Conexión Oscar 2010: Julianne Moore, ¿una deuda por saldar?

Querido Teo:

Scorsese ya consiguió su Oscar, Kate Winslet lo ganó al sexto intento y Lauren Bacall, al menos, podrá recibir el honorífico el mes que viene. ¿Seguimos saldando deudas?. Es algo característico del mundillo de los Oscar. Desesperar a alguna gran figura hasta que al final, por un efecto compensatorio, recibe un premio tantas veces negado, aunque sea con una interpretación que dista mucho de ser la mejor del año. Por eso, a la hora de predecir los ganadores, siempre es algo a tener muy en cuenta. Y es que hay años en que los académicos, las distribuidoras y los diversos gremios de la industria, parece que se pongan de acuerdo para votar en masa a un determinado nombre. Fue el caso de Kate Winslet el año pasado. Tenía dos papeles potentes (“The reader” y “Revolutionary Road”) y, aunque todo apuntaba a que podría lograr una doble nominación, la Academia se desmarcó nominándola como protagonista por “The reader” obviándola por su brillante interpretación en la película de Sam Mendes. Había que evitar una inoportuna división de votos que pusiera en peligro disfrutar del “momento Winslet”. Este año, los ojos caprichosos del Oscar se fijan en otro nombre que ya sabe lo que es caer en la lona de los Oscar en cuatro ocasiones. Julianne Moore, una de las grandes actrices de principios de siglo, llega a la carrera de los Oscar con esa fuerza propia de las ganadoras, la que hace que vayan ganando opciones conforme pasan las semanas.

Julianne Moore, que en Diciembre cumplirá 49 años, lleva unos años de capa caída después de un lustro magnífico que le reportó cuatro candidaturas al Oscar. Moore es una de estas actrices poco artificiosas, poco dadas a cambios físicos, pero que afrontan siempre con humanidad y sobriedad cualquier trabajo. De la escuela de otras intérpretes como Kate Winslet o Laura Linney, Julianne Moore no necesita grandes alardes para demostrar su talento. Y es que los Oscar no suelen reparar en actrices que lo bordan sin aparente esfuerzo. Julianne es una de ellas.

En 1998 logró su primera nominación por "Boogie Nights" como actriz de reparto. Un papel de ninfómana con el que logró convencer a la crítica. Pero era el año de Kim Basinger que por su papel en “LA Confidential”, recordándonos a las femme fatale del cine negro, se llevaba el gato al agua. Por lo menos, esa primera nominación sirvió para que el nombre de Julianne comenzara a sonar. Vendría una muy buena época con títulos como “El gran Lebowski” de los Coen, su divertido papel en “Cookie´s fortune” de Robert Altman y un gran año 1999 con películas como la cinta de enredo “Un marido ideal”, el drama “Mi mapa del mundo”, la coral “Magnolia” y la turbadora "El fin del romance". Segunda nominación al Oscar, ahora como actriz protagonista. Una película demasiado pequeña y “culta” para la Academia con la que poco más pudo hacer más allá de la nominación ante el duelo encarnizado entre Hilary Swank por “Boys don´t cry” y Annette Bening por “American Beauty”.

Julianne siguió su carrera con estilo e inteligencia, sin ningún error de bulto en sus elecciones, y en la edición de 2003 ese esfuerzo le fue recompensado con una doble nominación como actriz protagonista por “Lejos del cielo” y como actriz de reparto por “Las horas”. Parecía que ese era el momento. Una actriz de talento, americana, y respetada consiguiendo uno de los Oscar a los que optaba. Nada de eso. La máquina de glamour que es Hollywood fue el escenario perfecto para que esa fuera la noche de una Nicole Kidman en el mejor momento de su carrera por “Las horas”, también como resarcimiento por no haberle entregado la estatuilla el año anterior por “Moulin Rouge”, y de una embarazadísima Catherine Zeta Jones, mucho más lucidora en el escenario que una Julianne de belleza serena, clásica y, a veces, desapercibida. El golpe fue duro ya que Julianne seguramente era la alternativa de las ganadoras en el caso de que una de las dos no hubiera conseguido el premio. Su carrera se resintió, más teniendo en cuenta que la actriz ya estaba en la fase crítica que viven las cuarentonas en Hollywood. Alguna comedia poco recordable como “Hasta que la ley nos separe”, una breve aparición en “Hijos de los hombres” o un intento de resurgir en “A ciegas” de Fernando Meirelles son buenos ejemplos de su devenir estos últimos tiempos.

