Cine en serie: “The tale”, la mente como escudo de un abuso

Querido Teo:

Esta ha sido la temporada del reconocimiento masivo para Laura Dern que por su papel de abogada matrimonialista sin escrúpulos en “Historia de un matrimonio” se hizo con el Oscar 2020 a la mejor actriz de reparto. Una rúbrica para una carrera que ha encontrado un reverdecer en los últimos años especialmente gracias a la televisión con el telefilm “Recount” (ganando el Globo de Oro en 2009), la serie "Iluminada" (Globo de Oro en 2012), su reencuentro con David Lynch en "Twin Peaks. El regreso" (2017) y las dos temporadas de "Big little lies" (ganando el Emmy 2017 por la primera). Salvo el trabajo de Lynch todos ellos son títulos de HBO que han continuado con "The tale", cinta para televisión que se puede encontrar en la plataforma y que pasó por el Festival de Sundance 2018 valiéndole a Laura Dern candidaturas tanto al Emmy como al Globo de Oro confirmando su espléndida madurez interpretativa y su versatilidad para aquellos que le acusan de haber repetido en cierta manera en la cinta de Noah Baumbach su papel de Renata Klein en la serie de las cinco de Monterrey.

Ya hace un par de años hablamos de "Una", cinta que no llegó a las salas españolas pero que contaba con unos estupendos Rooney Mara y Ben Mendelsohn a la hora de hablar del abuso sufrido por una joven y, sobre todo, las consecuencias que ello supuso para su futuro creando una extraña dependencia afectiva que le impedía evolucionar como persona. En “The tale” nos encontramos ante la catarsis de la propia directora y guionista de la cinta, Jennifer Fox, a la hora de abordar un episodio que marcó su vida y que su propia mente enterró y sus recuerdos tergiversaron.

La historia gira en torno a la propia Jennifer, a la que representa en pantalla Dern, una mujer valiente y en apariencia perfecta que triunfa en su trabajo como directora de documentales y que tiene a un novio con el que ya tiene en mente planes de bodas. Todo cambia cuando su madre, interpretada por Ellen Burstyn, descubre unos relatos que Jennifer escribió con 13 años, relatando ciertos episodios turbios con su entrenador de atletismo. Jennifer volverá a reencontrarse con su pasado y recordar algo que estaba escondido en lo más profundo de su alma.

“The tale” es un trabajo minucioso, documentado y catártico por lo impreso en el que está la propia experiencia de una víctima, algo que dota de autenticidad a un trabajo serio, respetuoso y nada morboso a pesar de no ocultar los hechos ocurridos incluso con una escena de encuentro sexual entre la niña y el adulto responsable del abuso. Una de las circunstancias más interesantes desde un punto de vista psicológico es como esa mujer no descubre la verdad, y de manera fortuita e inesperada, hasta llegar casi a los 50 años ya que hasta ese momento su mente no había hecho otra cosa que embellecer e idealizar los recuerdos y no hacerla consciente, haciéndola conservar la impresión de la ingenuidad infantil de aquel entonces en lo referente a ese hecho, de lo que realmente había pasado. Por eso no deja de ser muy valioso ver como aborda Jennifer sus conferencias cuando empieza a encontrar respuestas a sus dudas, las conversaciones que tiene con una madre que está decidida a que su hija bucee en su mente y no esconda lo ocurrido, y esas interpelaciones al espectador rompiendo la cuarta pared entre la Jennifer adulta y la de 13 años.

En este caso, y no por ello menos inquietante, el abuso que se narra en “The tale” no es violento y forzado físicamente sino manipulado a través del poder e influencia de un adulto frente a la debilidad de una mente de una joven insegura que no encuentra en su casa el amor, cobijo y comprensión que sí que cree encontrar en esa granja en la que Jennifer pasa algunos periodos aprendiendo equitación. Y es que, en este caso, no es sólo destacada la sonrisa y encanto de la que hace gala el agresor sino de esa red que éste teje con el paso del tiempo y la confianza a su alrededor que genera siendo igual o más culpables los cómplices que, siendo totalmente conscientes, no hacen nada para evitar semejante perversión.

“The tale” tiene una puesta en escena sobria y que se mueve entre flashbacks y rupturas de la cuarta pared para hacer partícipe al espectador del desmoronamiento de los recuerdos de Jennifer mientras a su vez va emergiendo esa verdad enterrada que es tan dolorosa como reparadora para seguir adelante y conocer realmente porque ella es como es y, sin necesidad de taras forzadas a raíz de ese hecho, sí ser consciente de porqué a lo largo de su vida ha tomado unas decisiones en vez de otras.

Un trabajo valioso y realmente destacable a la hora de conocer y valorar la necesaria protección de los más vulnerables (habitualmente la infancia) por parte de la sociedad frente a esos lobos con piel de cordero llenos de aviesas intenciones basando su baza en la peligrosa construcción de un aura mitificada generando un poder de influencia devastador casi o tanto más en el futuro que en el propio presente.

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Nacho Gonzalo