Cine en serie: Rectificando sobre “Lucifer”
Querido Teo:
En ocasiones lo conveniente es rectificar y hacer público el cambio de opinión. Desconozco si el axioma más conocido del mundo que nos dice que “rectificar es de sabios” es verdad, aún así eso es de lo que se trata hoy; una rectificación. En una entrada anterior hablaba de forma poco elogiosa de la serie "Lucifer". Allí me mofaba de todo lo que representaba la serie, la acusaba de plagio de "Castle" con demonio e incluso llegaba a comentar que tenía el peligro de volverse una serie de la que reírse de ella y no con ella. Ese es el problema cuando la crítica se produce tras el visionado de tan sólo tres episodios.
En mi descargo debo indicar que en el final de la entrada dejaba un interrogante por si la serie me demostraba que estaba equivocado. Y a ese salvavidas de emergencia es al que me voy a agarrar para no hundirme en las profundidades de mi juicio. "Lucifer" tiene una cualidad que nunca debe desdeñarse; engancha. Tras ver los tres primeros no pude evitar seguir viendo episodio tras episodio en un maratón cuyo resultado final es esta nueva entrada.
"Lucifer" no es una serie más, no es una serie de policías, no es "Castle" con demonio, es algo más. Tampoco es una concatenación de casos durante los cuales vamos descubriendo a los personajes. Cada nuevo caso es un mero instrumento para conocer al personaje que da nombre a la serie. Lucifer Morningstar es el indiscutible protagonista, no podía ser de otra forma tratándose del dueño y señor del inframundo. Pero no es el demonio al que estamos acostumbrados, al que suele estar en el imaginario popular, y no sólo me refiero al aspecto físico.
El Dios del averno es un ser lleno de contradicciones, no es la encarnación del mal, cierto es que no es una personaje blanco, es un vividor, juerguista y mujeriego, pero no rebosa el mal por todos sus poros. Como el propio Lucifer dice en uno de los episodios “yo no soy el mal, castigo a los que hacen el mal”.
Y hay otra cuestión novedosa que nos presenta "Lucifer". Él es un ángel caído por sus propios desméritos o es solo un instrumento para hacer un trabajo penoso. Dentro de Lucifer está instalado el odio hacia su padre (el mismísimo Dios) por haberle despreciado y condenado a una vida lejos del cielo. Otra cuestión que enfurece a Lucifer es la costumbre de los seres humanos de achacar los bajos instintos y los malos actos al demonio. Lucifer no deja de insistir en que los humanos tienen libre albedrio y que los pecados son cosa de ellos. Él solo castiga a los pecadores.
"Lucifer" es una serie que engancha, entretenida y que es más de lo que parece. Tras los 13 episodios de los que consta la primera temporada nos espera una nueva repleta de incógnitas. Seguirá siendo una serie fresca y novedosa, o como parece adelantar la promo de la siguiente temporada, se embarcará en una aventura más centrada en lo paranormal para convertirse en una especie de "Embrujadas"
Habrá que esperar hasta Septiembre para conocer la respuesta.
Luis Guerra