Comer de cine: El pudin inglés de Navidad de “Downton Abbey”
Querido primo Teo:
Una de las muchas amenidades de la Navidad, cuando se pasa en pareja, es la de decidir con qué familia se pasan las fiestas. Y esto no es tan fácil decidir porque, a no ser que te lleves realmente muy mal con tu familia, cuesta mucho dar el brazo a torcer. La Navidad, por más que la odiemos, es una época que se pasa con la familia y al final se van forjando unos hábitos que nos hacen sentir un aroma familiar y festivo que no obtenemos con otras personas. Es, por así decirlo, que sin ciertas cosas no llegamos a sentir que estamos en fiestas. Y eso es algo que todos necesitamos sentir, el sentimiento de pertenecer a algo, de ser parte de un grupo. Que es lo que llevo un par de años tratando de explicarte, a ver si me pones atención…
Si encima resulta que tu pareja es extranjera ya puede ser una hecatombe, porque no sólo te cambian las personas, las costumbres pueden resultarte verdaderamente marcianas. Y los manjares extranjeros típicos de estas fiestas pueden ser muy ricos, pero donde esté el turrón… Si hay una serie donde saben de rancias costumbres y tradiciones ancestrales es "Downton Abbey", una serie histórica que poco a poco ha ido deviniendo en telenovela y que ha revolucionado a medio mundo con su impecable factura técnica y unos personajes perfectamente perfilados. Es así como han sido capaces de hacer que las preocupaciones y penas de unos aristócratas ingleses, y de su extensa servidumbre, nos conmuevan, aunque para ello hayan tenido que dar un par de giros argumentales algo inverosímiles.
El especial de Navidad de esta serie se ha convertido en una nueva tradición anual, y en él podemos recrearnos con las costumbres inglesas típicas de estas fiestas y, lo que a mí más me interesa, con su gastronomía. Nunca he sido una gran amante de la cocina inglesa, pero reconozco que se trabajan con esmero la mesa navideña. Pero uno de los platos más trabajados, sin lugar a dudas, es el típico pudin de navidad. Se requiere bastante antelación para prepararlo, aunque se vaya a servir inmediatamente, aunque lo tradicional es empezar a hacerlo en Noviembre, cuando empieza el adviento, y dejarlo varias semanas macerando en brandy. Esta es una costumbre ya en desuso, como lo de hacerlos en bolsas de tela, o reunirse toda la familia para remover la masa, pero se sigue pidiendo un deseo a la hora de comerlo, por lo que también es habitual servirlo en fin de año. Si tú también quieres tener buena suerte y probar algo distinto, no te pierdas este clásico.
Ingredientes:
* 200 gramos de pasas sultanas.
* 200 gramos de pasas de corinto.
* 50 gramos de cáscara de naranja confitada picada.
* 25 gr de almendras peladas picadas.
* 1 manzana.
* Medio vasito de brandy o ron negro (aunque no importa que se te vaya un poco la mano).
* 55 gr de harina común.
* 1/2 cucharada de mezcla de 4 especias (jengibre, clavo, canela y nuez moscada).
* 100 gramos de mantequilla (aunque en la receta tradicional se usa manteca de ternera).
* 100 gr de azúcar moreno.
* 100 gr de miga de pan finamente picada.
* 3 huevos.
* ½ naranja y ½ limón, la ralladura y el zumo.
Elaboración:
- Ponemos los frutos secos, la cáscara confitada, la manzana, pelada y troceada, el zumo de la naranja y el limón y el brandy en un bol amplio y los mezclamos bien. Lo tapamos con un trapo limpio y lo dejamos macerar toda la noche.
- En otro bol mezclamos la harina con el mix de especias, añadimos la mantequilla, el azúcar, las ralladuras, la miga de pan y lo batimos todo hasta hacer una mezcla homogénea. Le agregamos el macerado de frutos secos y los integramos bien a la mezcla.
- Por último añadimos los huevos batidos y removemos bien. Vertemos la mezcla en un recipiente engrasado generosamente, lo usual es usar budineras especiales con forma semicircular pero un molde para flan puede ser un gran sustituto.
- Presionamos bien la mezcla con una espátula o una cuchara para que quede bien prieta. Envolvemos el molde elegido con papel encerado y papel de aluminio y lo atamos con hilo de cocina.
- Cocinamos el pudin al baño maría, en olla o en horno precalentado a 180 grados, durante unas 6 o 7 horas (si usas una olla rápida puedes acortar el tiempo a la mitad), asegurándonos de que nunca se queda sin agua.
- Cuando hayamos comprobado que el pudin está hecho, pinchándolo con un palillo y viendo si sale limpio, lo retiramos del fuego y lo dejamos enfriar por completo.
- Le añadimos más brandy, y lo dejamos reposar al menos un día más envuelto en un lugar fresco y seco. Este paso es importante para asegurar su estructura y sabor.
- El día de Navidad, o cuando lo vayamos a tomar, se pone nuevamente al baño maría durante una hora y se deja entibiar. A la hora de servirlo se puede acompañar con salsa inglesa, nata aromatizada o bañarlo en brandy y flamearlo (así es como aparece en "Downton Abbey")
Y después de todo este trabajo tendrás en tu mesa una de las tradiciones gastronómicas más arraigadas en el mundo, ya que es tradicional de todos los países de la Commonwealth. Ante todo recuerda de la textura del pudin no debe quedar demasiado reseca, no querrás que tus comensales sufran una obstrucción instestinal.
Este pudin es tan tradicional en Inglaterra como lo es aquí el roscón de reyes, hasta el punto de que su preparación y degustación se han adornado con toda clase de supersticiones. La familia debe reunirse y turnarse para removerlo con una cuchara de madera justo antes de volcarlo en el molde, momento en el cual se pide un deseo, aunque dudo mucho que la familia Crawley siga esa tradición. Se suelen poner monedas o anillos en la masa, para que quien las encuentre tenga buena suerte. Y sobre todo se suele ser generoso con el brandy, para que las fiestas pasen con alegría y sin pesares.
Tu prima.
Mohoja