Cine en serie: “Da Vinci's demons”, allegro ma non troppo

Querido Teo:

Leonardo Da Vinci es uno de esos personajes históricos que despierta una gran curiosidad, y cuya obra ha servido de inspiración directa o indirecta para escritores y guionistas de todo tipo (a bote pronto me vienen a la mente cosas tan dispares como “El código Da Vinci” y “El gran halcón”). Casi medio milenio después de su muerte, el arte, la ciencia y los inventos del genio florentino siguen sorprendiendo hoy en día por lo avanzado a su tiempo aunque, en esta ocasión, el protagonista pasa a ser él en sus años de juventud.

El pasado viernes se estrenó esta serie inspirada en su vida y milagros, aunque conviene ir avisando a los puristas de la Historia. Esta serie no pretende hacer un retrato fiel de la época, sino que se centra en el factor entretenimiento. Esto es lo que probablemente ha provocado que las críticas acerca de este primer episodio hayan sido tan variadas, con algunos desencantados porque esperaban algo más “serio”, mientras que otras voces son mucho más generosas con esta serie que, aunque queda lejos de ser una gran producción, cumple con un objetivo fundamental, que es el de entretener.

La serie nos presenta a un joven Leonardo, artista e inventor que vive de los encargos que consigue vender a los ricos y poderosos de la ciudad. Un genio incapaz de mantenerse alejado de los problemas, su manía de soltar las cosas tal y como las piensa sin reparar en las consecuencias (muy a lo doctor House) le ha valido la antipatía de algunos personajes poderosos de la ciudad. Como corresponde a un episodio piloto, veremos las dos caras de Leonardo. Por un lado el genio capaz de ver los detalles que a los demás se nos escapan, y de convertirlos en alguno de sus inventos, y por otro lado a un personaje en ocasiones cercano al trastorno mental, que tiene visiones incompletas acerca de algún tipo de trauma en su pasado y que, en ocasiones, recurre al opio para acallar las ideas que se agolpan en su mente.

También se nos presentará una trama en la que encajar al protagonista, una conspiración en la que las grandes familias de la época y el propio Vaticano tendrán algo que ver. Leonardo se da cuenta de que si quiere hacer rentables sus inventos, y verlos alguna vez construidos, debe ofrecerlos a los Medici como artilugios de guerra, ya que otras regiones amenazan con aliarse contra ellos y carecen de un ejército con el que defenderse. Leonardo no sólo se verá envuelto en disputas políticas, sino que se encontrará con un misterioso turco al que salvará de una paliza y que le hablará de su pasado y de su destino, uno que incluye encontrar un misterioso libro que la Iglesia guarda a buen recaudo para evitar que su contenido se difunda. Y para aderezar un poco el guión con algo picante, Leonardo conocerá a la bella Lucrezia Donati, amante de Lorenzo de Medici, con la que tendrá algo más que palabras.

La serie contará con ocho episodios escritos por David S. Goyer, que colaboró en los guiones de la trilogía de “El caballero oscuro” junto a los hermanos Nolan. En cuanto a los actores, es evidente que estamos ante una coproducción con la BBC, porque todos los actores y actrices principales son británicos. Además de a Tom Riley como Leonardo Da Vinci, los cinéfilos reconocerán en el Papa Sixto IV a James Faulkner (“El diario de Bridget Jones” y “X-Men: Primera generación”) y los seriéfilos a la esposa de Lorenzo de Medici, Clarice Orsini, interpretada por Lara Pulver (Irene Adler en “Sherlock”).

¿Vale la pena verla?. Dentro de unos años lo más probable es que nadie se acuerde de esta serie, pero para esos momentos de “no sé qué ver hoy” cubre el expediente y ocho episodios no son muchos para añadir a la cola de pendientes. Además, eso de que el encargado de vestuario haya decidido que la guardia de Florencia lleve tricornio (sí, como el de la Guardia Civil de toda la vida) le da un punto gracioso.

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Atentamente.
Profesor Falken