Cine en serie: Pilotos 2010/11... “The big C”
Querido Teo:
Un piloto no es más que la carta de presentación de una serie. Por ello, contar con un buen arranque, aunque sea importante porque será el anzuelo con el cual se enganchará a la audiencia desde un principio, en definitiva no es nada determinante, pues sus siguientes episodios y temporadas se encargarán de conformar lo que realmente será la serie en su conjunto. Aún así, comenzar con una gran introducción no es tarea fácil. Con frecuencia se suele caer en la precipitación, y la acumulación de temas y personajes, dando al traste con el piloto en cuestión. Esquematizar las ideas generales de la serie en tan solo unos minutos de episodio, y además conseguirlo con cierta clase y precisión, sólo está al alcance de unos pocos elegidos, que lo llegan a conseguir en algunas contadas ocasiones. Pues bien, ya puedo decir con rotundidad y entusiasmo que los responsables de "The big C" estarían sin duda dentro de este selecto grupo de los que han dado en la diana del éxito con su primer disparo. Y es que contar con Bill Condon como uno de los máximos responsables del proyecto y como experto realizador del primer episodio, ya es toda una ventaja a la hora de apostar sobre seguro por una serie. Si además le unimos el nombre de Laura Linney como intérprete principal, junto al de otros actores tan solventes e interesantes como lo son Oliver Platt, o Gabourey Sidibe (nominada en los últimos Oscars por “Precious”) ya tenemos unos cuantos ingredientes de calidad, como para pensar en que pueda salir de todo ello una primera ración de exquisita consumición seriéfila.
“The big C” es una nueva comedia negra del canal Showtime. En esta ocasión su punto de partida es la extraña (y por otro lado comprensible) reacción de liberación interior, de una aburrida y excesivamente esquematizada profesora y ama de casa, tras saber que ha desarrollado un cáncer terminal. Laura Linney (algo más contenida de lo habitual) borda una vez más uno de esos papeles de chica para todo que tanto le van como añillo al dedo. En apenas treinta minutos de episodio, logra dotar de múltiples matices a su personaje, consiguiendo que conectemos enseguida con toda esa dignidad y tristeza que lleva a cuestas, tras haberse enterado que su vida se precipita hacia el vacío de una enfermedad mortal. Durante todo el episodio, apenas nos deja ver su estado emocional (ni a nosotros ni a las personas que la rodean), pero sí somos testigos de su lucha interior por sobreponerse a semejante devastadora noticia, al mostrarnos las diferentes e inquietantemente divertidas reacciones, provocadas por una fuerza interna, que al parecer no sabía que llevaba consigo. Como ocurriera en “Mi vida sin mí” de Isabel Coixet, Cathy, que así se llama su personaje, decide interiorizar y ocultar su enfermedad, siendo este punto de vista uno de los grandes aciertos de lo que llevamos de serie. Unos diálogos bien afilados, en boca de unos personajes secundarios, que a pesar de sus cuatro esbozos ya comienzan a ser algo más que comparsas de la protagonista, completan el resto de virtudes de un primer episodio que hace soñar con una gran serie de cara al futuro.
Como he dicho al principio, esto no acaba más que empezar y realmente que su primer episodio me haya gustado tanto no es significativo. Ya me ha ocurrido otras veces con otros estrenos de la misma cadena como fueron los de "Californication", o la más reciente "Nurse Jackie", que tras sus entusiastas inicios nunca llegaron a estar a la altura de sus magníficos pilotos. Pase lo que pase, como de momento soñar es gratis, déjame creer que esta de “The big C” pueda llegar a ser en los próximos años una de las grandes series del panorama televisivo. ¡Qué diablos!. Con semejante elenco de responsables, va una cena a que así será.
Watanabe
Acercarse a una serie en la que la protagonista tiene cáncer siempre se hace complicado, parece que después de la jornada laboral lo que apetece es un producto más de evasión...pero me animas a verla con el post. además ¡me encanta Laura Linney!
Aunque trate el tema del cáncer, de momento se acerca a él sin ningún tipo de crudeza o emotividad desmedida. Más bien es un vehículo para el lucimiento de su actriz principal, y un primer punto de partida para comenzar a contar la historia de una mujer llena de luces y sombras
Me encanta Laura Linney, en "La familia Savages", en la floja "Jindabyne", en "Emily Rose", como la durísima mujer de Sean Penn en "Mystic River" (esa escena final es pura gloria) y en la deliciosa "Puedes contar conmigo" .
No recuerdo una sóla vez que me haya defraudado pero con esta serie no puedo. Pensé que iban a dentrarse en el cáncer con sus más y sus menos y sinceramente no soporto ese buenrollismo que es imposible aceptar ni creer.
Puedo entender que hay gente más o menos especial pero a este personaje simplemente se le ha ido la pinza y tampoco conmueven sus momentos de intensidad.
Ya me reencontraré con ella en "Symptahy for Delicious", no hay prisa.
He visto los primeros capitulos y me esta gustando muchisimo. Laura Linney esta fabuloza, que pedazo de actriz, espero que le den el Emmy el año que viene y no nos olvidemos de John Benjamin Hickey un secundario que siempre de lo mejor de si.