Coleccionable Stephen King: “La milla verde” (1999), un camino de indignación
Querido Teo:
Con “La milla verde”, Frank Darabont volvía a introducirse en el drama carcelario y, además, en el universo de Stephen King. La película, al igual que la novela en la que se basa y que fue publicada por entregas en el Saturday Evening Post, hace referencia al pasillo con tapizado verde que separa la celda de los presos condenados a la silla eléctrica en la prisión de Cold Mountain. Un camino que separa a los allí presentes de lo que es la vida y lo que es la muerte. Paul, interpretado por un sobrio Tom Hanks, es un funcionario de prisiones que se encarga de acompañar a los condenados por esos últimos metros, pero pronto establece una conexión especial con un gran preso negro que ha sido acuñado de violar y asesinar a dos niñas. Todo por su don de hacer milagros y por ser, en realidad, poco más que un niño grande.
“La milla verde” es una de las pocas novelas de King que mantienen más la intriga que el terror. Se detiene más que nada en analizar la personalidad de este particular hombre y de cómo es visto por los que le rodean. Una cinta que tiene su particular baza en como un mismo hombre puede ser visto por la sociedad de una manera prejuiciosa, mientras una serie de personas (anónimas y secundarias) realmente logran conocer el valor humano de un determinado tipo. El director Frank Darabont decidió cambiar el año en que transcurre la historia a 1935, según la obra de Stephen King tiene lugar en 1932; esto se debió a que Darabont quería emplear la película "Sombrero de copa" protagonizada por Fred Astaire, y esta se estrenó en 1935. La silla eléctrica de este film fue construida según los bocetos originales de una silla eléctrica llamada "Old Sparky", que se encuentra en el museo de la penitenciaría Moundsville en el Estado de Virginia Occidental (USA). Dicha cárcel fue una de las muchas que se llegaron a considerar para rodar la película. Finalmente la producción de la misma tuvo lugar en la vieja penitenciaria del estado de Tennessee en Nashville (USA), la misma que se ha utilizado en otros filmes, como por ejemplo: "Condenada", "Contra la pared", "La última fortaleza", "Es... jugar con fuego", "Ernesto pierde su puesto". La película es un vehículo de lucimiento para el actor Michael Clarke Duncan, que fue nominado al Oscar como actor de reparto. Antes de dedicarse a la actuación fue guardaespaldas de estrellas, entre otras de Bruce Willis con el que trabajó en “Armageddon” y que también le recomendó para la película. Sin llegar al nivel de la modélica adaptación de “Cadena perpetua”, Darabont lograba emocionar con esta anecdótica historia y posterior novela que deriva en una cinta que mantiene el interés con unas muy buenas interpretaciones (a destacar también las intervenciones de David Morse, Gary Sinise, Patricia Clarkson y Sam Rockwell) y con un final que es un perfecto alegato sobre la sinrazón de esta práctica que parece increíble que vaya unida, en algunos lugares, a la palabra justicia.
Nacho Gonzalo (Coronado)
"El pasillo de la muerte" es una de las pocas novelas de Stephen King que no había leído y me hice con ella en la biblioteca a principio de verano y coincidiendo con el serial.
La casualidad quiso que programaran la película en TCM hace unas semanas y la lectura fue aún más completa pudiendo revisionarla con el libro aún entre manos. Me gustó la adaptación en su día, y aunque me sigue pareciendo una película recomendable tengo la impresión de que no ha envejecido del todo bien. Eso sí, cuenta con el aliciente de que Tom Hanks está de lo más convicente (y dolorido con esa dichosa infección) y que David Morse es una de esas caras por las que tengo debilidad.
"El pasillo de la muerte" es uno de esos libros de Stephen King que es imposible dejar a medias.
Morse es mi favorito en esta cinta... Es un actorazo. Rockwell tampoco se queda atrás.
me ha encantado la peli pero es muy triste