Conexión Oscar 2013: Película de animación
Querido Teo:
Pixar quiere recuperar el trono animado tras quedarse sin candidatura el año pasado por “Cars 2”. Lo tiene difícil ya que si “Brave (Indomable)” ha sido la que más ha recaudado de todas las nominadas en este apartado, su huella dentro de la filmografía de Pixar es un poco endeble. De todas maneras, seis películas de la compañía han ganado hasta ahora en la categoría más joven ya que fue instaurada en 2002. Es el cuarto año en el que son cinco las nominadas en esta categoría lo que demuestra el buen momento del género que, si bien no deja en esta edición ninguna obra maestra, raya en un nivel notable con cinco apuestas que se merecen el premio por diversos motivos.
Las candidatas
Primera película de la compañía con una protagonista femenina como joven arquera rebelde que se destina al convencionalismo de la época y al destino de princesa que sus padres le imponen. Es verdad que es la cinta que más ha recaudado (con 530 millones de dólares en todo el mundo), pero se demuestra que la Academia no la considera dentro de lo mejor de Pixar porque esta es la única nominación que ha conseguido, cuando no hace mucho era habitual ver a cintas de Pixar nominadas en las categorías de guión, sonido, y, sobre todo, en las musicales. Una pena porque el trabajo de Patrick Doyle en la banda sonora era muy nominable y alguna de las canciones podía haber terminado colándose. Al final la película parte en igualdad de condiciones respecto a las otras candidatas. Las críticas no la han acompañado, pero siempre se ha destacado para bien su aire ligero y el gran acabado técnico que se manifiesta en el reflejo de las Highlands escocesas y en esa revoltosa melena pelirroja que ondea al viento de su libertad la protagonista. La taquilla, el Globo de Oro y el sello de Pixar son su mejor arma, pero este año la compañía no ha marcado la diferencia dejando huella con una historia que no va más allá del entretenimiento y el alegato feminista a partir de la historia creada por Brenda Chapman (con tintes autobiográficos sobre la relación de ella con su hija) dirigida por ésta (que ya fue codirectora en “El príncipe de Egipto” en 1998 y que ha pasado por Dreamworks, Aardman y Pixar) y Mark Andrews.
Tim Burton es un icono moderno del cine, aunque no viva su mejor momento artístico. En 2012 presentó la descacharradamente vistosa y decepcionante “Sombras tenebrosas” y su vuelta al cine animado convirtiendo en largometraje el corto que presentó en 1984. Su película, por tanto, no tiene ese efecto novedad porque parte de una historia conocida, además de estar repleta de mil y una referencias a los clásicos de terror de la Universal. Todo ello es un arma de doble filo, ya que algunos lo interpretaran como un atractivo homenaje a los maestros, mientras que para otros demuestra la escasez de ideas y la desgana actual de Burton en su carrera. Estaría muy bien ver a Tim Burton con un Oscar, pero hasta ahora la Academia le ha relegado a la categoría animada ya que su única nominación personal hasta la fecha vino por su anterior trabajo en este campo, “La novia cadáver” en 2006. Ese año parecía que tenía mayores opciones y perdió frente a “Wallace & Gromit: La maldición de las verduras” de Aardman. Varias asociaciones de críticos como Boston y Los Angeles han premiado a la película, pero no se ha llevado ningún reconocimiento verdaderamente destacable. Además, los pobres 69 millones de dólares que ha recaudado en todo el mundo tampoco la ayudan.
"El alucinante mundo de Norman"
Tras la nominación conseguida por “Los mundos de Coraline” en 2010, el modesto pero inquieto Estudio Laika vuelve a colocar a una de sus apuestas entre las candidatas, dirigida en este caso por Chris Butler y Sam Fell. “El alucinante mundo de Norman” es una de las cintas mejor tratadas por la crítica este año en el campo animado, a pesar de que la historia no termina de ser todo lo atrayente que promete. Una cinta sobre un marginado que habla con los muertos en una ciudad repleta de zombies en lo que es un homenaje a la serie B con indudables referencias burtonianas. Una historia rodada en stop motion en 3D que tiene importantes problemas en el ritmo de la trama siendo ese su principal lastre. Una buena opción que consigue una justa nominación pero que no merece más.
No se contaba mucho con ella a pesar de que el Estudio británico Aardman siempre ha tenido buena acogida en los Oscar, aunque más a través de los muñecos de plastilina de Wallace & Gromit, que ganaron dos Oscar en la categoría de cortometraje y otro en la de largometraje en 2006. Ahora presentan una divertida historia dirigida por Peter Lord y Jeff Newitt en la que la fina ironía inglesa se da de la mano con la técnica de stop motion en 3D que implica que cada movimiento lleve dos o tres días de trabajo. Un esfuerzo titánico, y poco reconocido, que al menos se lleva el apoyo de la nominación. Un pirata obsesionado por llevarse el premio al mejor del año, y la presencia de la caprichosa reina Victoria y de Charles Darwin, presenta un divertido cóctel que adapta la saga de libros de Gideon Defoe con un estilo de humor muy cercano al de los Monty Python. La presencia de la película en la carrera de premios ha sido prácticamente nula, y la nominación es todo un premio más cuando es la única apuesta no americana del quinteto.
Disney homenajea a la cultura audiovisual de los 80 a la hora de retratar a un villano de videojuego harto de serlo. No ha sido el éxito de crítica y de público que se esperaba, a pesar de que lleva más de 350 millones de dólares en todo el mundo, pero la cinta es la favorita para alzarse con el Oscar y darle a la compañía de Mickey Mouse su primera estatuilla en solitario en esta categoría, algo que demuestra la crisis creativa que ha vivido la compañía en los últimos años tras su segunda (o tercera) edad de oro en los 90. Las continuas referencias a una época provocan la nostalgia y son su mejor arma para hacerse con un premio que no tiene claro ganador. Un gran acabado técnico, y una historia que emociona y entretiene, hacen de esta película la clara muestra de la retroalimentación que implica la colaboración entre Pixar y Disney. Aunque esta última la firme en solitario, la influencia de la compañía del flexo es más que evidente. La cinta de Rich Moore (en su primer largometraje en el cine tras supervisar en la dirección dos series animadas de referencia como “Los Simpson” y “Futurama”) viene de triunfar en los Critics´Choice y en los premios Annie, lo que la convierte en nuestra apuesta, aunque por méritos propios en un año de nivel notable en este apartado, pero desgraciadamente no sobresaliente.
El dictamen
La apuesta: ¡Rompe Ralph!
La alternativa: Brave (Indomable)
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Nacho Gonzalo
Este año ha sido el más flojo de Pixar con diferencia (¿desgaste, falta de ideas o simplemente año malo?), por lo que yo también apuesto por Rompe Ralph..
Ahora bien, me moriría por ver ganar a Burton un oscar, aunque sea uno de menor categoría...
James Moriarty (@SirJMoriarty)