Conexión Oscar 2015: Película

Querido Teo:

Tras tres años consecutivos con 9 nominadas, este año la Academia se quedó con 8 propuestas. Desde el cine de autor (“Boyhood”, “El Gran Hotel Budapest”), el arriesgado (“Birdman”), el convencional (“The imitation game”, “La teoría del todo”), la incógnita de la carrera (“Selma”), el de nombres veteranos (“El francotirador”) y el de nuevas promesas (“Whiplash”). Eso sí, todo lo que oliera a oscuridad tortuosa ha quedado fuera del consenso académico necesario para alcanzar la nominación. Ni rastro de “Foxcatcher”, “Perdida” o “Nightcrawler”, a pesar de la nominación de Bennett Miller la primera, el éxito de crítica y público de la segunda, y el reconocimiento de los Gremios de la tercera. Eso sí, aunque el cóctel de películas nominadas pudiera ser mejorable la verdad es que, por primera vez en muchos años, la carrera está más abierta que nunca y realmente es complicado mojarse por alguna opción.

Película

Las candidatas

“Birdman” (9 nominaciones)

Cuando parecía que la película de Alejandro González Iñarritu iba a convertirse en el nuevo “Lincoln” (la más nominada en todos los premios de la carrera pero lejos de pelear por el triunfo), los tres Gremios más importantes (productores, actores y directores) se inclinaron por la propuesta del mexicano por delante de la hasta ese momento intratable “Boyhood”. Sólo “Apolo 13” perdió el Oscar ganando estos tres premios pero no hay que olvidar que desde 1981 ninguna película ha ganado el Oscar sin ser candidata a montaje. Y esa no es la única nominación importante que ha perdido la película quedando fuera (por diversas razones) de diseño de producción y música. Es más, teniendo en cuenta que algunos apuestan por Linklater como director, Redmayne como actor y Anderson como guionista, ¿podría “Birdman” ganar mejor película sin obtener ninguno de estos premios? Es más, las películas sobre el mundo del espectáculo y de la propia industria no han terminado de funcionar a nivel de premios (salvo las muy amables y bienintencionadas como “The artist”). “Birdman” es una película árida, compleja, punzante e irónica pero con un plano secuencia ficticio que se presenta como toda una proeza técnica. ¿Será la opción de consenso ante una Academia que en muy pocas veces ha pecado de transgresora? En todo caso, ser la película más nominada, el oxígeno de los Gremios, el prestigio de Iñarritu y ser la que tiene más empaque de todas las contendientes, la convierte en una gran opción para el triunfo.

“El Gran Hotel Budapest” (9 nominaciones)

“El Gran Hotel Budapest” es una slapstick comedy de altura con sabor a cine clásico de los 30 y 40 pero con ese toque estético inconfundible en el cine de Wes Anderson, tan hechizante como cargante, pasando de los tonos amarillos de “Moonrise kingdom” a los morados de un entorno que alcanza un punto de locura cercano al que tuvo “Four rooms”, también ambientada en un escenario similar. Tiene su toque excéntrico y satírico, a la par que melancólico, que la llena de encanto dándole un tono bufo que da al conjunto un aire carnavalesco sin llegar a lo ridículo y sin renunciar a moverse en un tono muy próximo al cine negro investigando un misterioso crimen. Todo con un tono de fábula que perfectamente podría ser la ensoñación que cuenta a un escritor británico el dueño del hotel cuando sólo era un joven refugiado. Una película bañada de mucha ironía y nostalgia en la que todos los personajes despiertan una gran ternura, a pesar de que algunos no necesitan muchos minutos para terminar brillando en un reparto coral y bien conjuntado que se mueve en su salsa en un periodo de entreguerras cercano al esperpento bordeando el desenfreno y la locura y jugando con las analogías a la hora de retratar a unos nazis paródicos y de manual en este Hotel en forma de gran maqueta que es prácticamente un oasis frente a la desmembración de la Europa totalitarista que transcurre fuera de sus paredes. Un divertimento en formato de caramelo rosado con el que Wes Anderson (¡quién se lo hubiera dicho!) ha llegado a los Oscar como la opción más nominada junto a “Birdman”. Además, su dominio en apartados técnicos puede convertirla en la opción más premiada de la noche aunque su triunfo en película se antoja ilusorio ya que suponemos que para bastantes académicos el estilo de Anderson también será bastante chirriante e invasivo como para elegirla mejor película del año.

