Conexión Oscar 2010: "En tierra hostil", la película que hizo que Hollywood no cerrara los ojos a Irak

Querido Teo:

Los últimos premios no han podido dejar la cosa más emocionante en esta recta definitiva. ¡Estamos sólo a una semana de conocer a los nominados!. No se recuerda algo así desde...bueno, no te diré desde hace 20 años porque no es así pero si que desde hace tres años cuando “Babel”, “Pequeña Miss Sunshine” e “Infiltrados” se repartieron respectivamente el Globo de Oro, el Premio del Gremio de Productores y el galardón a mejor reparto del Gremio de Actores. Ahora han sido “Avatar”, “En tierra hostil” y “Malditos bastardos”. Hay que decirlo, no ha sido el año más indicado para ampliar a diez películas. Primero porque no se gana en emoción (la carrera por la mejor película se estrecha en las tres cintas comentadas) y segundo porque la calidad de las mismas no nos apabulla. Al margen de las subjetividades propias te diré que las que están por llegar tampoco mejoran el nivel de “Malditos bastardos” o “Up” que ya tenemos hace tiempo en cartel. Afortunadamente “En tierra hostil” está en el pelotón de las buenas que no llegan a ser grandísimas películas pero que si se quedan en un baremo medio-alto. "En tierra hostil", si no fuera por la concesión de los Globos al cine espectáculo y “de moda”, llegaría a la gran noche del cine con unos puntos de ventaja sobre las demás. Su importante reconocimiento a nivel crítico y el Premio del Gremio de Productores son sus mejores bazas para llegar al final dispuesta a todo.

“En tierra hostil” tiene en su mano romper varios records. El primero es que una película bélica pueda volver a conseguir el Oscar a mejor película. Aunque es un género adorado por la Academia, y por el cine en general, la última cinta que podríamos encuadrar en el género sería “Platoon” en 1986. “En tierra hostil” permite que Hollywood se reencuentre con este género de una manera muy humana y cercana. Sin grandes batallas ni épicas, sino con la mirada personal de un grupo de activadores de explosivos en el mayor de los campos minados, Irak. El cine ambientando en la II Guerra del Golfo ha pasado de puntillas tanto por crítica, como por público como a nivel de premios pero “En tierra hostil” tiene el mérito de no buscar ni culpables ni pretender ser panfletaria. Algunos dirán que no se moja políticamente, pero es que no lo pretende ya que lo que vemos es uno de esos pequeños episodios dentro de toda gran guerra. Un marco muy reducido dentro de un conflicto mayor que acerca todavía más al público lo que viven los protagonistas. Por eso, el estilo de documental cercano al periodismo de guerra le hace ganar puntos y ganar un realismo alejado de una épica patriótica que ya parece algo caduca en el cine actual. “En tierra hostil” reúne la complejidad, la humanidad, el compromiso y la reflexión que se espera de un ciudadano del siglo XXI a la hora de debatir que es esto de la guerra.

“En tierra hostil” también llega a los Oscar siendo un éxito a largo plazo en taquilla, en términos de rentabilidad y, sobre todo, un fenómeno en DVD. Sólo 12 millones de dólares en Estados Unidos potenciados por los importantes números conseguidos en el mercado doméstico. Todo a ese efecto de boca-oreja que ha situado la película en una buena posición justamente en una época de inflexión en la que Hollywood no sabe mirar si al cine espectáculo de la industria (“Avatar”) a las apuestas clásicas y convencionales (“Up in the air”) o al cine denuncia y de bajo presupuesto (“En tierra hostil”). Diferentes estilos ante los que Hollywood tendrá que decantarse. Toda una sorpresa que volviera a “Avatar” teniendo en cuenta que la Academia se ha apartado descaradamente en los últimos tiempos de toda propuesta cercana a lo comercial o toda apuesta respaldada por un gran Estudio.

