Cine en serie: "Glee", el fenómeno del año
Querido Teo:
Si hay una serie que se merece la vitola de revelación de la temporada esa es "Glee", una serie modesta y poco ambiciosa pero que tiene bien claro cual es el público objetivo al que se dirige y que maneja como nadie las armas necesarias para conquistarlo. El público adolescente-juvenil es el principal consumidor de una serie que ya alcanza la categoría de fenómeno. Su historia estudiantil jalonada con canciones de éxito convierten a “Glee” en un bocado demasiado apetecible para la generación que despertó audiovisualmente con “High School Musical”. “Glee” tiene los defectos de aquella en lo referente a la presentación de personajes (todos muy tópicos y esterotipados): las animadoras, la chica marginada enamorada del guapo del instituto, la negra con kilos de más que pone el humor, un chico gay, una profesora de educación física borde y cáustica, una orientadora ingenua, un joven profesor que busca motivar a sus alumnos con la música, un director de instituto con orígenes islámicos y con cierto aire despistado... En fin, una galería de personajes muy predefinida que se apoya, además de en un buenrollismo general, en un humor negro marca de la casa de Ryan Murphy (creador de la serie) que abre la serie a otro tipo de espectadores y que la “desinfantiliza” frente a la citada “High School Musical”. Ryan Murphy es conocido por ser el creador de “A golpe de bisturí” y ese toque de la serie también está presente en la serie de Fox.
El profesor de español Will Schuester tiene la enorme ilusión de devolver al coro de la escuela William McKinley (el Club Glee) su antiguo esplendor, ante el desaliento de su esposa Terri, que no lo quiere ocupado en algo que no generará ingresos. Mientras la pareja enfrenta los fracasos en sus intentos de tener hijos, Will decide crear New Directions y hacer una selección de integrantes del coro. En la presentación, quedan elegidos los únicos cinco alumnos que se presentan: Rachel Berry (quien se considera a sí misma una gran estrella a pesar de ser una de las marginadas del instituto), Kurt Hummel (un simpático homosexual con refinado gusto por la moda), Mercedes Jones (amiga de Kurt, reniega cualquier papel secundario en el coro), Tyna Cohen-Chang (finge ser tartamuda y está enamorada de Artie) y Artie Abrams (es parapléjico y está enamorado de Tyna). Aunque son excelentes cantantes, Will cree que no logrará su propósito, por lo que, instado por Emma Pillsbury (la Orientadora Vocacional y Consejera del colegio) trata de introducir a chicos populares. Con una artimaña, Will introduce a Finn Hudson, el quaterback del equipo de fútbol americano. El muchacho no sólo posee talento: también enamora a Rachel y Kurt (quien procura ocultarlo) y provoca los celos de su novia, Quinn Fabray, la líder de las animadoras. Cuando la entrenadora de las animadoras, Sue Sylvester, conoce la noticia de que los fondos del club Glee (que parece funcionar) puede ir en detrimento de su presupuesto, comienza lo que será una sostenida y despiadada campaña por desestabilizar y desintegrar el coro.
La premisa general de la serie se apoya en el intento de superación del Glee Club con el fin de ganar el concurso estatal. Todo será muy complicado tanto por los problemas que le plantea el propio instituto (la entrenadora con aires militaristas Sue pretende destruirlo desde dentro del mismo infiltrando a alguna de sus animadoras) como por los líos hormonales-amorosos que viven los miembros del coro. Todo acaba salpicando al director del coro cuando su propia mujer, ambiciosa y frívola, que ha padecido un embarazo ficticio pacte con la líder de las animadoras (embarazada presuntamente del quaterback) que ella se quedará con el bebé que va a tener fingiendo que es suyo para no dar un disgusto a su marido.
