Cine en serie: “Urgencias”, el ejemplo de cómo hacer una buena serie de médicos
Querido Teo:
Vuelve el abuelo cebolleta para hablar de sus series favoritas del baúl de los recuerdos, en este caso la que en mi opinión es la mejor serie de médicos jamás producida. Y punto. Que sí, que hay otras series con médicos que se desarrollan en hospitales, clínicas de pueblo, el salvaje oeste, e incluso tiendas de campaña en la guerra de Corea, pero “Urgencias” es una serie sobre médicos y medicina, y no sobre adolescentes en cuerpos de treintañeros que aprovechan cualquier ocasión para acostarse unos con otros, que puede ser muy entretenido pero no muy fiel al entorno que se quiere retratar (y si lo de Grey es habitual casi prefiero no saberlo, llevadme a un hospital normal cuando me dé algo, por favor).
Lo primero que distancia esta serie del resto es el creador. Michael Crichton aprovechó su éxito con "Parque Jurásico" para presentar este proyecto a la NBC, que a duras penas lo aceptó. Para ello contó con la ayuda de nada menos que Steven Spielberg, con el que había colaborado para la adaptación al cine de su famosa novela de dinosaurios. El proyecto le rondaba a Crichton desde hacía literalmente décadas, ya que estaba inspirado en su experiencia como estudiante de medicina en prácticas y, aunque originalmente estaba concebido como película, decidió modificarlo ligeramente para presentarlo como un episodio piloto. El resto es historia: quince temporadas (buena suerte si alguien decide organizar un maratón para verla entera) y 375 nominaciones a diversos premios, de los que finalmente se hizo con 116.
Hacer una lista de actores sería interminable, ya que durante los quince años de duración de la serie el personal de este hospital ficticio no ha parado de entrar y salir. Angela Bassett, Thandie Newton, John Leguizamo, Forest Whitaker, Kirsten Dunst, Danny Glover, Christina Hendricks, Lucy Liu, etc..., son sólo algunos de los nombres que podemos ver en la lista de actores que han colaborado en esta serie, que fue la que lanzó al estrellato a George Clooney en su papel del doctor Doug Ross. Las altas y bajas en el hospital son una constante y, en mi opinión, uno de los secretos del éxito de la serie, ya que gracias a ello las dinámicas entre los protagonistas pueden ir variando sin necesidad de modificar el telón de fondo.
Si echamos un vistazo a las series que vemos hoy en día, es fácil encontrar actores que hayan participado en algún momento en esta serie, en “The good wife” tenemos a Julianna Margulies y Maura Tierney, en “Revolution” a David Lyons, en “Falling skyes” a Noah Wyle, en la ya finalizada “Awake” a Laura Innes, en "Pan Am" aparecía Goran Visnjic... quince años también dan para una buena escuela de actores.
La serie puede ser vista como el día a día de esta particular sala de urgencias y de las relaciones entre personal médico y pacientes, pero una de las cosas que más me gusta de “Urgencias” es que mantiene durante quince años una trama central que nunca deja de sorprender, y es el ver madurar al personaje de Noah Wyle, el doctor Carter. Le vemos en el primer episodio como el estudiante brillante, pero muy verde, y podemos contemplar su evolución, con sus altibajos, hasta el momento final en el que podemos respirar tranquilos y pensar “bueno, a partir de aquí ya todo debería ser un poco más fácil”.
Uno de los puntos clave que diferenciaron a “Urgencias” en su día, y que las nuevas series de médicos han adoptado, es el emplear los términos propios de la profesión sin intentar simplificar nada para el espectador. Esto, que en principio parece imponer una barrera difícil de superar, al final consigue hacernos partícipes de lo que estamos viendo, y comprender mejor las decisiones que toman los protagonistas (eso sí, que nadie se ponga ahora a hacer traqueotomías con un bolígrafo). Una vez más, tratar a los televidentes como personas inteligentes da buen resultado.
Las escenas en el hospital son intensas y nos dan una ligera idea del estrés al que se ven sometidos los protagonistas cada día, de hecho muchos médicos reales la consideran como la que mejor retrata la auténtica experiencia de una sala de urgencias, aunque obviamente se hacen algunas concesiones en favor del dramatismo. Pero la serie también sabe alejarse de la sala de urgencias cuando la historia lo requiere, y lo hace de manera brillante, haciendo que nos preocupemos sinceramente por los personajes y que al final de cada temporada nos quedemos esperando más.
La serie en España fue, para variar, maltratada sin piedad por los encargados de parrilla de las diferentes cadenas (pasó por la 1, por la 2 y recientemente por Telecinco en Factoría de Ficción), recuerdo incluso horarios de medianoche entre semana (¡yujuuuuu, a trabajar sin dormir!). A pesar de todo, somos muchos los seguidores fieles que hemos visto episodio tras episodio esta serie, y que la echaremos de menos... un momento, que se me ha metido algo en el ojo.
Por cierto, ¿he dicho ya que me encanta que la serie esté ambientada en Chicago y no en otra ciudad?. La elección no es casual ya que es la ciudad natal de Crichton, aunque tanto su carrera universitaria como sus prácticas se desarrollaron en Boston. Una prueba más de que existe más de una ciudad en el país de las hamburguesas, un hecho que parece pasar desapercibido para algunos guionistas.
En fin, estamos ante una serie que rompió moldes (si no recuerdo mal una de las primeras que emitieron en 16:9 en España), con algunos personajes magníficos y que entrega acción y drama a partes iguales. Un “must see” en toda regla, aunque nos lleve un rato largo.
Atentamente.
Profesor Falken
Que grandes momentos he pasado viendo esta serie.
Todavía me pongo nerviosa cuando suena la sintonía. Gran serie.