Los Oscar de 2010 pueden ser buenos para Julianne. A un talento indudable y a un cariño y respeto de los aficionados, se suma la deuda que la Academia parece tener con ella. Casi sin hacer ruido presentó en Venecia junto a Colin Firth “A single man”, debut en la realización del modisto Tom Ford. El anuncio de que la película conseguía distribución en USA a cargo de la productora de los hermanos Weinstein, unos especialistas en promocionar actrices para el Oscar, hizo saltar la liebre. Aprovechándose de una categoría de actriz de reparto que busca nombres de peso, Julianne ha entrado con fuerza en la carrera por un breve papel que podría servirle para plantar cara a la favorita en estos momentos, Mo´nique por “Precious”. Estamos ya en una época de lanzarse trapos sucios a la cabeza para ir ganando puntos y precisamente saltaba esta semana la noticia de que Mo´nique no participaría en las labores de promoción de la película al no ser que fuera compensada económicamente por ello. Según sus propias palabras: “Un Oscar no se puede comer. Todo el mundo necesita dinero, nena. Así es como se sobrevive, ¿verdad?.” Ese detalle le ha hecho perder fuelle y, teniendo en cuenta lo importante que es también en la temporada de los Oscar no perderse ni un sarao y poner siempre la sonrisa, podemos estar ante un buen momento para que Julianne iguale fuerzas. Sin duda, son ahora misma las dos actrices que parecen estar destinadas a disputarse ese premio. Mo´nique por un papel desgarrado en el que se pone toda la carne en el asador y la Moore por un papel pequeño y sólido que serviría para que la Academia siguiera saldando sus particulares deudas. Triste hablar así pero ya se sabe como son los premios y que, muchas veces, no siempre el que más se lo merece es el que gana. Julianne Moore ha entrado en la carrera con fuerza, apoyada también con menos opciones por la película “Chloe” vista en San Sebastián en la que interpreta a una mujer que contrata a una chica joven para comprobar el grado de fidelidad de su marido. ¿Habrá llegado su momento?. Con una nominación muy factible parece complicado que muchos no estén tentados en marcar su casilla como próxima ganadora del Oscar de mejor actriz de reparto siempre, eso si, que el ciclón Mo´nique pierda la fuerza ganada hasta estos momentos.

Y ahora, es el momento del oscarómetro. La plantilla en la que vemos semanalmente las variaciones de las posibilidades de los nominados al Oscar que vamos comentando en Conexión Oscar. Esta es la apuesta de la semana realizada con base a nuestros propios pronósticos, sensaciones personales, lógica, intuiciones y la historia de estos premios.

El tener diez películas nominadas en los próximos Oscar hace que los ocho primeros puestos parezcan bastante asentados frente a los dos que quedan vacilantes. Esta semana entra “Donde viven los monstruos”, una fábula infantil que podría aprovecharse de esta nueva regla al parecer destinada a ser la película de culto de estas Navidades. Sube la actriz protagonista de “Precious”, Gabourey Sidibe, al igual que Julianne Moore que ya se coloca como la alternativa de Mo´nique. Susan Sarandon ocupa esta semana la titubeante quinta plaza de actriz de reparto por la que también pelean Judi Dench (Nine) y Vera Farmiga (Up in the air).

Nacho Gonzalo (Coronado)