Conexión Oscar 2013: Los guiones

Querido Teo:

Los guiones son un apartado imprescindible para sustentar el triunfo de una película en los Oscar. De las 84 ganadoras, 54 se llevaron también este premio, aunque bien es verdad que a veces también sirve para reconocer a una película que tiene en ese premio su techo al no considerar la Academia que merece premios mayores. El año pasado lo vivimos especialmente con los triunfos de “Midnight in Paris” y “Los descendientes” y, anteriormente, hemos visto favoritas que se contentaron con ese premio como “Pulp fiction”, “Fargo”, “Gosford Park”, “Lost in translation”, “Pequeña Miss Sunshine” o “Juno”. Este año, especialmente la categoría de guión adaptado, es la que puede marcar la tendencia ganadora de una futura triunfadora.

Los candidatos

Guión original

Michael Haneke (Amor)
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Quentin Tarantino (Django desencadenado)
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John Gatins (El vuelo)
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Wes Anderson y Roman Coppola (Moonrise kingdom)
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Mark Boal (La noche más oscura)
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Michael Haneke entra por la puerta grande de los Oscar con “Amor” y, teniendo en cuenta la gran acogida de la cinta, es poco probable que salga sólo con ese premio. Estando nominado a mejor director y mejor guionista es muy previsible que la Academia (que de vez en cuando le gusta abrazar el sello de autor más europeo) quiera darle a Haneke un premio individualizado por su labor. Con la categoría de mejor director siempre más complicada, Haneke es nuestro favorito en este apartado por haber sabido retratar con sutilidad y sentimentalismo, pero no sin su vertiente habitual más descarnada, la complicidad, la vejez y la enfermedad a través de un matrimonio de profesores de música jubilados que sufren en un apartamento cada vez más opresivo. Este trabajo austero de Haneke seguiría el paso de otro gran autor europeo como Almodóvar que, tras ser nominado por “Hable con ella” como director y guionista, se llevó el premio en esta última faceta. Sería la quinta película de habla no inglesa en ganar en esta categoría.

Con el Globo de Oro y el Bafta en el bolsillo no hay que descartar a Quentin Tarantino como posibilidad más que real ya que va siendo hora de un segundo Oscar para él tras el conseguido por “Pulp fiction” en 1995. Tras volver a estar nominado por “Malditos bastardos”, la impresión es que su homenaje al spaghetti western ha quedado algo debilitado en las nominaciones con sólo 5 menciones. Tarantino reinventa este género con su inconfundible sello, logrando una de sus cintas más divertidas y valoradas a través de la historia de venganza de un esclavo y sus impagables diálogos. Tarantino ya tiene en Hollywood esa aureola de autor que podría llevarle nuevamente al Oscar, pero es una pena que su cinta se alargue demasiado y combine grandes momentos con otros de indudable bajón en el ritmo. Un gran divertimento, quizás menos redondo que “Malditos bastardos”, que podría sufrir que los académicos piensen que el tema que trata “Amor” es mucho más trascendental y auténtico y que merece más ser premiado.

Mark Boal podría ganar su segundo Oscar por su concienzudo trabajo para relatar la operación que acabó con Bin Laden en “La noche más oscura”. Tras ganar ya dos estatuillas (como productor y guionista de “En tierra hostil”), este periodista freelance ha terminado siendo uno de los talentos más prometedores de Hollywood en este campo tras ser uno de sus artículos la base de la infravalorada “En el valle de Elah” de Paul Haggis. Boal es el principal responsable del gran salto de calidad de la cinematografía de Kathryn Bigelow en los últimos años y en esta ocasión no lo ha tenido fácil, sobre todo porque tuvo que readaptar todo el proyecto cuando se conoció la noticia de la captura real de Bin Laden en Mayo de 2011. Lo que empezó siendo un proyecto sobre la búsqueda, tuvo que terminar incluyendo todo lo relativo al asalto de la casa con un pulso documental y periodístico que ha entusiasmado a la crítica. De favorito ha pasado a ser una opción que se tendrá que contentar con la nominación. Aunque “La noche más oscura” sea, posiblemente, un trabajo más redondo que el de “En tierra hostil”, la campaña en su contra a cargo de distintos círculos de poder, y la gran competencia de este año, minan muy mucho sus opciones y la película de Bigelow corre serio riesgo de salir de vacío de los Oscar.