“The imitation game” (8 nominaciones)

Seremos unos ilusos pero “The imitation game” todavía no está acabada en esta carrera. Sólo ha ganado el premio del público de Toronto y no ha ganado ni un mísero premio en ninguna categoría pero la película puede verse beneficiada de un voto preferencial en las papeletas que puede terminar realzando las opciones de la película como opción de consenso. “The imitation game” ha llegado a los Oscar con 8 nominaciones estando presente en todas las categorías en las que podía constar algo que, por ejemplo, no puede decir “Birdman” con sus ausencias, por distintas razones, en montaje, diseño de producción  y música. Y es que hasta Morten Tyldum, siendo su dirección lo más criticado y discreto de la cinta, pudo colarse en el quinteto por delante de dos trabajos mucho más enérgicos como el de Damien Chazelle por “Whiplash” y Clint Eastwood por “El francotirador”. No es garantía de nada, miremos como el año pasado “La gran estafa americana se desinfló a pesar de sus 10 nominaciones, pero la diferencia es que a estas alturas hace un año la carrera estaba mucho más enfocada a favor de “12 años de esclavitud” y “Gravity”. “Boyhood” y “Birdman” no dan tal sensación Y es que la película de Morten Tyldum no sólo tiene el indicador de Toronto a su favor, lo que revela que puede ser una opción de peso para el sistema de papeletas preferenciales, sino que por lo general no ha sido mal recibida por la crítica y el público. Y es que la recepción en España, por ejemplo, ha sido más positiva de lo que se pensaba, reconociendo sus defectos y convencionalismos, pero alabando el conjunto de la historia y en como cumple con todos los elementos de los que dispone ofreciendo un trabajo más que digno y también con un puntito emocional de la que carecen las otras dos favoritas, sobre todo si se intenta jugar la carta del héroe y mártir que encarna Benedict Cumberbatch, siendo (al igual que el año pasado con la esclavitud) una manera de expiar las culpas por el olvido y menosprecio a un personaje clave del siglo XX sin el que, posiblemente, la sociedad de hoy no sería la misma. Una opción que, con los datos de la carrera en la mano, podría estar más que desinflada aunque creo que el sistema de votación le beneficia y en una categoría tan abierta (y con Harvey acariciando a su gato) podría haber sorprendente giro de los acontecimientos a su favor, sobre todo, si termina llevándose premios que se antojan vitales para la cinta como es el de guión adaptado y el de música.

“Boyhood” (6 nominaciones)