El otro hito al que se enfrenta “En tierra hostil” es tener detrás a una mujer, Kathryn Bigelow. La que para muchos es la mujer con más testosterona de Hollywood (por su encendido carácter) ha dejado atrás una carrera irregular de tres décadas para atreverse con un género del que las mujeres parecen vetadas. Será la cuarta mujer en ser nominada en la categoría de dirección y teniendo en cuenta las otras tres que la precedieron (Lina Wertmüller, Jane Campion y Sofía Coppola) está claro que más mérito tiene alcanzar la nominación por una apuesta tan arriesgada y tan alejadamente marcada del canon establecido para el cine dirigido por mujeres. Bigelow, la directora de “Le llaman Bodhi” o “K-19” tiene la posibilidad de conseguir, después de 82 años de Oscar, ser la primera mujer en ganar el Oscar de dirección. Nunca una mujer ha estado tan cerca de romper ese machismo del que se acusa tremendamente a Hollywood. Bien es verdad que las pocas mujeres directoras nominadas no tiene nada que ver con un machismo académico, sino más bien en las trabas de la industria para que una mujer acometa proyectos de relativa enjundia. Bigelow lo tiene al alcance de su mano por valentía y mérito en una dirección enérgica y, en ocasiones, demoledora. Sucia pero efectiva. Lo que se pide para una cinta de este tipo. Bigelow tiene como rival más peligroso a su ex marido, James Cameron, por lo que un triunfo de la directora alcanza connotaciones históricas, profesionales y también de guerra de sexo.

El nacimiento del proyecto se debe a Mark Boal que firma el guión de la película y que es el favorito al Oscar al mejor guión original. Boal es periodista y lo que cuenta parte de su propia experiencia tras haber convivido con una unidad de activación de explosivos en Irak. El cine ya se había fijado en él ya que gracias a uno de sus artículos surgió “En el valle de Elah”, aquella película protagonizada por Tommy Lee Jones en la que Boal también participó en el guión. Así cuenta Bigelow su encuentro con el periodista, momento en el que surgió “En tierra hostil”: "Cuando Mark Boal volvió de Irak, me estuvo hablando de los militares que desarticulan bombas en pleno combate, una compañía de élite con una tasa de mortalidad muy alta. Me quedé boquiabierta cuando me comentó que eran extremadamente vulnerables y utilizaban poco más que unos alicates para desactivar bombas con radios de potencia de 300 metros".

La cinta se apoya también en interpretaciones de actores poco conocidos como el caso de Jeremy Renner, que interpreta a uno de los líderes del batallón, un adicto a la adrenalina. Por su interpretación también contará con una candidatura como actor protagonista cubriendo la cuota de actor anónimo al que Hollywood pone cara tras un pelotazo como éste. En este caso, una película con unas escenas de acción enérgicas y muy bien rodadas que son la principal baza de Bigelow para hacerse con el Oscar al haberse introducido en un mundo que parecía ajeno a un catálogo concreto de directores. Sin ninguna demagogia, y con la mirada humana a una guerra, “En tierra hostil” llega como una de las máximas favoritas al Oscar (y quizás la que más posibilidades tenga de alzarse finalmente como ganadora). Teniendo en cuenta que se centra técnicamente en algunos campos no será la más nominada pero si que atesorará candidaturas en película, director, actor, guión original, fotografía, montaje, sonido y efectos de sonido. En torno a las 8 nominaciones para la película que, a su manera, también puede marcar un antes y un después en el transcurrir de los Oscar.

Vídeo

Y ahora, es el momento del oscarómetro. La plantilla en la que vemos semanalmente las variaciones de las posibilidades de los nominados al Oscar que vamos comentando en Conexión Oscar. Esta es la apuesta de la semana realizada con base a nuestros propios pronósticos, sensaciones personales, lógica, intuiciones y la historia de estos premios.

La suerte ya parece echada a estas alturas. En una semana conoceremos los nominados (y contando con alguna sorpresa que siempre suele haber) la estructura parece clara. Las categorías interpretativas no se mueven y en las demás vemos que “Malditos bastardos” ya supera a “Up in the air” en sus opciones. Mucho nos tememos que la película de Jasón Reitman sólo se llevará a casa el Oscar al mejor guión adaptado.

Nacho Gonzalo (Coronado)

• Oscarómetro (26 de Enero)