Conexión Oscar 2012: Actor de reparto
Querido Teo:
Media de edad de record en la categoría de mejor actor de reparto este año. Christopher Plummer y Max Von Sydow, a sus 82 años, se convertirán en el actor de más edad en ganar el Oscar superando el registro de George Burns que lo ganó a los 80. Además, tenemos a un recuperado Nick Nolte (con 71 años cumplidos) y al cincuentón con flema británica Kenneth Branagh que logra la nominación por interpretar a su ídolo Laurence Olivier. Sólo rompe esta tendencia de veteranos Jonah Hill por la cuestionada nominación que ha conseguido por “Moneyball”. Eso si, aunque el Oscar parezca cantado desde este verano el duelo de veteranos octogenarios ha vuelto a recobrar cierta emoción en la categoría.
Los candidatos
Kenneth Branagh (Mi semana con Marilyn)
Tiene 51 años y es su quinta nominación al Oscar. Candidato como director y actor por "Enrique V" en 1990, al mejor cortometraje por "Swan song" en 1993 y al mejor guión adaptado por "Hamlet" en 1997. Era cuestión de tiempo que Kenneth Branagh terminara interpretando al mismísimo Laurence Olivier ya que ha ido siguiendo sus pasos desde los principios de su carrera con absoluta devoción. Branagh resuelve con dignidad el reto de interpretar a alguien con el que no tiene ni el más mínimo parecido. El actor ofrece elegancia aunque quizás llegue a estar algo sobreactuado ofreciendo un personaje que en la película se retrata como un amargado cascarrabias. Está claro que lidiar con Marilyn Monroe en un rodaje era una pesadilla, pero es una pena que el personaje de Laurence Olivier termine algo difuminado y disperso ya que uno tiene ganas de ver más a Branagh como Olivier para captar matices que no terminan de llegar. La estrella de la función es Michelle Williams como Marilyn Monroe y Kenneth Branagh hace lo que puede entre tanto foco centrado en la actriz y tanto personaje secundario que no anda a la zaga de los dos nominados de la película. Esta nominación parece premiar la simbiosis definitiva entre Branagh y Olivier a través del guiño de ver al discípulo emulando a su maestro y, sobre todo, la versatilidad de un actor que sigue apareciendo delante de la pantalla intermitentemente mientras se atreve con proyectos como el remake de “La huella” o el de dirigir “Thor” y enfocarlo como una tragedia shakesperiana.
Jonah Hill (Moneyball)
Tiene 28 años y es su primera nominación al Oscar. Y tanto que es su primera nominación. Quien hubiera dicho hace un par de años que la conseguiría teniendo en cuenta que parecía que iba a quedar encasillado como el gordito simpático para comedias de la factoría de Judd Apatow como “Supersalidos”. Hay que reconocer que Hill ha demostrado que puede ser un buen actor, como demostró en “Cyrus” como el cargante y enmadrado hijo de Marisa Tomei, pero su interpretación en “Moneyball” no pasa de correcta. Es verdad que forma un buen tándem con Brad Pitt, siendo Hill el joven economista que propone un sistema revolucionario para valorar a los jugadores de béisbol a través de las estadísticas, pero esta es la nominación cogida por los pelos que en todos premios tiene que haber. Es como si la Academia haya querido reconocerle por hacer una digna interpretación simplemente por el hecho de que los Oscar pensaban que nunca sería capaz de hacerla. Escenas como aquella en la que es obligado a despedir a un jugador pueden sorprender, pero no dan para una candidatura al Oscar. La buena acogida de “Moneyball” en las nominaciones ha sido fundamental para arrastrar a Hill al quinteto en un año en el que tampoco había muchas más opciones nominables (salvo la sonada ausencia de Albert Brooks).
Nick Nolte (Warrior)
Tiene 71 años y es su tercera nominación al Oscar. Fue candidato como actor protagonista por "El príncipe de las mareas" en 1992 y "Aflicción" en 1999. De ser deportista en su juventud, elegido como uno de los actores más sexys hace tres décadas, a veterano recuperado gracias a “Warrior”. Una película sobre dos hermanos luchadores enfrentados en el ring en la que Nick Nolte ofrece una potente (sobre todo por su atronadora presencia) interpretación como el padre exalcohólico reconvertido al catolicismo que quiere reconciliarse con sus hijos. “Warrior” ha sido uno de los pinchazos del año (tanto a nivel crítico como taquillero) teniendo el referente de “The fighter” demasiado cercano. Aún así, el ver a un Nick Nolte nuevamente en forma interpretativa, ha sido demasiado tentador para una Academia que estuvo muy cerca de premiarlo por “Afflicción” (el año en el que Roberto Benigni saltaba butacas) y que también podría haber optado a la estatuilla por buenas interpretaciones en los 90 en cintas como “El cabo del miedo” y “El aceite de la vida”. De no haber sido por los octogenarios, Nolte tendría muchas opciones de premio, aunque lo mejor que ha podido recibir este año es esa palmada en la espalda en una década algo dispersa para el actor.
