Cine en serie: “El alienista”, los primeros loqueros
Cine en serie: “El alienista”, los primeros loqueros
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Querido Teo:
El latín “allenus” y “ajeno” dio en castellano "alienado" y "enajenado" para referirse a una persona que se despoja o es privada de algo. En este caso, de la razón o del control de sí misma. De esa raíz proviene alienista, el título de esta serie que dirige Cary Fukunaga, que ya dirigió “True detective”, y que coincide con los tiempos de los primeros estudios psiquiátricos.
A finales del siglo XIX los rayos X hacen visible el interior del ser humano y parece posible abrir incluso la puerta de nuestro cerebro, por donde se cuelan a trompicones médicos como el protagonista de "El alienista", ayudado por un periodista de The New York Times, un ilustrador que dibuja a las víctimas de los crímenes, ya que la nueva técnica del grabado con luz, fotografía, todavía necesitaba tanta claridad para impresionar las placas que resultaba inútil en muchos casos, y una de las primeras mujeres aceptadas en la policía metropolitana.
El Nueva York de aquellos años ya ha sido recreado en series tan impactantes como la de la historia de uno de los primeros hospitales de la ciudad, “The Knick”, donde sobrevuela la hipótesis bien valorada por entonces de que existía una relación entre nuestra constitución y ciertas enfermedades psíquicas: los delgados o leptosómicos padecerían más fácilmente trastornos psicóticos, los atléticos serían más propensos a las epilepsias y los obesos o pícnicos sufrirían más trastornos afectivos. Se necesitarán todavía muchos años para abandonar la teoría de Jaspers de que lo físico produce lo psíquico, una herencia casi directa de Platón, que habla de deseos, voluntad y razón, localizados en vientre, pecho y cabeza. En estos años que refleja la serie aparece también la personalidad psicológica de Ribot y el psicoanálisis de Freud, que seguía con la división en tres partes en cada uno de nosotros: el "Ello", lo que deseamos instintivamente como comer, beber, dormir y follar; el "Súper Yo" que nos recuerda los límites exteriores, las reglas que nos imponen; y el “Yo”, en lucha constante por complacer a los otros dos, y de cuyo esfuerzo surgiría la personalidad de cada uno.
El Nueva York de finales del XIX se ha filmado en calles y rincones de Budapest, donde se producen una serie de asesinatos atroces de niños prostitutos, y un joven comisionado de la policía, el futuro presidente Teddy Roosevelt, acude a un alienista especializado en comportamiento desviado.
La serie se basa en el bestseller “El alienista”, de los años 90, donde se mezclan personajes inventados y otros históricos, como el banquero J. P. Morgan, o el mencionado Roosevelt cuando era un abogado joven de buena familia, que comenzaría su carrera política como senador por Hyde Park en 1910.
La serie está llena de pequeños detalles, algunos tan macabros como la sustitución de la horca por la primera silla eléctrica en 1890, gracias a múltiples presiones de Edison por vender su invento de la electricidad, y tras haber "frito" a decenas de animales para demostrar su eficacia.
La ambientación es uno de los puntos fuertes y es evidente que lo han pasado bien haciéndola, con algunos pequeños anacronismos que no empañan el esfuerzo.
Carlos López-Tapia
Fukunaga no dirige ni un solo capitulo, solo produce (quien si que dirige dos capitulos es el español Paco Plaza). Y Roosvelt no ejerce de abogado (aunque lo fuera), sino de jefe de policia. Porque da la sensacion que quien ha escrito este articulo no ha visto un solo segundo de la serie y se ha limitado a reproducir informacion de otros medios?
No es Paco Plaza, es Paco Cabezas. Por lo demas de acuerdo en el comentario de GM.
Seguramente será un corta y pega.... estaría viendo la final de la champions 🙁