Cine en serie: "Por trece razones", la visibilidad del acoso escolar
Querido Teo:
En su apuesta masiva de creación y estreno de contenidos cada semana en Netflix, hace unos días llegó una serie pequeña que está dando mucho que hablar entre la comunidad seriéfila, "Por trece razones".
"Por trece razones" cuenta la historia de cómo Clay un día recibe una caja con trece cintas donde Hannah Baker, una compañera de clase que se suicidó hace algunas semanas, cuenta cuáles fueron las razones y las personas que la llevaron a acabar con su vida. La serie girará en torno a este hecho y descubriremos junto a Clay cuáles fueron los motivos que llevaron a Hannah a ese final.
Tras leer la novela, Selena Gomez y su madre Mandy Teefey supieron que querían adaptar esta historia sobre bullying y acoso escolar. La serie, que iba a contar con Gomez como protagonista, finalmente se decidió adaptar a formato serie con un cuasi-desconocido Bryan Yorkey a los mandos del guion y un oscarizado Thomas McCarthy ("Spotlight") en la dirección.
¿Pero qué cuenta "Por trece razones" y por qué es tan especial? Es un error categorizar a la ficción como “necesaria” o “innecesaria” ya que no todo producto audiovisual es para todo el mundo, ni todo el mundo debe sentir empatía por lo que está viendo. Esta serie es una de esas películas de trece horas dónde vivimos el viaje de Hannah desde su final hasta cerrar el círculo y el de Clay ante la aceptación.
Hannah se suicidó. Ese es el principio de la serie, y lo que intentan esas cintas es reconstruir los hechos que la llevaron a hacer algo que cada vez ocurre más hoy en día. Al comenzar, cuesta entender a Hannah: “¿Por qué decides enviar unas cintas acosando a tus acosadores una vez estás muerta? ¿Era necesario llegar a ese punto?”. Pero este drama es muy inteligente; Hannah escribió pensando en ello, y no te engaña en ese sentido, porque ella solo necesitaba hablar, desahogarse y tener a alguien con quien poder tener su espacio de felicidad. Baker es una chica con muchísimos problemas y a la que le pasan mil y una perrerías, pero nunca sabremos qué hubiese pasado si con una sola persona a su lado, apoyándola con su amistad, probablemente Hannah podría haber visto algo de luz en ese pozo de depresión en el que se va hundiendo poco a poco y que nadie ve venir.
"Por trece razones" no se esconde, ni esconde la violencia, el acoso psicológico y sexual que va poco a poco creciendo hasta llegar a unos episodios 11, 12 y 13 desgarradores. El espectador conoce el final desde el principio, pero cuando conoce lo que ha ocurrido para llegar a eso es cuando la serie logra romperte. Y eso sí es necesario. El acoso escolar existe, el bullying, chicas tratadas como objetos, chicos intimidados por los “populares” del instituto simplemente por ser diferentes. Hay que otorgarle la visibilidad que algunos no le quieren dar.
Las relaciones entre los jóvenes son muy fáciles de entender y puede que hasta cierto punto sean estereotipadas, pero todo tiene su gris. Si bien es cierto que las dinámicas entre los adolescentes son creíbles y sus historias, las de todos, son interesantes, no pasa lo mismo con la interacción padres-hijos. Puede que la obra original decidiese no ofrecer ese punto de vista, pero "Por trece razones" trata a unos chicos cuyos padres ni están ni se les espera; unos progenitores que, pese a vivir en una aparente normalidad, no entienden a sus propios hijos o los tratan como bebés.
Todo ello no contribuye a empatizar con los adultos, salvo una sublime Kate Walsh ("Anatomía de Grey") que logra dar verdad a esa madre que pierde a su hija sin saber cómo ha pasado. Walsh vuelve a la televisión de donde nunca tendría que irse, porque demuestra una vez más ser de esas actrices televisivas con carisma que saben humanizar a sus personajes.
Pero esta serie no va sobre los adultos y el eje principal son Clay y Hannah. Los dos mejores aciertos de casting para esta serie son dos adolescentes con una química brutal en pantalla pero que sabemos que no pueden acabar juntos porque esta historia no va sobre eso.
Dylan Minnette (Clay) ha hecho mucho cine y personajes esporádicos en televisión desde que era un niño, y la serie no le viene grande. Clay en ocasiones es odiable, en otras es un "nerd" encantador, pero siempre es taciturno porque siente que falló a Hannah. Él es el personaje que muestra toda la ansiedad del espectador por haber sido una razón que llevo a Hannah al suicidio.
Sin embargo, la estrella es otra. La desconocida Katherine Langford fue escogida para interpretar a Hannah Baker y, sin duda, es el mayor acierto de la serie. Hannah no era una chica perfecta, pero es que no debía serlo, ella era una chica con sus gustos, sus problemas, con ganas de vivir nuevas amistades, relaciones y experiencias. Y poco a poco entre todos le quitaron las ganas de vivir, y ese viaje es el que nos creemos gracias a Langford.
"Por trece razones" es una serie dura porque tiene que ser dura para concienciar a aquel que la vea. Hannah Baker se suicidó porque no era feliz, porque le destrozaron la vida y porque no sentía que nadie pudiese ayudarla. Esta es probablemente la serie de Netflix que más conversación pueda dar, porque todos hemos vivido el instituto y sabemos qué puede pasar si te sales de esa normalidad que algunos quieren imponer.
Rubén Murillo