Wes Anderson y Roman Coppola (octavo miembro de la dinastía en conseguir nominación) son candidatos por “Moonrise kingdom”. Para Anderson es su segunda nominación como guionista tras la cosechada en 2002 por “Los Tenenbaums”. Sin duda es uno de los autores más venerados del circuito indie americano y en su nueva película hipnotiza y hechiza con esa historia de amor juvenil e inocente con dosis de fábula y cuento naif en el que, como es habitual, hace un gran retrato de personajes llenos de complejos, extravagancias y particularidades. Hubiera tenido muchas más opciones en otro año ya que Anderson, quizás algún día, pueda conseguir ese Oscar como reconocimiento al nicho de autor que representa. El que finalmente la cinta, como llegó a rumorearse, ni siquiera haya estado entre las candidatas a mejor película, mina de manera indudable sus opciones. Desde el año 2001, sólo “Casi famosos”, “Hable con ella” y “¡Olvídate de mí!” ganaron este premio sin estar nominadas a mejor película.

John Gatins ya puede frotarse los ojos por conseguir una nominación por “El vuelo” que ha dejado fuera otros trabajos más valorados como “The master”, “Looper” o “Siete psicópatas”. Si algo tiene bueno la película de Robert Zemeckis es el oficio del director, la escena del accidente y la interpretación de Denzel Washington. El guión de este drama sobre el alcoholismo tiene muchos agujeros y los personajes no terminan de estar bien tratados más allá del protagonista. Una de esas nominaciones inexplicables, sobre todo por un ritmo torpe que no termina de concretar la historia y que hace que se alargue más allá de las dos horas.

El dictamen

La apuesta: Michael Haneke (Amor)
La alternativa: Quentin Tarantino (Django desencadenado)

Guión adaptado

Chris Terrio (Argo)
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Lucy Alibar y Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje)
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David Magee (La vida de Pi)
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Tony Kushner (Lincoln)
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David O. Russell (El lado bueno de las cosas)
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Apartado que se presenta clave para dar mayor o menor emoción en la gran noche. Si “Argo” gana el premio de montaje, y también se lleva el de guión adaptado, ya estará claro que será la ganadora, pero cuanta emoción habrá si “Lincoln” o “El lado bueno de las cosas” se llevan este premio ya que llegaremos al último momento con una intriga inusitada. No obstante, y si “Argo” es la favorita que ya todo el mundo cree a estas alturas, debería valerle el premio a Chris Terrio. Quizás se apoya demasiado en la labor de montaje y de dirección, pero Affleck siempre ha tenido cariñosas palabras a Terrio por su guión en todos los premios que ha recibido. Es el primer trabajo para el cine de este neoyorquino de 36 años que dosifica la información para contribuir a la tensión necesaria salpicando la historia con acertados golpes de humor gracias al binomio formado por Alan Arkin y John Goodman. No es que la descripción de los personajes sea lo mejor de este trabajo, pero tampoco es algo que se antoje como fundamental teniendo en cuenta el género y lo que se narra. El caso en el que se basa la película fue desclasificado en 1997 y de ahí parte el artículo de Joshuah Bearman publicado en Wired Magazine y posterior libro “Cómo la CIA y Hollywood llevaron a cabo el rescate más audaz de la Historia” de Antonio J. Mendez y Matt Baglio, textos en los que se basa la cinta.

