine de cabecera no tendría problemas para creérmelo. La verdad es que podemos sentir repulsión pero tampoco podemos dejar de mirarle cuando está en pantalla.
Este londinense de 24 años lleva media vida en el mundo de la interpretación. Su primer papel importante lo hizo en la sorprendente “El hijo de Rambow”, en la que un grupo de chavales deciden recrear la mítica “Acorralado” protagonizada por Sylvester Stallone. Y para el gran público se dio a conocer con “Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero del alba”. El actor ha ido creciendo ante las cámaras y en el 2014 el público le concedió el Bafta en calidad de estrella emergente. Ha participado tanto en producciones británicas como en norteamericanas, entre estas últimas “El corredor del laberinto”, “Máquina de guerra” o la oscarizada “El renacido” de Alejandro González Iñárritu.
Para un actor un personaje como el de Philip Krauss, un policía racista que se convierte en la absoluta encarnación del mal es un regalo. Para Will Poulter fue una auténtica pesadilla, de hecho define esa experiencia como estar atrapado en un horno. Cuando fue elegido para el papel se llenó de inseguridades porque no se sentía capaz de meterse en los zapatos de alguien que es un auténtico sádico y con el que no tiene similitudes más allá del color de su piel. Se entrevistó con varios policías que vivieron los disturbios, algunos son de los que han considerado que eso de la “presunción de inocencia” es una falacia cuando se está ante un hombre negro. Con su interpretación dejó noqueada a la propia Kathryn Bigelow que ha llegado a decir que Poulter cogió un personaje que ya estaba muy bien escrito en el guión y que ha hecho algo portentoso con él, y es que sin duda nos deja sin aliento cuando está en escena.
Lo único malo es que es un personaje que apenas tiene matices. Y esa ha sido una de las cuestiones que más se han criticado al guión escrito por Mark Boal, que logró el Oscar por “En tierra hostil”. Philip Krauss, que en “Detroit” es presentado como el principal instigador de los crímenes del Algiers, no existió en la realidad sino que es la representación de varios de los policías que estuvieron en las calles de Detroit durante aquellos convulsos días. Fue una decisión de Boal y Bigelow ya que consideraban que aún era muy arriesgado acusar directamente a los policías que en su día fueron absueltos de los crímenes, aunque el tiempo demostrase que no se hizo justicia. Krauss ha sido definido como “la culpa blanca”; es racista, es capaz de disparar a alguien por la espalda y cuando entra al Motel Algiers, tras escuchar unos disparos, saca a la bestia que lleva dentro.
Este aspecto, y que “Detroit” no haya sido algo cercano al éxito, pueden dificultar el camino de Poulter hacia la nominación al Oscar, aunque Annapurna Pictures ya haya comenzado a hacer campaña por él sabiendo que puede ser su única baza para estar en la carrera. Probablemente en otra década ya estaríamos hablando de un virtual favorito al galardón. Independientemente del papel que tenga a lo largo de los próximos meses, vale la pena descubrir el potencial que puede tener este actor británico.
Mary Carmen Rodríguez