Cine en serie: "Rockefeller Plaza", agilidad, frescura y mala leche
Querido Teo:
Si en España preguntaras por la calle quién es Tina Fey poca gente podría responder correctamente. Sin embargo en USA no hay nadie que no conozca a la señorita Fey. Ella es el alma mater de "Rockefeller Plaza", una de las series más prestigiosas de los últimos años (y también una de las más divertidas). Tina Fey escribe, actúa y co-produce esta serie en la que cuenta, basándose en sus vivencias como guionista en el Saturday Night Live americano, el día a día en un programa cómico de la televisión americana NBC. Para ello se rodea de grandes actores como Alec Baldwin o Jane Krakowski (la secretaria de “Ally McBeal”) para completar un plantel de personajes disfuncionales y que otorgan a la serie grandes momentos.
A pesar de ser una producción de la NBC la serie no escatima en críticas a las cadenas mayoritarias o a las programaciones de las cadenas americanas, todo contado con mucha ironía y mala leche, una de las señas características de Tina Fey. Tras cuatro temporadas, nunca ha logrado ser una de las series con más audiencia de la cadena. Èsta ha decidido apostar por ella debido a que es una de las mejor recibidas por la crítica y que ha acaparado los últimos cuatro años todos los premios posibles en las categorías de comedia, aunque lo más normal es que su reinado en los Emmy termine este año con la irrupción de series como “Glee” o “Modern Family”. Hay que decirlo. Esta cuarta temporada la serie ha dejado de ser tan fresca como antaño y ya comienza a dar síntomas de agotamiento. Es el principal problema de una serie muy ágil que apuesta mucho por el gag y que exige estar siempre entreteniendo antes que apostar por un argumento demasiado elaborado. Él tener la exigencia de estar continuamente provocando la chispa y la carcajada exige un gran esfuerzo imaginativo que ya empieza a escasear.
Uno de los elementos que ha caracterizado a “Rockefeller Plaza” es la aparición durante todas sus temporadas de grandes actores realizando pequeños papeles alejados de las grandes producciones de Hollywood a las que nos tienen acostumbrados. Así Steve Martin, Jerry Seinfeld, Jennifer Aniston, Jon Hamm, Steve Buscemi, Alan Alda o Michael Sheen ya han desfilado por la serie. Esta temporada han destacado las presencias de Julianne Moore, como la novia del Jack Donaghy que interpreta Alec Baldwin, o Matt Damon como un comandante de vuelo por el que la Liz Lemon de Tina Fey comienza a sentir algo. No sólo ha habido apariciones estelares de actores ya que también han paseado por ahí los presentadores Conan O´Brien o Ophrah Winfrey, el político Al Gore, y la cantante Gladys Knight. Llega con 15 nominaciones a los Emmy pero no parece que éste sea su año. Ya se prepara una quinta temporada que, posiblemente, sea la penúltima. Tina Fey ha dejado caer en más de una ocasión que no piensa que la serie vaya más allá de 2012. Mientras llegue ese momento seguiremos disfrutando del sorprendente giro cómico de Alec Baldwin, de los numeritos de estrella de Tracy Jordan, de la inocencia y simpatía de Jenna, y de los líos en que se mete el asexuado e inocentón botones Kenneth. Son ellos cinco lo que levantan en raciones de 20 minutos todo un show fresco que se ha erigido como la comedia USA más significativa de la década que ha ido evolucionando poco a poco y, tras una tímida primera temporada, alcanzó su cenit en la segunda y la tercera con la gran química destilada por Fey y Baldwin y, también, por una crítica mordaz e inteligente al sistema.
Javier Zurro
nose que es esta paguina solo me entre nada mas