El Bafta conseguido por David O. Russell en este apartado nos hace pensar que es un serio rival para Terrio. Es su primera nominación como guionista y lo hace por adaptar la primera novela de Matthew Quick. Teniendo en cuenta la buena acogida de la cinta en las nominaciones, este podría ser un premio importante que sirviera para refrendar la labor global del director y guionista. Russell se sirve de sus actores sobre un texto que reinventa la comedia romántica, sin abandonar el drama, la enfermedad e, incluso, algunas concesiones propias de la comedia noventera. El conjunto es satisfactorio y no se puede negar que es uno de los responsables de la empatía que se siente por los personajes logrando que sintamos y nos emocionemos con ellos como si fueran unos viejos conocidos a los que queremos que todo les salga bien. Un guión menos enérgico, pero mejor definido que el de “Argo”, y menos de autor pero más emocional que el de “Lincoln”, colocan a David O. Russell en buena posición para llevarse este galardón.

El respetadísimo dramaturgo Tony Kushner se basa en “Lincoln” en la obra “Team of rivals” de Doris Kearns Goodwin que se haría con el premio Pulitzer en 1995. Una propuesta que no es un biopic al uso y que acota su marco temporal en la aprobación de la 13ª Enmienda. Kushner, tras triunfar con “Angels in America” (con Pulitzer, Tony y Emmy) y conseguir una candidatura al Oscar por “Munich”, ofrece un relato sobrio y profundo que brinda a sus personajes momentos emocionales y sutiles dentro de la grandilocuencia temática de la película. Un trabajo reflexivo y cadencioso que se mueve entre conversaciones políticas, intrigas y la secuencia emocional de la aprobación, todo mientras poco a poco vamos conociendo pequeños detalles que nos sirven para hacernos una idea del pasado y la personalidad de sus tres personajes principales. Un trabajo de gran maestro pero que, con “Lincoln” perdiendo fuelle, queda como una pieza de orfebrería analítica que carece del componente más emocional y vistoso de los otros candidatos. Aun así, el tema que trata fundamental en la sociedad y la historia política USA y la aureola de maestro similar a la que le valió el Oscar a Aaron Sorkin, le convierte en un gran candidato, a pesar de estar a lomos de una favorita cada vez más débil.

David Magee adapta la obra de Yann Martel “La vida de Pi” y consigue su segunda candidatura tras la de “Descubriendo Nunca Jamás” en 2005. Una vez más, no tiene opciones de triunfo a pesar de haber salido vivo del ambicioso proyecto de llevar al cine un texto difícil de adaptar al lenguaje cinematográfico como es la historia de un joven indio que acaba en la deriva oceánica en una barca junto a una serie de animales. Magee lo consigue y se permite un mensaje integrador de las culturas religiosas sin herir sensibilidades y con gran vocación integradora, mientras también destaca el coraje, la esperanza y la persistencia como valores para la supervivencia. Un trabajo que se merece con creces la nominación a pesar de quedar eclipsado por toda la pirotecnia visual que es la película y que le da un toque más ligero (sólo en apariencia) frente a las otras apuestas.

“Bestias del sur salvaje”, una de las sorpresas de las nominaciones, se cuela también en este apartado nominando a los amigos de la infancia Benh Zeitlin y Lucy Alibar. La película se basa en la obra de teatro de la propia Alibar llamada “Juicy and delicious” y los dos acometen el reto de cambiar algunos aspectos de la obra (como el sexo del protagonista) sin perder el toque de fábula apocalíptica con mensaje de crítica política y con el entorno natural de Nueva Orleans como un personaje más que sirva de escenario a la relación paternofilial tan interesante y demoledora que se cuenta. Una propuesta distinta y experimental, no exenta de demasiada confusión onirista en algún momento, que recibe en forma de candidatura un reconocimiento para una de las historias más originales y sensitivas de la temporada.

El dictamen

La apuesta: Chris Terrio (Argo)
La alternativa: David O. Russell (El lado bueno de las cosas)

Nacho Gonzalo