Comer de cine: El pollo a la mandarina de “The Big Bang Theory”
Querido primo Teo:
¿Cuáles son tus series favoritas?. Seguro que me nombrarás a “Mad Men”, a “Dexter” o a “Breaking Bad”, todas ellas grandes ficciones dramáticas. Este es un género que se ha desarrollado mucho en los últimos años. Pero, ¿y las comedias?. A lo largo de la historia televisiva ha habido muchas, algunas míticas, como “Cheers” o “Las chicas de oro”, otras olvidables, pero en general ha sido considerado un género menor. De hecho, en los últimos años la comedia estaba prácticamente abandonada, y no se podía comparar en calidad a otras producciones más serias. Pero afortunadamente esta tendencia se está revirtiendo. La sitcom está volviendo con fuerza, y una buena muestra de ello es "The Big Bang Theory", la historia de unos geeks (empollones) con nulas habilidades sociales que traban amistad con una guapa muchacha que es todo lo contrario a ellos. Si he de serte sincera yo siempre he creído que esta serie es heredera de la inglesa "The IT crowd" (siempre he preferido esta última, aunque me gustan las dos), aunque desde el primer momento ha tenido su estilo propio.
Sus inicios fueron irregulares, pero gracias a la tan demonizada red de redes fue adquiriendo una enorme popularidad, hasta convertirse en la serie de culto que es hoy en día. Y gran parte del mérito se lo lleva el que es su personaje más icónico, Sheldon Cooper, un genio totalmente carente de empatía, y convencido de poseer la verdad absoluta. Su interacción con el resto de personajes, especialmente con Penny (Kaley Cuoco), crea todo tipo de situaciones hilarantes, aunque, y esto es opinión personal, creo que este personaje está llegando a unas cotas de histrionismo que pueden acabar quemándolo. Cosa que sin duda desmerecería la excelente labor del actor que lo encarna, Jim Parsons, que ha recibido innumerables reconocimientos por este papel, entre ellos un Globo de Oro y dos Emmys, el último en la ceremonia de este año, celebrada hace apenas una par de semanas.
Uno de los capítulos más divertidos es ese en el que Sheldon aprende mandarín para poder reclamar que en su restaurante chino habitual le dan pollo a la naranja en vez de a la mandarina, que es su pedido de siempre. Yo creo que la comida china es muy variada como para centrarse en un solo plato, pero lo cierto es que el pollo a la mandarina es tan delicioso que, sin duda, apetece repetir. Y por si el chino al que pides habitualmente no lo tuviera, aquí tienes la receta. Y además, se puede adaptar a cualquier tipo de carne, así que ya sabes.
Ingredientes:
* ½ kg. de muslo de pollo deshuesado. Si lo prefieres, también puedes usar pechugas.
* Medio pimiento verde y medio pimiento rojo cortados en tiras.
* Mazorquitas de maíz “baby”.
* 6 mandarinas.
* 6 cucharadas de sake (el jerez seco también nos vale).
* 6 cucharadas de salsa de soja.
* 4 cucharadas de azúcar (esta cantidad es modificable según nuestro gusto)
* Dos dientes de ajo pelados y finamente picados.
* Harina de maíz para espesar (opcional).
* Aceite de cacahuete. Si no lo encuentras puedes usar algún aceite de sabor neutro, como el de girasol.
* Una mandarina desgajada para adornar.
Elaboración:
- Cortamos el pollo en tiras y lo reservamos.
- Hacemos un zumo con las mandarinas y lo colamos para evitar las pepitas.
- Preparamos una marinada con el sake, la salsa de soja, el zumo de las mandarinas y el azúcar. La removemos bien, hasta que este se disuelva, la añadimos al pollo y lo dejamos macerar al menos una hora.
- Transcurrido este tiempo, ponemos en un wok, o una cacerola profunda, el aceite de cacahuete y salteamos las mazorquitas y el pimiento hasta que queden hechos pero firmes. En realidad podemos usar cualquier verdura que prefiramos, pero estas son las más usuales. Las reservamos.
- Sacamos el pollo de la marinada (luego la necesitaremos, así que no la tires) y lo pasamos al wok, al que habremos añadido un poco más de aceite, para saltearlo bien. Lo reservamos junto a las verduras.
- Ponemos un poco más de aceite en el wok y salteamos el ajo hasta que quede doradito. Añadimos la marinada y la dejamos reducir hasta que espese. Si no queremos esperar mucho le podemos echar una cucharada de harina de maíz. En este punto debemos probarla para asegurarnos de que queda a nuestro gusto, y si no es así, rectificarla.
- Por último, agregamos el pollo, las verduras y los gajos de mandarina que teníamos reservados para que se calienten. Les damos un par de vueltas, con cuidado de no romper los gajos y lo servimos inmediatamente.
Con esto y unos buenos tallarines, tienes asegurada una cena de categoría. Obviamente la receta está occidentalizada, pero no desmerece en absoluto a la original. Y sobre todo no te cortes en probarlo con otro tipo de ingredientes. Ya sabes lo que dicen lo chinos: “si se mueve o crece, se come”. Y sobre todo, no permitas que la personalidad obsesiva de Sheldon te absorba (aunque tú ya tienes muchas características en común con él). Hazme caso, no sabes lo que engancha jugar a “piedra, papel, tijera, lagarto, Spock”.
Tu prima.
Mohoja
Gran articulo Mohoja. En ese capítulo me reí de lo lindo.
Aunque pueda tener una similitud con los ciertos aspectos de The It Crowd, son series totalmente diferentes , y la primera perdió interés a partir de la tercera temporada (al menos para mi). Cuando desapareció Richmond se creó una vació en mi. 🙂