Cine en serie: “GLOW”, la lucha por la diversidad femenina
Querido Teo:
Netflix ha declarado por activa y por pasiva que quiere convertirse en el gran dispensador de contenidos del mundo a través de su plataforma, por eso quizás esta primera mitad de año hemos visto casi cada semana un nuevo estreno seriéfilo de la compañía que ha abarcado multitud de géneros. Entre todas las propuestas de los últimos meses ha llegado este verano “GLOW”.
¿Qué es “GLOW”? Esta dramedia en clave femenina llega de la mano de sus creadoras, Liz Flahive y Carly Mensch, dos mujeres conocidas por sus trabajos como guionistas y productoras en series como “Nurse Jackie”, “Weeds” o “Homeland”; y con el nombre de Jenji Kohan (creadora de “Orange is the new black”) en la producción.
La serie situada en Los Ángeles de los 80, una etapa llena de hombreras, luz, color y purpurina que está fielmente retratada, nos lleva a conocer a Ruth Wilder, una joven actriz con grandes aspiraciones a la que nunca le llega su oportunidad. Cuando sus esperanzas están a punto de agotarse, aparece en su camino un casting para formar parte de un programa de televisión de lucha libre femenina.
Poco a poco iremos conociendo más de cerca a cada una de las 12 mujeres seleccionadas para formar parte en el piloto del show e iremos introduciéndonos en un mundo que aunque no supiésemos que nos interesaba (como es en este caso el wrestling femenino) acabará haciéndonos vibrar. A su vez, seguiremos el viaje de Ruth, una protagonista que no va a crear consenso entre los espectadores porque es muy fácil odiarla y mucho más quererla; y de su mejor amiga, Debbie, una actriz que abandonó su oficio como actriz por su familia y que pronto verá tambalearse los cimientos de aquello que creía estabilizado.
Alison Brie es el nombre más conocido del reparto y la razón por la que casi se queda fuera de la serie (las creadoras no querían a alguien extremadamente conocida para el papel protagonista). Brie consigue ser Ruth y ser una mujer normal que es lo que demanda el papel. No es una heroína aunque a veces tenga que comportarse como tal; tampoco es una villana aunque sus actos sean cuestionables; ella es una mujer que se enfrenta a la vida luchando por su sueño, que es la actuación. Ruth es un personaje que puede recordar a otra de las protagonistas de una serie de Netflix, “Girlboss”, porque ambas son fácilmente odiables, pero en este caso Brie se siente motivada por mejorar como persona a la vez que cumple sus sueños.
Como contrapunto tenemos a su "frenemy", Debbie, que es una mujer totalmente opuesta a Ruth; madre primeriza, abandonó su trabajo de éxito como actriz para formar una familia, y ahora tiene miedo de volver por no estar a la altura de las expectativas. En este caso sí podemos decir que Betty Gilpin ha sido la gran revelación de la primera temporada de “GLOW”. Es una mujer que parece tenerlo todo; una familia perfecta, sin preocupaciones laborales, atractiva, y que, sin embargo, esconde muchos miedos e inseguridades y que pronto verá como su matrimonio no es todo lo idílico que pensaba. Gilpin tiene la fuerza necesaria para ser el corazón de “GLOW”, y su viaje resulta emocionante porque es el de una mujer que tiene que superar muchos obstáculos psicológicos y de la época para llegar hasta el final con este proyecto.
Aunque Ruth y Debbie son las estrellas del ring, sus otras diez compañeras nos recuerdan la lucha por la superación y la diversidad por diferentes motivos; la chica que proviene de una familia de luchadores a la que no quieren ver seguir sus pasos; la que no se lo toma en serio por miedo a fallar; la que quiere que la tomen en serio porque no ha tenido nunca una oportunidad, etc… Se nota la mano de Jenji Kohan en un reparto que celebra su diversidad, y que utiliza los estereotipos étnicos para reírse de ellos.
La serie son todas estas mujeres, pero también hay un hombre insensato pero carismático detrás de todas ellas; el creador de este piloto, Sam (Marc Maron), es un hombre irónico, de vuelta de todo, que no empatiza con ninguna pero que logra crecer como persona gracias a todo lo que va surgiendo entre él y las luchadoras a lo largo de la temporada.
“GLOW” es una serie ligera, de episodios de 30 minutos que se ven en un suspiro, y consigue ir desarrollándose poco a poco. Si no te gusta el piloto no creas que es el mejor episodio de la serie; a partir de ahí esta dramedia irá mejorando poco a poco hasta llegar a un último capítulo donde todas las tramas y emociones confluirán en ese piloto de televisión de lucha libre femenina.
Todas las actrices de esta serie interpretan a luchadoras sobre el ring, pero también todas deben lidiar con su vida; si existe una segunda temporada de “GLOW” (ojalá sea así), todavía hay mucho que contar porque nos deja con la miel en los labios y con ganas de saber y conocer más a las integrantes de este wrestling femenino que, pese a sus diferencias, sobre el ring gritan con una sola voz.
Rubén Murillo