Cine en serie: “The 100”, supervivencia versión 90210

Querido Teo:

Imaginemos una catástrofe nuclear que prácticamente aniquila la raza humana, salvo unos cientos que consiguen escapar hacia las estaciones espaciales. Casi 100 años después, con una población al límite de la capacidad de la base, la supervivencia de toda la humanidad depende del resultado de enviar una misión a la superficie. ¿Y a quién elegir para decidir el futuro de la raza humana? Pues a un grupo de 100 adolescentes condenados en la base por no seguir las leyes. ¿Qué puede salir mal?

Y es que ya de entrada el planteamiento de esta nueva serie de ciencia ficción chirría bastante. ¿De quién ha sido la brillante idea de enviar al casting completo de “Sensación de vivir” a una misión tan importante? Porque no hace falta mucha imaginación para acertar con lo que acaba pasando una vez que tocan Tierra, que se montan los típicos grupitos de instituto, con los malotes por un lado y los buenazos por otro, ambos siguiendo al pie de la letra los estereotipos clásicos de las series de adolescentes. Y claro, si estos mocosos con las hormonas alteradas son el futuro de la humanidad a lo mejor es que la cosa ya está decidida antes de empezar.

Pero la elección del grupo no es lo único que choca de esta serie, al parecer la vida en el espacio tiene un efecto beneficioso sobre los genes, ya que estos jóvenes son todos candidatos a la portada del próximo GQ o de la campaña de Pantene. Evidentemente, poniendo a tanto guapo y guapa juntos se va a generar algo de tensión entre ellos, que es precisamente lo que buscamos en una misión vital para el futuro de la humanidad.

En resumen, lo que tenía que ser una importante misión de reconocimiento acaba en menos de un día degenerando en una nueva versión de “El señor de las moscas”. El hecho de que la nave de descenso haya caído a muchos kilómetros de distancia del refugio nuclear que estaban buscando (por el tema de los suministros y la comida, esas cosillas sin importancia) no parece preocupar demasiado a los autoproclamados líderes de la manada (o mejor del rebaño), que parecen tener unos planes muy diferentes para el resto del grupo. Mientras tanto, el grupo de los “buenos” intentará por su cuenta llegar al refugio y descubrirá por el camino que algunas cosas han cambiado durante el último siglo, y que a lo mejor el planeta no está tan despoblado como creían.

La verdad es que tampoco resulta tan sorprendente la elección de los protagonistas si tenemos en cuenta que se trata de una producción de la cadena CW, que tiene un público objetivo más bien adolescente y que nos ha dado otras series como “Hart of Dixie” o la recientemente estrenada “Star crossed”. Está claro que es un producto enfocado a las audiencias más jóvenes y que ha generado alguna que otra comparación con la exitosa “Los juegos del hambre”. Si queremos ver un cambio de tercio respecto a las edades nos tenemos que ir a la base orbital, en la que tenemos además alguna que otra cara conocida.

Del casting protagonista tenemos por un lado las caras jóvenes, con Eliza Taylor, Marie Avgeropoulos, Eli Goree y Thomas McDonell, entre otros. Entre los adultos es donde encontramos a Henry Ian Cusick, el entrañable Desmond Hume de “Perdidos”, que aquí nos ofrece un personaje algo más duro, uno de los consejeros principales de la base y capaz de tomar decisiones difíciles para intentar preservar el futuro de la comunidad. Junto a él, Paige Turco (“Vigilados: Person of interest”) interpreta a la doctora Walters, otra de las consejeras de la base, pero que no está tan dispuesta a aceptar que todos los medios son válidos para llegar a un fin, aunque sea el de la propia supervivencia. Otra cara conocida es la de Isaiah Washington que, después de su salida por la puerta de atrás de “Anatomía de Grey”, interpreta aquí al consejero jefe, blanco figurado y real de las iras de los residentes de la base, que empiezan a estar frustrados con su encierro permanente en el espacio.

Para que aún nos surjan más dudas acerca del éxito de la misión, no sólo surgirán conflictos entre los miembros de la expedición sino que la situación en la base está también muy tensionada, ya que se aplican unas estrictas normas de convivencia para evitar la superpoblación, que sería desastrosa. Entre ellas, la pena de muerte para cualquier adulto que infrinja las leyes, y una limitación de un único hijo por pareja. No ayuda tampoco el hecho de que la misión de reconocimiento se envíe sin el conocimiento de los padres de los jóvenes, y es de esperar que tarde o temprano se acabe sabiendo que los sistemas de la base están empezando a fallar y no durarán muchos meses más.

¿Es una buena serie de ciencia ficción? De momento la verdad es que no, porque aunque ficción tiene de sobra la parte de ciencia cojea tanto que nos hará llevarnos las manos a la cabeza en más de una ocasión. No hay nada peor en una serie que hacer que al espectador le cueste creer su premisa, porque en lugar de dejarse llevar por la trama se pasa el tiempo buscando agujeros en el guión, y en este caso tenemos muchos. Eso sí, admito que no soy el “target” de esta serie y que probablemente rebajando mis expectativas se podrá disfrutar de esta serie como un pasatiempo más, o como placer culpable de esos que uno ve para echar unas risas aunque no se trate de una comedia.

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Atentamente.
Profesor Falken