Conexión Oscar 2015: ¿Ganarán por fin Roger Deakins y Alexandre Desplat gracias a Angelina Jolie?
Querido Teo:
Llevamos ya siete oscarómetros esta temporada y no ha habido ningún cambio en el liderato de mejor película. A pesar de que nadie ha visto todavía “Invencible (Unbroken)”, el segundo trabajo como directora de Angelina Jolie, no hemos encontrado otra apuesta que tenga potencial (a priori) para quitarle esa pole position de la carrera. Y es que si “Foxcatcher” y “Birdman” parece que no son más que favoritas ficticias de pretemporada, tampoco "The imitation game" ha logrado que estar bajo el manto de los Weinstein y triunfar en Toronto le dé para dominar la carrera en estos, por el momento, primeros latidos de la carrera. Y sí, aunque "Boyhood" y "Perdida" puedan ser más grandes que la vida (cada una en su estilo) tampoco parece que vayan a llegar como favoritísimas al triunfo. Mientras vemos si se consolidan o no en el futuro las opciones de la cinta de Jolie, la cinta sí que puede ser un trampolín al Oscar para un par de nombres a los que la suerte del premio les ha sido esquiva. Angelina se ha juntado con los mejores (no hay que olvidar que los Coen participan en el guión) y también ha contado con Roger Deakins en la dirección de fotografía y Alexandre Desplat en la música, dos nombres que de tanto tocar el Oscar pueden este año gracias a Angelina (su progresión de chica chunga a madrina misionera debería enseñarse en las escuelas) llevarse por fin el premio a casa.
El caso de Roger Deakins no deja de ser llamativo. A sus 65 años está considerado uno de los maestros en el campo de la dirección de fotografía y, a pesar de llegar como favorito en varias ocasiones, Deakins no ha conseguido en materializar en premio ninguna de sus 11 candidaturas al Oscar. Ha sido candidato por “Cadena perpetua” en 1995, “Fargo” en 1997, “Kundun” en 1998, “O Brother!” en 2001, “El hombre que nunca estuvo allí” en 2002, “No es país para viejos” en 2008, “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” en 2008, “The reader” en 2009, “Valor de ley” en 2011, “Skyfall” en 2013 y “Prisioneros” en 2014. Especialmente curioso es que el año de su doble candidatura por trabajar bajo las órdenes de Andrew Dominik y los hermanos Coen, respectivamente, partía como favorito por ofrecer dos trabajos elegantes, fascinantes y heterogéneos, siendo batido por el trabajo de Robert Elswit en “Pozos de ambición”. Quizás más que la división de votos, a Deakins le perjudicó que su gran trabajo del año (sin duda en el de la película protagonizada por Brad Pitt y Casey Affleck) fuera en una cinta que no logró colarse en las principales categorías, algo que siempre ayuda a la hora del reparto del botín de los premios.
En 2011 volvió a partir como indiscutible favorito por “Valor de ley”, una labor compleja y completa ofreciendo una gran gama de tonalidades entre cálidas y frías para retratar esa búsqueda que emprendían los personajes de Jeff Bridges, Matt Damon y Hailee Steinfeld. A pesar de que la película fue disparada en el número de candidaturas, llegando hasta las 10, se fue de vacío y la más ampulosa y futurista creación de Wally Pfister para “Origen” se llevó el gato al agua. Eso sí, Deakins siempre ha tenido el respeto de sus compañeros del Gremio de Directores de Fotografía que le han concedido el premio en tres ocasiones (“Cadena perpetua”, “El hombre que nunca estuvo allí” y “Skyfall”) además de concederle un honorífico en 2011. Más suerte ha corrido también en los Bafta con tres premios (“El hombre que nunca estuvo allí”, “No es país para viejos” y “Valor de ley”) ¿Cambiará su suerte en los Oscar definitivamente con esta historia real de épica y superación? Desde luego este año (aunque eso se repite siempre mucho en su caso) parece tener viento a favor.
Si lo de Deakins es uno de esos expedientes inexplicables (como el caso de Thomas Newman en la rama musical), lo de Alexandre Desplat está claro que es cuestión de tiempo. El compositor francés de 53 años ha demostrado no sólo ser uno de los mejores en su campo (compartiendo generación con los ya oscarizados Dario Marianelli y Michael Giacchino), sino también en ser un currante que encadena trabajos a un ritmo febril y que la Academia siempre ha tendido a valorar quedándose ya en seis ocasiones a las puertas del galardón. Quizás su mayor problema es que se le ha nominado siempre no por su mejor composición del año, sino por la perteneciente a la película con más peso en las nominaciones a los Oscar. Por eso el año de “El velo pintado” (ganó el Globo de Oro) fue candidato por “The Queen” , el año de “El escritor” por “El discurso del rey” o el de “El origen de los guardianes” por “Argo”. Atesora seis nominaciones en ocho años (“The Queen” en 2007, “El curioso caso de Benjamin Button” en 2009, “Fantástico Sr. Fox” en 2010, “El discurso del rey” en 2011, “Argo” en 2013 o “Philomena” en 2014) y, aunque nunca ha llegado como indiscutible favorito (al contrario que Deakins), siempre ha sido una alternativa seria a premio como el año en el que “Slumdog millionaire” dinamitó sus opciones a ritmo de Bollywood frente a la cuidada y elegante música para la cinta de Fincher, o cuando no pudo sumar el premio al botín de las ganadoras del Oscar a mejor película "El discurso del rey" o "Argo", al ponerse en su camino la electrónica de Trent Reznor y Atticus Ross para “La red social” o la soñadora composición de Mychael Danna por “La vida de Pi”. El año pasado pudo haberse llevado el premio por “Philomena” pero su correcta, bonita y tarareable composición nada pudo hacer ante el magno trabajo de Steven Price para “Gravity”.
No obstante, Desplat no sólo tiene una baza este año (eso ya es habitual) ya que también ha participado en “The imitation game”, “El Gran Hotel Budapest” e, incluso, “Godzilla” y “Monuments men”, siendo la música los mejores aspectos de estas películas tan vapuleadas. ¿Será este su año? ¿Podrá optar a su primera doble candidatura o su (presumible) épica y lirista composición para la adaptación al cine del atleta y soldado Louis Zamperini hará que le veamos por fin con el Oscar? Desde luego pocos pondrían peros a ver a estos dos grandes nombres del cine contemporáneo con un premio que ya se merecen desde hace tiempo.
Nacho Gonzalo