Cannes 2011: Woody Allen hechiza con "Midnight in Paris" y el homenaje a un Bertolucci enganchado al 3D
Querido Teo:
Woody Allen nunca ha optado por el hecho de que una de sus películas formara parte de la sección oficial de Cannes. No será porque no despierta cariño, respeto y admiración en el certamen europeo. "Midnight in Paris" abre Cannes en el día de hoy y su recepción en el pase de prensa no ha podido ser mejor. Allen ha logrado una carta poética dedicada a la historia del Paris de la actualidad y también la del siglo XX en una de las mejores bazas de la película que no conviene desvelar. Precisamente, esa sensación de que todo funciona ha hecho que la crítica haya acabado hablando de la vuelta del mejor Allen. Algunos señalan que es su mejor cinta desde “Match point”, pero con la que si que parece tener algunos rasgos en común es con “La rosa púrpura del Cairo”, uno de sus trabajos más recordados de los 80. “Midnight in Paris” ha gustado por su encanto y por su propuesta de divertimento que la eleva sobre los últimos trabajos de Allen ofreciendo una película nostálgica, fresca y divertida. No han tardado avezadas lenguas en señalar que Woody parece haberse sentido mucho más a gusto en Paris que en Barcelona donde rodó la cuestionable “Vicky Cristina Barcelona”. Todo un triunfo del maestro que ha confesado su amor por la ciudad (nacido al ver como retrataba el cine americano a Paris): “En el cine he mostrado Manhattan sabiendo que esa ciudad no existe a mi alrededor, pero que yo la reconozco en las películas. Aquí he hecho lo mismo con París”. El director ha estado acompañado por buena parte del reparto. Uno de los mejor parados ha sido Owen Wilson, alter-ego del realizador en la película, que ha cumplido con creces el papel del característico hombre medio temeroso, caustico, dubitativo e inseguro. Marion Cotillard no ha podido estar presente por su avanzado estado de gestación pero si que se ha visto a un sobrio Owen Wilson, a una deslumbrante Rachel McAdams y a unos desaliñados Michael Sheen y Adrien Brody, que parece como si quisiera hacer el biopic del bailarín Joaquín Cortés, y a Léa Seydoux.
El otro nombre propio ha sido Bernardo Bertolucci, Palma de honor de este año. El realizador italiano ha ofrecido una rueda de prensa divertida y ágil, pero la peor noticia ha sido verlo bastante deteriorado en silla de ruedas (por problemas en la columna) protegido de los flashes por la visera de una gorra. No obstante, habló con entusiasmo de su nuevo proyecto, la adaptación en tres dimensiones de una novela del joven escritor italiano Niccolò Ammaniti, "Io e te (Tú y yo)". "Me di cuenta que incluso en silla de ruedas podría hacer esta película. En mi cine hay mucho movimiento, y por eso quizás he sido castigado. Esta película cuenta la historia de dos jóvenes encerrados en el sótano de una casa. Es lo ideal para mí ahora: un lugar, dos personajes y las tres dimensiones", dijo. También ha mostrado claro el hechizo que le ha provocado el 3D: "Me fascinó la película Avatar, de James Cameron. También vi Pina Bausch, de Wim Wenders. Otros realizadores, entre ellos Werner Herzog y algunos más jóvenes que yo, se sienten atraídos por la 3D", dijo. "El 3D no es sólo adecuado para las películas de horror. Pienso que filmes como Ocho y medio, de Fellini, o Persona, de Bergman, serían formidables en esa técnica". Con tono humorístico ha hablado de la mala suerte que ha tenido en Cannes habiendo presentado cuatro películas y no ganando en ninguna ocasión. También ha habido rueda de prensa con los miembros del Jurado que esta edición encabeza el habitualmente lacónico Robert De Niro. Esta noche entregará a Bertolucci, con el que rodó “Novecento”, el premio honorífico del Festival.
También se ha podido ver a Faye Dunaway y Jerry Schatzberg posando con el cartel de la 64º edición de Cannes.
Y el toque de humor con los latinos Antonio Banderas y Salma Hayek presentando 15 minutos de “El gato con botas”, spin-off de la saga “Shrek” en el que prestan sus voces.
Nacho Gonzalo (Coronado)