Christopher Plummer (Beginners (Principiantes))
Tiene 82 años y es su segunda nominación al Oscar. Fue candidato como actor de reparto por "La última estación" en 2010. Tuvo que esperar a los 80 años para recibir su primera nominación al Oscar. En aquella ocasión no pudo ganar ante el huracán formado por Christoph Waltz gracias a su brillante interpretación en “Malditos bastardos”. Ahora llega como gran favorito gracias a su interpretación emotiva en “Beginners (Principiantes)”, una cinta pequeña que defiende la honestidad con uno mismo y en la que el personaje de Plummer sale del armario al quedarse viudo decidiendo disfrutar los últimos momentos de su vida con su auténtica sexualidad. Un personaje inspirado en el padre del director y guionista Mike Mills. Plummer se adecua perfectamente al perfil de ganador habitual en esta categoría siendo un veterano al que, además de premiar por una interpretación concreta, se le reconoce su magnífica hoja de servicios al mundo del cine en la que hay títulos como “Sonrisas y lágrimas”, “El hombre que pudo reinar”, “Asesinato por decreto” o “El dilema” además de brillar en televisión y teatro. El ritmo de trabajo de Christopher Plummer en la última década ha sido endiablado (este año también ha estrenado “Barrymore” y “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres”) y lo hemos visto muy habitualmente en personajes secundarios a los que él aporta esa mezcla de elegancia y misterio que tiene su rostro, voz y figura.
Aunque él odie ser recordado por su Capitán Von Trapp en “Sonrisas y lágrimas”, Plummer logró un personaje que será recordado por generaciones y generaciones. No obstante, en los últimos tiempos ha ofrecido una amplia gama de papeles en su vejez que conforman el momento cumbre de su carrera. Así lo atestiguan sus dos nominaciones al Oscar. Christopher Plummer parece tener amarrado este Oscar desde el pasado verano y todos los premios importantes no han dudado en reconocerle por este trabajo. Su principal amenaza es otro gran veterano procedente de Suecia y una estadista que dice que en los últimos 20 años el ganador de este Oscar lo es por una película que tenía más nominaciones. “Beginners (Principiantes)” finalmente no coló el guión de Mike Mills entre los nominados así que Christopher Plummer se defiende él sólo como gran apuesta de la película. Ver a Christopher Plummer con el Oscar es el mejor reconocimiento a una gran carrera y uno de esos momentos de ovación y homenaje que hacen grandes a las noches de los Oscar.
Max Von Sydow (Tan fuerte, tan cerca)
Tiene 82 años y es su segunda nominación al Oscar. Fue candidato como actor protagonista por "Pelle el conquistador" en 1989. Fuimos de los muy pocos en contar con Max Von Sydow como posible alternativa en las nominaciones. Finalmente, ante la entrada de “Tan fuerte, tan cerca” como mejor película, el veterano actor sueco también entró en el quinteto de nominados por un papel mudo y emotivo. En un año en el que una película muda va a alzarse con el Oscar, esta interpretación también tiene un componente muy significativo. En la película de Stephen Daldry interpreta a un misterioso hombre que perdió el habla durante la Segunda Guerra Mundial que vive solo y que guarda un secreto oculto. Él se convertirá en el gran aliado del protagonista en su búsqueda por las calles de Nueva York.
Max Von Sydow es una leyenda del cine internacional. De ser actor fetiche de Ingmar Bergman en cintas como "Fresas salvajes", "El séptimo sello" y "El manantial de la doncella" a personajes míticos como el Jesucristo de “La historia más grande jamás contada”, el Padre Merrin en “El exorcista” o a rodar con David Lynch en "Dune", Woody Allen en "Hannah y sus hermanas", Lars Von Trier en "Europa", Steven Spielberg en “Minority Report”, Julian Schnabel en "La escafandra y la mariposa" o Martin Scorsese en “Shutter Island”. Ya se sabe la buena mano que tiene Daldry con los actores y Max Von Sydow ofrece todo su talento y veteranía ofreciendo una lección magistral de interpretación sólo con su rostro, movimiento y expresiones sin necesidad de decir ni una sola palabra. Interesante debate tendrá la Academia en esta categoría ya que, aunque Christopher Plummer sea el favorito, la inclusión de otro viejo dinosaurio del cine como es Max Von Sydow puede dejar la cosa mucho más igualada de lo que nos pensamos. Ojito a que el sueco, ovacionado en el almuerzo de nominados al que no asistió Plummer, pueda dar la sorpresa. Dos interpretaciones que nos emocionan y que provocan que juntar a dos leyendas, en la que posiblemente sea la última oportunidad de la Academia en reconocerles, convierta a esta categoría en una de las más atractivas de la noche.
El dictamen
La apuesta: Christopher Plummer (Beginners (Principiantes))
La alternativa: Max Von Sydow (Tan fuerte, tan cerca)
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Nacho Gonzalo (Coronado)
Para mi es la categoría más aburrida de la premiación, sobretodo con la ausencia de Albert Brooks, es de la menos interesante y la más obvia: Christopher Plummer una lastima que mientras las otras tres categorías de interpretación sean interesantes y bien peleadas, esta sea la de poco interés...