Cine en serie: "Forever", inmortalidad innata pasada por agua

Querido Teo:

¿Quién no se ha imaginado nunca lo que haría siendo inmortal? Después de ver a los MacLeod en "Highlander", quién no pensó lo bonito que sería ir pasando de generación en generación sólo preocupándose de cómo engañar a la Seguridad Social y rompiendo corazones aquí y allá y acullá. Bien, no sólo "Forever" lo había imaginado ya que no es una idea muy novedosa ni en el cine ni en la televisión pero quizá el tratamiento que se le da ahora le añada cierta gracia.

El forense Henry Morgan (Ioan Gruffud, "Los 4 fantásticos" y "Ringer") es un atractivo madurito de 200 años que descubrió tras ser tirado por la borda hace dos siglos que volvía a la vida (siempre a través de medio acuosos) cada vez que su corazón paraba de latir. Antes como doctor, y ahora examinando las causas de la muerte de otros, su vida siempre ha intentado pasar desapercibida a medida que iba adquiriendo conocimientos y disfrutando de su condición de eterno "bon vivant".

Junto a él, y trabajando en su negocio de antigüedades (muy apropiado), Abe, un joven huérfano de la Segunda Guerra Mundial que Henry y su fallecida esposa encontraron en un campo de refugiados y que sigue siendo su mejor amigo, y el único que conoce su secreto también. Bueno, no es el único y de ahí la trama de la serie.

Un buen día el Dr. Morgan fallece en un "casual" accidente de metro. Tras volver a su casa mojado y sin ropa, descubrirá que no ha sido casualidad y que tal "accidente" estaba premeditado. Recibirá la llamada de un tal Adam (Adrian Pasdar, "Mysterious ways" y "Héroes") el cual le contará que por fin conoce su secreto y que estaba esperando encontrarle tras 2.000 años viviendo su mismo periplo. De este asesino por supuesto no esperamos nada bueno y promete ser un gran antagonista de Henry.

Por si hubiera poco, y para darle el toque femenino-romántico, la detective Jo Martinez (Alana de la Garza, "Ley y orden" y "CSI: Miami") descubre que algo raro pasa con nuestro protagonista cuando tras verle en las pruebas forenses de la muerte del conductor del metro le reconoce en las grabaciones de las cámaras de seguridad cogiendo dicho medio de transporte. Demasiada coincidencia.

Por supuesto, la gracia de la serie y el peso sobre el que recae (por ahora) todo es el carisma (y el acento) de Ioan Gruffud. Sinceramente veo difícil que una serie se sostenga sólo en eso pero cosas peores hemos visto y podría producirse un "contagio" de empatía entre el resto del casting. No cabe duda de que el guión y la realización de la misma saben de esto y giran en torno a las desventuras del Dr. Morgan sin ningún tipo de tapujos e intentando, a mi entender, atraer un espectro de espectadores lo más amplio posibles. No sólo los frikis como yo se deben sentir atraídos, el tono de la serie intenta desdramatizar la acción y sobretodo se incluyen escenas y situaciones que claramente apuntan al sector femenino.

Es una serie plana, no te voy a engañar. No es muy original y su continuidad va a depender de recoger el testigo de espectadores tipo "Mujeres desesperadas", la propia "Ringer" o "The client list" que quieran ver la tele con sus maridos o que tengan un punto más de aventura y menos de drama-culebrón.

Aun así creo que es un producto sencillo pero bien elaborado y, como te digo, muchas veces no todo van a ser series de gran calado científico-filosófico. El piloto ha desarrollado muy bien las características principales de los personajes dejando claro el sector del bien y del mal, eso sí, ahora como traten eso y hacia donde se dirijan puede definir que se anuncie la segunda temporada o que la inmortalidad de Henry sólo dure los primeros capítulos.

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David Volcano