Conexión Oscar 2011: Christian Bale, transformación y esfuerzo

Querido Teo:

Aunque no ha terminado nunca de ser una estrella de primer nivel, Christian Bale se ha ido ganando con el tiempo (además de fama de mala leche) un meritorio prestigio como actor esforzado y de método. Quizás sea uno de los pocos herederos de ese Actor´s Studio que convertía a la cantera que les llegaba en auténticas bestias pardas que lo dan todo por un papel. Bale es uno de esos y lo ha demostrado con creces en películas como “American Psycho”, “El maquinista”, las dos de Batman o la próxima “The fighter” en las que no duda en adelgazar o ganar kilos con total facilidad para meterse de lleno en el personaje. Ese esfuerzo es precisamente el que ha cimentado su prestigio como actor después de despuntar cuando era un crío en “El imperio del sol” de Spielberg y después encarar algunos papeles de joven romántico como en “Mujercitas” o “Retrato de una dama”. Con la llegada del nuevo siglo, este galés de 36 años ha ido construyendo una carrera variada e interesante en la que ha arrinconado papeles superficiales apostando por poner toda la carne en el asador en personajes complejos y con claroscuros. Su enésima transformación en "The fighter" le asegura su primera nominación al Oscar y ser uno de los favoritos en la categoría de mejor actor de reparto.

Bale también es uno de estos actores que pueden despertar antipatía por el hecho de que todos estos esfuerzos sean interpretados como vías para conseguir un reconocimiento fácil. La verdad es que Bale parece ajeno a todo esto (siendo un actor que tampoco le hace mucho caso a los cantos de sirena de Hollywood). En "American Psycho" se puso cachas para interpretar a ese yuppi paranoico, pero en 2004 encaró su gran reto hasta la fecha. En "El maquinista" de Brad Anderson encarna a Trevor Reznik, un obrero paranoico, olvidadizo, atormentado por remordimientos y asediado por alucinaciones, que no ha podido dormir en un año. Para ello, Bale no dudo en adelgazar 28 kilos ofreciendo una imagen cadavérica y deplorable poco agradable para la vista. Pocas veces (en un cine que ahora abusa de efectos especiales para todos estos cambios) se ha podido tan evidentemente el sacrificio de un actor por un papel. El secreto de su dieta fue muy sencillo: alimentarse de una lata de atún y una manzana por día y correr. Al poco tiempo Bale no podía casi ni andar y más que hacerlo deambulaba a base de tropezones como una sombra. Un papel que casi le cuesta la salud al llegar a los 45 kilos cuando terminó el rodaje. Acostumbrados a ver actores a ganar peso en lugar de perderlo, Bale entró en la Historia como el actor que más peso perdió para una película. Evidentemente, tuvo que volver a su estado natural pero que después tuviera que interpretar a Batman hizo que en seis meses tuviera que ganar todo lo que había perdido así como 20 kilos más de masa muscular. En pocos meses, Bale pasó de 50 a 90 kilos. Un cambio que para muchos se ha ido notando un poco en un rostro que también es reflejo de estas transformaciones del actor que no ha quitado para que también le hayamos visto como enamorado de Pocahontas en “El nuevo mundo”, réplica de Bob Dylan en “I´m not there”, como John Connor en “Terminator Salvation”, en el remake de un western del nivel de “El tren de las 3:10”, o a la caza de Johnny Depp en “Enemigos públicos”.

El actor lo ha vuelto a hacer en “The fighter” donde también ha perdido una veintena de kilos para interpretar al escuálido boxeador (y luego entrenador) “Irish” Dickie Ecklund. Tras abandonar una carrera en las doce cuerdas que le había llevado a enfrentarse al mítico Sugar Ray Robinson, un Ecklund totalmente enganchado a la cocaína se dedicó a entrenar a su hermano “Irish” Micky Ward, al que interpreta en la película Mark Wahlberg. Bale asume uno de esos roles de reparto que tanto suele valorar la Academia en los últimos tiempos. No sólo por el esfuerzo sino también porque son los perfectos robaescenas que acaban teniendo el mismo nivel de peso en la historia que el protagonista. Ahí tienes el caso de recientes ganadores como Javier Bardem y Christoph Waltz, o nominados como Casey Affleck, Philip Seymour Hoffman, Jake Gyllenhaal o Matt Damon. Sabiendo que la gran baza de la película es la interpretación de Bale, Paramount va a basar prácticamente toda la campaña promocional en la baza del actor para la categoría de actor de reparto, cosa que indirectamente puede terminar perjudicando a Mark Wahlberg, que interpreta al púgil Mickey Ward y que podría ver peligrar sus opciones de nominación en la categoría de actor protagonista. En todo caso, todos son halagos, para el esfuerzo metódico de un actor que se sacrifica por cada papel que encara. Por “The fighter” verá como todo es rubricado con su primera nominación y, quizás, con una estatuilla al ser el favorito de la categoría en todas estas semanas de oscarómetro. Su principal rival en la categoría es un Geoffrey Rush, también impecable y robaplanos como el logopeda de “El discurso del rey”. Desde luego el año promete, aunque sólo sea por ver reconocer a actores como Bale que ven como definitivamente el telescopio de los premios se fija en ellos.

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Y ahora, es el momento del oscarómetro. La plantilla en la que vemos semanalmente las variaciones de las posibilidades de los nominados al Oscar que vamos comentando en Conexión Oscar. Esta es la apuesta de esta semana realizada en base a nuestros propios pronósticos, sensaciones personales, lógica, intuiciones y la historia de estos premios. ¡Suerte a todos los contendientes!

Tom Hooper se coloca segundo en la categoría de dirección por delante de Christopher Nolan ante su modélica realización para “El discurso del rey”. Revuelo en la categoría de mejor actor donde Robert Duvall y Jesse Eisenberg mejoran posición en detrimento de Mark Wahlberg que podría sufrir el eclipse a favor de su compañero Christian Bale. En actriz de reparto Dianne Wiest también mejora puesto por su sufrido papel de abuela en “Rabbit Hole”.

Nacho Gonzalo (Coronado)