Poco nuevo se puede decir a estas alturas de “Boyhood” que ha sido, bien por la premisa o bien por su calidad, la película más comentada de la temporada desde que Linklater presentó en el Festival de Berlín la película ni un año después de cerrar (de momento) la trilogía de Jesse y Celine. Mucho se ha dicho del reto que supone presentar una historia rodada durante 12 años en los que el director ha puesto la cámara para ver la vida pasar y también mostrar la evolución de un niño hacia su juventud marcada por esos momentos de una vida, los recuerdos que no se sabe bien porque pero siempre están asociados a nosotros y que son su despertar al mundo. La cinta cuenta con una impecable banda sonora que ayuda a hacer las transiciones de año a año y llena al conjunto de encanto y nostalgia, mientras vemos a Ellar Coltrane (quizás un protagonista demasiado soso) creciendo y viviendo entre dos padres separados desde su infancia hasta que está preparado para vivir la vida adulta tras ser un mero espectador hasta el momento, un Ethan Hawke que cada vez es mejor actor en un personaje muy bien dibujado (gran momento cuando regala a su hijo un disco de The Beatles) y una Patricia Arquette que sufre en sus propias carnes el paso del tiempo y se luce como madre que se ha sacrificado por sus hijos sin pedir nada a cambio pero que empieza a sentir el síndrome del nido vacío cuando estos crecen tras tener la custodia. Salvo el empuje final de “Birdman” ante los Gremios, ha sido la película que ha dominado la temporada de premios, y habrá que ver si la modesta IFC Films ha podido llegar al día decisivo con la fuerza suficiente para que no se viera adelantada por alguna otra opción. Una película que no deja indiferente entre sus fans (a los que le toca el alma) y a los detractores (los que no consideran que la premisa la convierta en mejor película). En todo caso, el recorrido vital del joven Mason mirando al horizonte ante todo lo que está por venir es la mejor postura que se puede adoptar a la hora de comprobar por donde sopla el aire de estos imprevisibles Oscar que, en el caso de premiar a la cinta, sería uno de los años que más en consonancia está con el sentir de la crítica en general ya que no hay que olvidar que “Boyhood” terminó el 2014 encabezando el listado de infinidad de publicaciones y asociaciones de críticos.

“El francotirador” (6 nominaciones)

“El francotirador” fue de menos a más en esta carrera y se plantó en los Oscar con 6 nominaciones, a pesar de que el veterano Clint Eastwood no se pudo convertir en el director más mayor en ser candidato a la estatuilla. La película se ha encontrado además con un inesperado éxito de taquilla que ha hecho acrecentar el runrún de que la película podría ser la tapada ante la gran visibilidad que ha tenido durante el periodo decisivo de votación. Más de 300 millones de dólares en USA convierten a la cinta en todo un hit, inexplicable teniendo en cuenta que la cinta tampoco es que sea la clásica que rompe taquillas por muy bélica que sea, tenga escenas de acción y a Bradley Cooper como reclamo. Se antoja complicado que la cinta pueda hacer algo en estos Oscar, por más que infructuosamente se intente dar emoción a la carrera, pero la película podría arañar algo en las categorías de sonido y, porque no, colocar a Bradley Cooper en una mejor posición de la que pensamos. En todo caso, la impersonalidad e incluso tedio que desprende en algún momento no la convierte en la opción más apetecible para cosechar el Oscar, más cuando estas películas siempre viven con la polémica de hasta qué punto se ha adoptado el tono correcto a la hora de enfocar la historia.

“La teoría del todo” (5 nominaciones)

“La teoría del todo” ha subsistido toda la temporada como una de las fijas en la carrera por el Oscar y no se ha descolgado en ningún momento. Nominación al Oscar, Globo de Oro, Bafta, Gremio de Actores y demás es solamente una forma de ver cómo ha calado la propuesta. La película es clasicista en forma pero en ningún momento se hace aburrida gracias a la energía y claridad con la que desarrolla la historia, aunque sea algo torpe a la hora de explotar algunos recursos (musicales y estéticos) en algunos de sus clímax. Por lo demás, es elegante, cuidada y presentada con el empaque necesario para llegar al público y ofrecer un producto más que digno, manteniendo bien la historia el equilibrio entre la faceta profesional, marital y de enfermedad en la que se mueve un personaje clave del siglo XX que encuentra un biopic modélico que le hace mucha justicia (perfecto complemento del documental de Errol Morris “Breve historia del tiempo”) aunque, en definitiva, sea más que nada una gran historia de amor más allá de las trabas y obstáculos que pone la vida por el camino. Sensible, melancólica y apasionante por momentos, el trabajo titánico de transformación sin efectismos que acomete Redmayne, transmitiendo mucho y conforme pasa el tiempo precisando de menos recursos físicos para ello siendo la mente y el magnetismo lo que favorecen su trabajo, y la franqueza, encanto y determinación con la que aborda el papel Felicity Jones como la mujer y madre de los tres hijos de uno de los responsables de la difusión de las teorías científicas sobre el espacio/tiempo, hacen de “La teoría del todo” una apuesta que tiene todos los mimbres para convencer a un amplio espectro de público sin renunciar a la calidad y a una de esas historias que merecían la pena ser contadas por el alto valor humano que desprenden. Eso sí, aunque no tenga ninguna opción en película (James Marsh consiguió la nominación al Bafta como director pero no pudo repetirlo en más premios) podría salir más que bien parada si gana mejor actor y se lleva algo más como guión adaptado o música.

