Cannes 2010: Padre coraje, cabaret burlesco y la energía de un centenario

Querido Teo:

La estela que han dejado Russell Crowe y Cate Blanchett tras su paso sigue presente en el Festival. El primero porque muchos coinciden que estuvo más simpático de lo habitual. Si, no tiró ni micrófonos ni teléfonos de hotel. Estuvo sonriente y hasta futbolero hablando de que su equipo de fútbol preferido es el Barcelona. La que triunfó y embelesó fue una Cate Blanchett sencillamente radiante. A cada día que pasa está más guapa la australiana. Un tipazo y un estilo clásico de quitar el hipo. Scott ha preferido presentar a un Robin Hood más reflexivo y prescindir de buena parte de la acción. Esto no ha terminado de convencer. A la crítica no le ha parecido una buena idea ya que en dos horas y media de metraje termina pesando. Tras la premiere de "Robin Hood" y las primeras fiestas ha llegado la hora de la verdad con las dos primeras películas que se presentan a concurso.

El tema ha comenzado de buena mañana y con sabor oriental. Se tiene que notar que es Cannes por mucho Robin Hood que lance el arco. “Chongging blues” es una película en la que un capitán de barco regresa a su ciudad natal tras 14 años de ausencia en la que ha dejado a su mujer y su hijo. Allí se entera de la muerte de su vástago unos meses antes por un tiroteo policial en un supermercado. El padre iniciará la reconstrucción de los hechos con el pesar de haber mantenido una relación casi inexistente con su hijo fruto de su trabajo. Una cinta con premisa interesante y que apuesta por la introspección y la reflexión y que queda lastrada por sus dos horas y media de duración. Algo demasiado pesado para la sesión matinal en la que la legaña y los bostezos están a la orden del día.

Más animada, aunque fallida, ha sido “Tournée” en la que debuta como director el actor francés Mathieu Almalric, visto en cintas como "La escafandra y la mariposa". Es la primera de las cuatro películas francesas que entran a concurso y es que queda claro que estamos hablando del Festival de Cannes. En ella se cuenta la historia de la gira de una compañía de bailarinas de striptease entradas en carnes que combinan los desnudos con actuaciones de cabaret. Almalric se ha reservado el papel del manager del grupo. El elenco de strippers se ha mostrado encantado en la rueda de prensa donde han afirmado sentirse como Cenicienta en el baile. La gracia de la película esta en que no estamos ante unas bellezas y que suplen su atractivo físico con buenas dosis de gracia y picante. Ni siquiera eso ha logrado levantar una película que queda muy superficial. La pregunta es como un actor tan respetado como Almalric ha decidido “estrenarse” con esta cinta que bien es verdad que tiene base literaria ya que adapta la obra de Colette “El otro lado del Music Hall”. Un cuadro realista entre bastidores en el que si sobresale algo es la melancolía.

Aunque no entra a concurso el protagonista del día ha sido Manoel de Oliveira que, a sus 101 años, presenta en su festival favorito su película anual. En este caso se trata de “El extraño caso de Angelica”, una película en la que un fotógrafo se siente atraído irremediablemente por la foto de una chica joven fallecida. Esa chica es la española Pilar López de Ayala que si bien no puede hacer muchas virguerías interpretativas por lo menos ha pasado sonriente por haber rodado con una leyenda viva. Un hombre que comenzó su carrera con el cine mudo y que sigue más activo que nunca en nuestros días con un ritmo envidiable de trabajo. Además el pacto con el diablo es más que evidente. Oliveira lleva igual desde que cumplió los 80 y nadie diría que ya ha superado el siglo ya que sólo da muestra de cierto agotamiento o peso de la edad el bastón con el que suele apoyarse. La cinta pretende ser una alegoría sobre la muerte, lo que para Oliveira supone la única certeza de la vida. Aunque la película siga abusando de ese ritmo lentísimo del portugués y de una cámara fija permanente no parece que la dama de la guadaña tenga pensado visitar al director en un futuro próximo más allá que en sus nostálgicas y reflexivas películas.

Nacho Gonzalo (Coronado)