Cannes 2013: Los Coen no desafinan con "Inside Llewyn Davis" y el mal en sonrisa macabra
Querido Teo:
Con el primer tramo de Cannes 2013 cubierto, a la espera de toda la semana que viene, ya se puede decir que son tres películas las que están en el top de lo visto hasta ahora. "El pasado" de Asghar Farhadi, “Soshite chichi ni naru (Like father, like son)” de Hirokazu Kore-eda y, ahora, “Inside Llewyn Davis”, el nuevo trabajo de los Coen en el que se han adentrado (con melancolía y con un humor muy suyo) en el mundo de la música folk de los años 60. Justo el momento de este estallido musical que, si para unos supuso la gloria, para otros probar el regusto amargo de quedar fuera de los focos. Todo eso sin renunciar a un humor negro y a unos personajes muy de los Coen, perdedores con encanto, en lo que para muchos es una digna heredera de trabajos como “Barton Fink” o “Un tipo serio”. Cannes adora a los Coen (una Palma de Oro y tres premios a la mejor dirección), así que habrá que ver si este año también tienen suerte.
Los Coen han trabajado con un guión reescrito sobre la marcha, e impulsado por la pasión que tienen por este tipo de música, para reflejar el deambular y penas del músico, amargado por un éxito que nunca llega, que da título a la película, inspirado en Dave Van Ronk y con referencias también a Bob Dylan, y que interpreta de manera muy notable (para casi todas las críticas) Oscar Isaac al que los Coen le dan el protagonismo después de haberlo visto en cintas como “Ágora” o “Drive”. Por la cinta pulula un reparto que da empaque con esos personajes, quizás no extensos en duración pero perfectamente trazados, a los que dan vida Carey Mulligan, John Goodman, Justin Timberlake, F. Murray Abraham o Garrett Hedlund. Se nota la mano del mítico T-Bone Burnett, colaborador musical de las últimas películas de los Coen, como gran conocedor de este mundo que ha contribuido a confeccionar una banda sonora que engrandece a la cinta y que sirve para definir las motivaciones, anhelos y frustraciones de sus personajes. La rueda de prensa ha sido muy divertida bromeando los Coen con el hecho de que, al no tener un guión definido, decidieron que fueran unos gatos los que le dieran coherencia argumental.
La otra apuesta de la jornada ha sido “Borgman” de Alex Van Warmerdam sobre un indigente que de las tranquilas calles de la periferia acomodada se introduce en la casa de una familia burguesa. ¿Es un sueño, un demonio, una alegoría o la encarnación de nuestros miedos? Ese es el juego que propone la película. Un “Funny games” a la holandesa, provocadora, con más humor y con crítica a la burguesía, pero con un punto igual de macabro y desasosegante. Una cinta que ha provocado división y también malas conciencias por provocar en su visionado sonrisas amargas fruto de su vertiente más hilarante. Se le ha achacado su bajón en la segunda parte y ser algo repetitiva y previsible dentro de una temática vista ya otras veces en el cine.
También se ha podido ver fuera de concurso, dentro de la sección de La semana de la Crítica, “Ain´t them bodies saints”, una suerte de “Malas tierras" en la que un joven matrimonio de atracadores en el Texas de la década de los 70 es detenido. Mientras el marido cumple condena, la mujer (que está embarazada) queda en libertad. Pasados los años, el marido escapa de la cárcel para reencontrarse con su familia, pero descubrirá que nada es como antes. Dirigida por David Lowery, está protagonizada por Casey Affleck y Rooney Mara y ya pasó por Sundance con buena acogida.
Jennifer Lawrence espectacular presentando la secuela de "Los juegos del hambre".
Nacho Gonzalo