La clave de “Glee” son las canciones y Murphy no ha tenido problemas en hacerse con un gran repertorio que incluye canciones de Madonna, Cher, Avril Lavigne, Rihanna, Beyonce, Los Beatles, Queen o de musicales como “West Side Story”, “Chicago” o "My fair lady". Algunos artistas incluso las han cedido gratuitamente ante el buen mensaje y trato que da la serie a las canciones con el fin de seguir popularizando frente a una audiencia que se cuenta por millones en todo el mundo y que ha hecho liderar las canciones de su banda sonora en Itunes y en cualquier portal de descargas. La dirección de coreografía de “Glee” está a cargo de Zach Woodlee, y dispone de cinco a ocho números de producción por capítulo. Una vez que se liquidan los derechos de la música, las canciones son ensayadas y pre-grabados por el reparto. Woodlee construye los movimientos de acompañamiento. Luego se los enseña a los actores y se procede a grabar. Pueden tomarse varias semanas para preparar un número, en función de su complejidad. El costo de producción de cada episodio es de 3 millones de dólares como mínimo y pueden demorarse incluso diez días hasta obtener el resultado que finalmente será presentado en pantalla.
Las críticas han sido desiguales, como siempre suele ocurrir con este tipo de productos tan enfocados al público infantil, pero se destacan las buenas intenciones y el conjunto conmovedor y positivo que refleja la serie. Evidentemente se pueden criticar los personajes, la clásica historia de instituto y la versión de alguna de las canciones, pero es difícil no quedarse enganchado, aunque sea por mera evasión transitoria, de alguno de los capítulos por su ritmo equilibrado y siempre con la música como bandera y, en la mayor parte de las ocasiones, como una justificación y desarrollo de las tramas que allí se cuentan.
En Estados Unidos la primera temporada tuvo una primera tanda de 13 capítulos (de 40 minutos de duración cada uno) que fueron emitidos hasta el 9 de Diciembre de 2009. El apoyo popular y el Globo de Oro conseguido a la mejor serie de comedia o musical, además del premio al mejor reparto para una serie de comedia en el Gremio de Actores, han potenciando que el 13 de Abril se estrenen nueve capítulos más que completarán una primera temporada de 22 episodios. Ya se ha confirmado una segunda temporada de 25 capítulos que será emitida en el invierno de 2010. El éxito ha sido tal que algunas estrellas como Jennifer López, Justin Timberlake, Neil Patrick Harris (de la serie “Cómo conocí a vuestra madre”) o Julia Roberts ya han mostrado su interés por tener una participación en la nueva temporada como así lo han hecho ya en la primera Josh Groban, Kristin Chenoweth y Olivia Newton-John. En España va creciendo también imparable el fenómeno gracias a la emisión de Neox (los lunes a las 22:00) y de Fox (los miércoles a las 22:00). Una serie que entre fans acérrimos y detractores hirientes no ha tardado mucho en convertirse en el gran éxito de la temporada.
Los chicos de “Glee” cantando el himno nacional USA...
"Somebody to love" en el concierto celebrado en los jardines de la Casa Blanca con las hijas de Obama como mayores fans.
“Take a bow”
“Alone”
“Halo/Walking on Sunshine”
“It´s my life/Confessions”
“Keep holding on”
“Ride with me”
“Sweet Caroline”
"I could have danced all night"
“Defying gravity”
“Imagine”
“You can´t always get what your want”
“I´ll stand by you”
“My life would suck without you”
Nacho Gonzalo (Coronado)
Una serie que empieza mediocre y que acaba la primera temporada como las grandes. Muy bien producida con un mensaje muy positivo para los jóvenes. Parece simple pero tiene magia. Consigue revivir canciones que yacen en la memoria y que son gratas de recordar, de vez en cuando.
Otro aspecto curioso es el de las actuaciones de "famosos" o la creación de capítulos temáticos (Lady Gaga, Madonna...)... Parece que seguirán en esa línea en la siguiente temporada (Britney Spears, Michael Jackson...)
Para acabar debo decir que mañana domingo sabremos cuántos Emmy se llevan (tienen el número máximo de nominaciones este año).