Cine en serie: Personajes para la eternidad... Sheldon Cooper (The Big Bang Theory)

Querido Teo:

En esta nueva sección de personajes para la eternidad seriéfila, vamos a ir dando un pequeño homenaje/repaso a ese tipo personajes, que a lo largo de los años se han hecho un hueco en nuestros corazones y parrillas. Estos hombres y mujeres de ficción, suelen estar llenos de defectos e imperfecciones, pero al mismo tiempo han sido dotados con una densidad emocional y psicológica tan rica y variada que casi los podemos considerar a día de hoy parte de nuestras familias (seriéfilas), como si fueran ya viejos y buenos amigos de carne y hueso. Para empezar con esta sección, me he decantado por un personaje que le ha servido a su actor (Jim Parsons) para ganar un merecidísimo Emmy en la última entrega de estos premios. Por esta razón, y por muchas otras que no vienen al caso, hoy me complace presentarte a un ser medio humano medio robot-extraterrestre (según teorías de sus propios compañeros de serie), algo espigado, egocéntrico, maniático y sin duda muy, pero que muy inteligente, a cuya llamada responde (sólo cuando le interesa) por el nombre de Sheldon Cooper. Psicoanalicémosle. Si es que se deja...

Empezaré por deciros que Sheldon tiene un coeficiente intelectual de 187. Vamos, que es un genio de tomo y lomo. Esta enorme capacidad mental le ha permitido sacarse dos doctorados y un Master, ser experto en física Teórica, y estar considerado por muchos de sus compañeros de profesión como un verdadero erudito en la materia gracias sobre todo a sus exhaustivas investigaciones en la ”Teoría de cuerdas”. Para que te hagas una idea, a los  8 años construyó un robot armado para que su hermana no entrara en su cuarto. Y a los 13 ya había creado un pequeño reactor nuclear con la intención de iluminar gratis el pueblo donde vivía. Lástima que el uranio enriquecido que intentó comprar por Internet fuera ilegal. De no ser así, su pueblo natal hubiera brillado como un auténtico árbol de Navidad.

Por muy inteligente que sea, a nivel emocional tiene bastantes carencias, enfermedades y fobias que abocan casi todas sus relaciones sociales al fracaso más absoluto. Entre las más evidentes podemos encontrar: el síndrome de Asperguer o la incapacidad de empatizar y/o comprender los comportamientos de sus semejantes, con consecuencias tales como la completa negación para detectar el sarcasmo de sus compañeros de piso. El trastorno obsesivo-compulsivo, evidente en muchos de los rituales que le vemos hacer como por ejemplo las constantes y repetitivas llamadas en la puerta de Penny cada vez que desea entrar en su piso. O infinidad de manías más, como puedan ser, la de sentarse en un lado especifico de su sofá donde nadie más puede hacerlo, o la de ir al baño siempre a la 08.20. Como ves, todas ellas siempre complejas y sin duda para estar muy preocupados por él, pero al fin y al cabo todo una amalgama de cualidades que acaban provocando multitud de situaciones la mar de divertidas.

En cuanto a sus aficiones, estamos ante un verdadero icono friki de la televisión mundial. Como es lógico, la ciencia ficción y la fantasía son sus géneros favoritos, y entre ellos podemos encontrar series, comics, juegos, y pelis capaces todos ellos de arrastrar a Sheldon a hacer la mayor de las locuras sin apenas darse cuenta de ello. Entre las series que más le gustan posiblemente su favorita sea “Star Trek”. Minucioso conocedor de todos sus entresijos (incluso sabe hablar Klingon), y fan incondicional del vulcaniano Spock, es el actor Wil Wheaton que interpreta a uno de sus personajes favoritos de la serie, el único punto negro en su amor por “Star Trek”, al convertirse éste en su persona más odiada tras haberle conocido personalmente en una convención de comics de su ciudad. “Battlestar Galactica” (de la cual tiene una tostadora Cylon) o “Fireflay” (de la cual aborrece su prematura cancelación por encima de todas las cosas), son otras de sus ficciones televisivas favoritas y a ellas acude en los momentos de mayor contrariedad como si fueran auténticos tótems capaces de darle siempre la mejor de las respuestas. Como dato extra te diré que Sheldon detesta “Babylon 5”.

Su película favorita posiblemente sea “El señor de los anillos”. En un episodio en concreto su obsesión por un anillo de atrezo conseguido por Leonard casi le hace perder la amistad de éste y la del resto de sus amigos, y sin duda casi pierde parte de su cordura cual Gollum por la necesidad de poseer dicho anillo. Entre sus entretenimientos favoritos jugar los miércoles al “Halo” está considerado un auténtico acontecimiento dentro de su estructurada existencia, y no perdona su falta de asistencia a ninguno de sus amigos ni incluso en los casos en que sea por motivo de coito imprevisto. Y es que (de momento) y por lo que le hemos visto hasta ahora, Sheldon parece ser más un ser asexual e incapaz de sentir amor romántico, pareciendo nunca entender como un ser humano puede dejarse llevar por esa clase de instintos tan primarios. Veremos si el clon de novia que le han encontrado Howard y Raj en su última temporada consigue llevar la relación más allá de lo puramente platónico. Lo logre o no, desde luego será divertido verlo.

Si hay una cualidad por la que puede sentir auténtico respeto esa es sin duda la extrema inteligencia. La madre de Leonard puede dar fe de ello al ser la única por la que ha sentido algo parecido a la atracción emocional. Sheldon es prácticamente incapaz de sentir emociones, o al menos demostrarlas, y eso es más que evidente cuando se refiere a cualquiera de sus compañeros de serie. Aunque sin duda aprecie a  Wolowitz y Koothrappali, no creo que ellos signifiquen más para él que el de ser unos buenos y eficientes compañeros de juegos. Sin embargo, tanto Leonard como Penny sí que en alguna que otra ocasión han logrado tocarle algo por dentro de ese escuchimizado cuerpo que tiene, más allá de unas simples y divertidas demostraciones de afecto forzadas. Y es que la personalidad pasional y muy emotiva de ambos  personajes, posiblemente sea una fuente de conocimientos inagotable, desde donde redescubrir esa parte de su alma de la que cree carecer por completo. Aunque apenas lo demuestre, en su subconsciente seguro que piensa que estos dos amigos le acaban haciendo mejor persona.

Por lo que a nosotros respecta, lo único que queremos de él es que siga siendo siempre igual de divertido, y nos siga sorprendiendo una y otra vez con esos “¡Zas, en toda la boca!” (o Bazinga, en ingles) que tanto nos gustan. Los aspectos más dramáticos mejor para otra serie. Nosotros preferimos que siga jugando al “piedra, papel, tijera, lagarto, Spock” enfundado en sus muchas y originales camisetas de colores y temáticas Freak.

Vídeo

Watanabe