Conexión Oscar 2017: El caso de Adam Driver

Querido primo Teo:

Si has seguido los premios de la crítica, y aún quedan unas 1.500 asociaciones de medio pelo que se pronunciarán en las próximas semanas y que solamente son paja para las histéricas de Twitter, te habrás dado cuenta de que Casey Affleck está dominando claramente la categoría de mejor actor por su trabajo en “Manchester by the sea”, se ha llevado tres de los grandes y el Critics´Choice (que hace mucho que dejaron de ser la alternativa seria de los Globos de Oro, han ampliado tanto el número de sus categorías que están a muy poco de entregar el de la “mejor actuación con pestañas postizas” y el año pasado se cubrieron de gloria al nominar a posteriori a “Star Wars: El despertar de la fuerza” porque se había convertido en un bombazo). Uno de los pocos que está recogiendo las sobras de Little Affleck es Adam Driver por “Paterson”, de hecho se llevó el premio de la prestigiosa (aunque no tan influyente en la carrera) Asociación de Críticos de Los Ángeles, básicamente porque no siempre cae en la inercia.

Este infante de la Marina que nunca entró en combate y que salió de las Fuerzas Armadas tras partirse el esternón en un accidente con una bicicleta se recicló en el mundo de la interpretación, que era su verdadera vocación aunque veía que no iba a ganarse la vida siendo un actor. Ya se había curtido en el teatro, y puesto en las manos de Clint Eastwood, que le dirigió en “J. Edgar”, cuando se dio a conocer al dar vida a Adam el novio cafre de Hannah en “Girls”, la serie creada por Lena Duhman que se ha convertido en el referente de los millennials y que le ha llevado a ser nominado en tres ocasiones al premio Emmy.

En menos de un lustro este actor de 33 años ha sido proclamado “The next big thing” trabajando con Steven Spielberg ("Lincoln"), los hermanos Coen ("A propósito de Llewyn Davis"), Noah Baumbach ("Frances Ha" y "Mientras seamos jóvenes"), Jeff Nichols ("Midnight special"), Jim Jarmusch, Martin Scorsese (es uno de los sacerdotes jesuítas de "Silencio") y Steven Soderbergh (en la inminente "Logan Lucky"). En el año 2014 le ganó a Michael Keaton la Copa Volpi del Festival de Venecia por su interpretación en  “Hungry hearts". Y se ha convertido en el villano del renacimiento de la saga “Star Wars”. Para interpretar el papel de Kylo Ren no necesitó hacer ninguna prueba y lo aceptó porque, además de que le pagaban muy bien, era una película idónea para que le viesen actuar los hijos de sus amigos (porque no es procedente ponerles cualquier temporada de "Girls").

Cuando estudió interpretación en Juilliard nadie apostaba por su éxito. Era el raro de la clase, un chico más bien callado que apenas se relacionaba con los demás, y con un físico que está muy alejado de cualquier canon de belleza, difícilmente sea elegido como el "hombre vivo más sexy" por la revista People aunque tenga cierto predicamento. Hoy Adam Driver se ha convertido en una estrella a su pesar. Él no disfruta de las fiestas, ni cultivando una vena payasa en sus intervenciones en los medios de comunicación (es amable con la prensa porque es consciente de que forma parte de su trabajo) y no ha caído en el postureo de las redes sociales. Él prefiere rodearse de su familia y amigos, y su único objetivo es que le ofrezcan buenas historias.

Consiguió su sueño de trabajar con el director Jim Jarmusch que le ha regalado una de esas buenas historias en “Paterson”. El film no deja de ser una muestra de valentía por su ausencia de grandes conflictos. Solamente sigue el día a día durante una semana de un conductor de autobuses con alma de poeta, tiene una novia que le adora y su perro le odia (Marvin, ese bulldog inglés que es el mejor personaje secundario del cine del 2016). Driver borda la interpretación de un hombre completamente normal y corriente, no tiene taras y tampoco cae a los infiernos. Cuando el film se presentó en el pasado Festival de Cannes automáticamente se le metió en la lista de aspirantes al premio al mejor actor pero se quedó en la cuneta. Y salvo las menciones de la crítica obtenidas en las últimas semanas le sucederá lo mismo en la carrera al Oscar. “Paterson” es una película demasiado pequeña en su concepto y lo que hace Driver, aunque sea encomiable, es tan sutil que ha quedado totalmente eclipsado. Una lástima.

Mary Carmen Rodríguez