Cine en serie: “The Michael J. Fox show”, esta vez sin robocordones

Querido Teo:

Como cualquier buen friki que haya vivido su juventud durante los años 80, Michael J. Fox es uno de esos actores que junto a Ralph Macchio, Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger protagonizaron algunas de las sagas que más nos marcaron. Y mientras que algunos se han reciclado temporalmente en la política (aunque amenazan con volver) y otros han seguido haciendo cine hasta hoy, otros han acabado por tener una discreta carrera y, en el caso que nos ocupa, una enfermedad le ha apartado de las pantallas durante muchos años.

Cuando se anunció esta serie se dispararon todas las alertas de los fans de Michael J. Fox, por una parte estaba en la lista de series más esperadas de la temporada, especialmente por el factor nostalgia, pero por otro lado había dudas de si el actor podría actuar a pesar de padecer la enfermedad de Parkinson, y de si la serie tendría algo más en lo que sustentarse aparte del carisma del actor, que se ha ganado la simpatía de todo el mundo gracias a su lucha contra la enfermedad que sufre.

Y ahora que ya hemos visto los primeros episodios de esta serie, ¿qué es lo que tenemos? La respuesta es que tenemos buenas y malas noticias, y como prefiero empezar por las malas, lo primero es decir que esta no es una serie que vaya a marcar época, y que en efecto se sustenta sobre todo en el carisma de su protagonista y en unos cuantos chistes acerca del Parkinson. Lo bueno es que es una serie lo suficientemente buena como para que valga la pena verla, y de hecho es lo bastante buena como para que ya se haya confirmado que aguantará al menos hasta el final de esta temporada.

En la serie el personaje de Michael J. Fox, Mike Henry, es un famoso periodista de televisión que debe retirarse debido a su enfermedad, pero que acaba volviendo a su trabajo a petición de la cadena. Obviamente estamos hablando de una comedia, así que ya te puedes imaginar que su regreso al trabajo tiene alguna que otra consecuencia humorística. Pero el centro de la serie no es la vida profesional de su protagonista sino su vida familiar, que tiene todos los elementos de una comedia de situación clásica.

Mike Henry comparte su vida con su mujer Annie, interpretada por Betsy Brandt (a la que reconocerán los fans de “Breaking bad”). Con ellos viven sus tres hijos, Ian, Eve y Jack. Y para redondear la familia, la hermana de Mike, Leigh, es una presencia constante en el hogar de los Henry. En el trabajo de Mike podemos encontrar a uno de los secundarios más interesantes de la serie, su jefe Harris Greene (“The Wire”), un ligón empedernido y artífice del regreso de Mike al trabajo.

A partir de esta premisa la serie monta una comedia de situación clásica y apta para todos los públicos, nada que vaya a romper moldes pero que resulta entretenida. Eso sí, prepárate para un montón de chistes acerca de la enfermedad del protagonista, que por supuesto no pueden nunca ser políticamente incorrectos cuando es el propio Michael J. Fox el que los cuenta. Eso sí, algunos chistes son mejores que otros.

Si te hace falta otra serie de comedia sin muchas complicaciones, o si eres de los que tiene un chaleco de plumas rojo en el armario, esta serie es para ti. Un producto para toda la familia y políticamente correcto, pero que entretiene. Y siempre es bueno ver a Michael J. Fox otra vez en la pantalla, aunque a algunos nos gustaría verle de nuevo con las deportivas bien abrochadas.

Vídeo

Atentamente.
Profesor Falken