“Whiplash” (5 nominaciones)

“Whiplash” es una de las sorpresas cinematográficas del año al conseguir sacar partido de todos los elementos con los que juega y pivotar con ellos de tal manera que les imprime un ritmo energético y un punto de suspense que te deja con la boca abierta, sin respiración, con lágrimas a punto de caerte por la mejilla y con ganas de apretar el puño por la rabia del sudor del esfuerzo casi inhumano hasta la consecución de algo. Un vibrante homenaje a la pasión y el perfeccionismo musical, que no necesita bordear ese género para tener más ritmo y sentido del espectáculo que algunas adaptaciones de obras de Broadway. Su logro es crear una gran atmósfera y manejar bien esa gran tensión entre lo dictatorial y lo paternal que ejerce el profesor de música que acoge en sus clases a un impulsivo y pasional joven aspirante. La cinta te deja exhausto gracias a la atmósfera que consigue y el ritmo que imprime por un perfecto y endiablado montaje casi esquizofrénico, teniendo además esa parte redentora y de superación que después de golpearnos todos los sentidos lo que hace ya es que se gane nuestro corazón. Reinando la anarquía llega a lo máximo como una buena composición de jazz virtuosista en la que la sangre y la saliva son muestra de la transpiración de este entrenamiento militar en el que sobrevuela la sombra de Charlie Parker. Lo que empezó como sensación de Sundance pasó a ser una opción de Oscar segura para J.K. Simmons para después ir creciendo y plantarse con 5 candidaturas en estos Oscar. Para muchos es la película del pueblo (una especie de “El lobo de Wall Street”, “Gravity” o “Her” el año pasado) y el consenso podría beneficiarle, más si, además del consabido Oscar de actor de reparto, acaba arañando algún otro premio importante en el que ha ido colocándose como seria alternativa, siendo el caso de guión adaptado o montaje.

“Selma” (2 nominaciones)

La incógnita de esta carrera. De críticas de auténtica ganadora a conseguir la nominación por mero postureo, si tenemos en cuenta que la cinta sólo ha sido contemplada además en mejor canción, que no deja de ser un elemento externo a la película. Por eso las críticas sobre el carácter racista de la Academia no han tardado en aparecer. A pesar de todo, “Selma” es un conjunto bien dirigido y presentado pero ni mucho menos una película que se merezca la nominación incontestablemente. Un conjunto vibrante y emocional que radica toda su fuerza en un ajustado guión, un estilo de dirección intenso y efectivo y una excelsa interpretación de David Oyelowo como Martin Luther King. Si los Oscar están dispuestos a seguir apostando por las incongruencias que dejaron las nominaciones tendrían que premiar por primera vez a la película con menos nominaciones de todas las candidatas pero, indudablemente, el que el año pasado se considerara que se saldaba la deuda con el sector afroamericano ha pesado en contra de una película que, por otro lado, también se merece calificativos de académica y convencional como otras películas de esta carrera. No convirtamos a la película en un mártir innecesariamente.

El dictamen 

Ganará: Boyhood
Alternativa: The imitation game
Quiero que gane: Birdman
Echo de menos: Foxcatcher

Nacho Gonzalo