Cine en serie: “Vigilados: Person of interest”, la serie del otro Nolan
Querido Teo:
Sin hacer mucho ruido, pero convenciendo a su público, "Vigilados: Person of interest" ha conseguido llegar a su tercera temporada variando muy poco su premisa inicial; un sistema informático del gobierno estadounidense capaz de detectar crímenes antes de que sucedan, y una extraña pareja que se imponen a sí mismos la tarea salvar a las víctimas que el gobierno considera irrelevantes. Y todo esto con guiones de J.J. Abrams, que no requiere presentación, y Jonathan Nolan, que resulta ser el hermano y habitual colaborador de Christopher Nolan.
La serie tiene algo de “Minority report” y un punto de serie procedimental de las de toda la vida, además de que se permite el lujo de alguna broma de vez en cuando. Pero a diferencia de otras series, en las que la repetición las acaba matando, sus guionistas han sabido abrir muchos frentes para desarrollar su historia en caso de que alguna de las tramas se empiece a atascar. Por un lado tenemos la historia de la propia máquina, de cómo la crean a cómo parece adquirir vida propia. El hecho de que nunca lleguemos a ver la máquina en sí, y la manera en que se comunica con nuestros protagonistas, ayuda a dar un aire de misterio a la serie.
La propia relación entre los protagonistas resulta también bastante interesante, por un lado un genio informático con miles de millones en su cuenta bancaria y un único objetivo para gastarlos: Salvar el mundo persona a persona. Por otro lado, un agente secreto retirado al que muchos dan por muerto y que, de no ser por este peculiar mecenas, habría acabado bastante mal. También hay secundarios que dan bastante juego, algunos dentro del departamento de policía que les ayudarán a pesar de estar en busca y captura, y otros fuera de él aunque todos con un pasado de lo más colorido.
La serie siempre ha pivotado en torno al esquema del “caso de la semana”, con un número generado por la máquina que es el de la seguridad social de una futura víctima o criminal, la máquina nunca lo especifica. Corresponde a los protagonistas localizar a la persona, determinar si van a sufrir un “accidente” o van a provocarlo, y tratar de evitarlo. Pero además de eso hay otras tramas que abarcan temporadas enteras, como la de evitar que según quién se haga con el control de la máquina o la de acabar con una organización de policías corruptos dentro de la ciudad.
Contamos con algunas caras muy conocidas y otras no tanto, pero que cumplen con nota. Como protagonistas, Jim Caviezel es John Reese, también conocido como el hombre del traje, una persona que le da lo mismo usar un rifle de francotirador o un lanzagranadas, pero que siempre lo hace con estilo. Michael Emerson consigue hacernos olvidar a su personaje en “Perdidos” interpretando a Harold Finch, el cerebro de la operación que ocasionalmente también tendrá que ensuciarse las manos. No tardan mucho en hacer migas con los detectives Carter y Fusco, interpretados por Taraji P. Henson y Kevin Chapman.
Algunos de los secundarios más reconocibles y que dan bastante juego son el mafioso Carl Elias (Enrico Colantoni), la “solucionadora de problemas” Zoe Morgan (Paige Turco) y la misteriosa Root (Amy Acker), otra hacker que amenaza la operación que los protagonistas tienen montada, pero para la que parece que la máquina tiene algún plan reservado.
La serie ha sido nominada para algunos premios, principalmente técnicos aunque también para Taraji P. Henson por su papel como la detective Carter. El que sí que ganaron fue un People's Choice Award como mejor drama de estreno. Las críticas son generalmente buenas y, si nos tenemos que guiar por las audiencias, parece que de momento esta serie no se va a ir a ninguna parte.
Los guionistas han sabido aprovechar la llamada “guerra contra el terrorismo” de los Estados Unidos y los recientes escándalos de espionajes masivos como fondo perfecto para su premisa, una en la que efectivamente se habría conseguido el espionaje total de los ciudadanos. ¿Qué haríamos si tuviésemos toda esa información? La mayoría de nosotros nada bueno, pero para eso tenemos las series, que siempre nos dan otra alternativa.
Por cierto, es también interesante fijarse en los cambios en las secuencias de presentación y de cierre de la serie, ya que en algunas ocasiones se producen cambios dependiendo de por dónde se encuentre la trama. No son muchos, pero cuando ocurren son todo un detalle.
Atentamente.
Profesor Falken