Cine en serie: Pilotos 2011/12... “Dos chicas sin blanca” y “New girl”, dos simpáticas comedias sin gracia
Querido Teo:
Está claro que en los estrenos de comedia de este año (de momento) las risas brillan por su ausencia. Buen ejemplo de esto es que “Dos chicas sin blanca” y “New girl” han sido las dos comedias con más tirón de audiencia (y las mejor valoradas) de esta nueva temporada, y ninguna de las dos son precisamente como para tirar cohetes.
No sé si será porque en la CBS funciona todo, porque el aspecto nostálgico-noventero todavía cuela, o simplemente porque es fácil entretenerse con estas dos camareras tan diferentes entre sí, pero “Dos chicas sin blanca” ha triunfado (y mucho), y poco más se puede decir al respecto. Bueno en realidad sí… Se puede decir que es una comedia de risas enlatadas, situaciones algo más que ingenuas, y chistes más que acartonados, ultra congelados al vacío. Se puede seguir diciendo que los personajes secundarios más que tontos, son casi retrasados, y más que casi retrasados son realmente inexistentes. Y se puede asegurar, con poco margen de error que, la premisa, aunque sea algo (o mucho) más que inverosímil (esa pija ex millonaria trabajando de camarera ¡y con un caballo en casa!) acaba funcionando, porque por encima de todo, en “Dos chicas sin blanca” hay dos protagonistas con química que saben sacarle partido al poco material que tienen entre manos.
La serie pasa rápidamente de darte vergüenza ajena a parecerte simpática, y de ahí a sacarte una o dos sonrisas de esas que te llegan a traición pero se agradecen igual. “Dos chicas sin blanca” es tan retro y tan “mil veces vista” que pasa inmediatamente de ser arcaica a ser agradablemente familiar. Hasta tal punto que, cuando uno se despista un poco, parece como si el tiempo se hubiera dado la vuelta y uno se hubiera despertado directamente en los noventa. No me entiendas mal, es una serie del montón, pero igualmente es una de esas series que cuando le pillan el punto a alguna que otra escena (poniéndose sus mejores galas) pueden parecer hasta resultonas. Si afinan el humor, y saben sacarle algo de gracia a los secundarios, apuesto hasta que me veo viéndola en el futuro. La serie la está emitiendo desde el pasado viernes TNT.
Y qué decir de “New girl”. Pues que es tan encantadora como su protagonista (Zooey Deschanel) y tan desesperante como casi todos los personajes que ha interpretado a lo largo de su carrera cinematográfica. A Deschanel, en una escena la matarías estrangulada, y en otra la abrazarías como a un osito de peluche, sin dejar nunca de pensar “qué coño hago yo aquí viendo esta ñoñería”, y lo que es mejor “por qué me estoy divirtiendo tanto si en realidad odio a muerte Dirty Dancing” (este es un chiste que sólo entenderán los que hayan visto el piloto).
Y es que, en realidad, “New girl” no es más que eso, un vehículo de lucimiento (y escarnio), para una Deschanel que saca a pasear sin control alguno todo su repertorio de gestos, muecas, cánticos, y llantos varios que tanto la caracterizan. Y lo peor no es eso. Lo peor es que, por mucho que se pase de rosca, al final casi siempre acabará resultándote la persona más adorable de la tierra. Ella es así, y la serie lo aprovecha sin ningún tipo de vergüenza. No importa si los diálogos son más o menos graciosos (que no lo son), si el “timing cómico” con los demás actores funciona (que tampoco especialmente), o si las situaciones que se dan son más o menos originales, porque por encima de todo, si Zooey está ahí ante tus ojos acabarás clavado al televisor con la sonrisa de un dulce gatito y el corazón envuelto en nubes de algodón.
Y más allá de la protagonista femenina, prácticamente la nada. Tan sólo uno de sus tres compañeros de piso (el que le acaba de dejar la novia) tiene algo de gracia, y porque Deschanel anda por allí cerca potenciando en todo momento su personaje. No sé qué será de esta serie en el futuro (ni de mí con respecto a ella), pero lo que si tengo claro es que todo su potencial dependerá de si saben dosificar el encanto de la actriz protagonista en pos de un conjunto más unificado y sólido que mantenga a la serie en un mejor equilibrio. Y si no, no importa, siempre se puede tirar de Zooey Deschanel y su deliciosa sonrisa cautivadora. Ella nunca falla.
Watanabe