"Ave, Bárbaro"
Puesto que el autor de este libro y el responsable de “Leer cine”, somos la misma persona, esta vez sólo encontrarás información y no valoración. Respecto al contenido, no se trata de un libro de cine, sino donde hay cine. ¿Cómo no, siendo la propia Roma quien habla de si misma y su historia?
Título: “Ave, Bárbaro”
Autor: Carlos López-Tapia
Editorial: www.bubok.com
Nota de la Redacción: Se trata del primer volumen (“Salve, Bárbaro” saldrá después del verano) de un viaje virtual con aspecto de serlo físico, porque si este libro pudiera elegir su destino, sería el de ser leído en el banco de un jardín romano, o saboreando el dulzor amargo de un bitter, mientras se come pasta fresca y sencilla en una trattoria.
En el argumento de la película de ciencia-ficción “Rollerball”, de 1975, el ordenador que guarda toda la memoria humana sufre una avería; el responsable lo lamenta relativamente gracias a que se logra recuperar todo excepto un siglo, el XIII. Un siglo con poca importancia, según su reflexión, porque sólo valía la pena un tal Dante. El guionista era uno de los muchos apocalípticos sobre el futuro del Humanismo y la Historia en un mundo tecnológico. Entre los historiadores profesionales y aficionados también abundan los que sostienen que las materias técnicas están asfixiando a las humanidades. Puede que esto esté ocurriendo en la enseñanza doctrinal de nuestros colegios, academias y universidades, pero no solo se aprende en estos ámbitos. La prueba de la salud de las humanidades es que hoy existen más ciudadanos interesados en ellas que en ninguna época anterior. Cualquiera que mire datos sobre índices de analfabetismo, el primer paso necesario; de cantidad de obras publicadas, tanto eruditas como divulgativas; o cualquier otro parámetro, confirmará que toda comparación sobre el peso de las humanidades entre el ayer y nuestros días, roza el ridículo. A comienzos del tercer milenio cristiano, el acceso digital a la información y a su intercambio no sólo facilita este interés por las humanidades en general, también ha dado sus frutos en el mundo académico y, en los últimos veinte años, han aparecido varias biografías y monografías que constituyen una verdadera renovación de los estudios romanos. Por su parte la ciencia no cesa de corregir errores de memoria histórica, y el láser colabora en estos momentos con la recuperación de toda una biblioteca epicúrea en la abrasada Herculano. Así pues, como suele ocurrir, el guionista de aquella película futurista se equivocaba. El reto no está en conservar la memoria, Dante ya no se perderá, sino en distinguir qué hay de cierto en cada parte de esa memoria.
En la difusión de ideas falsas, ciertas novelas llamadas históricas tienen responsabilidad. Tramas y argumentos que en vez de trasladarse a la época que describen, simplemente se disfrazan con documentación incierta. Pero ya hace tiempo que comenzó la preocupación por un mayor rigor, y por poner un ejemplo sonado, nunca antes se había publicado tanto material para responder a las imprecisiones de un súper ventas como “El código Da Vinci”. No estoy seguro de que un esfuerzo semejante tenga mucha utilidad porque en la esencia del entretenimiento está usar el pasado para decorar emociones actuales. Los pintores de todos los tiempos ya lo hacían, y no todo el mundo sabía distinguir entre el tema y la obra. El cine popular, el mayor de los entretenimientos sociales desde los juegos de circo clásicos, es el que hace más apaños absurdos, pero el entretenimiento que ofrecen las películas de romanos, los péplums, en la actualidad ya no confunde a quien tenga interés por el pasado. Para muchos, e incluyo a catedráticos y científicos de prestigio, se acercan los tiempos en que el arco de Séptimo Severo, la columna de Trajano o el Coliseo dirán a las generaciones venideras poco más que los alineamientos de Carnac o las estatuas de la isla de Pascua. Pero ¿En qué generación anterior les han dicho mucho más a muchos?, y sobre todo, ¿Era cierto lo que les decían?.
Esta desconfianza en las generaciones futuras me suena siempre a queja provocada por la frustración de los que hemos podido elegir las humanidades como centro de interés, y no conseguimos que los demás lo compartan como nos gustaría. Mi Roma, como protagonista de esta historia, es vanidosa y acepta este punto de vista tan humano, pero también ella se equivoca al perder la perspectiva. Los tiempos que desenfocan el pasado nos acompañan siempre, pero hoy la información es mucho más fácil de conservar y alcanzar que en ningún otro tiempo anterior. Este libro no pretende más que responder al interés del aficionado y del curioso con divulgación honesta, lo mejor informada y lo más amena que me ha sido posible.
Pero aquí no sólo se habla de Roma, es Roma quien habla, y los viejos romanos sólo son una tercera parte de su historia. La dificultad del “emplastamiento” histórico es todavía mayor cuando los “recuerdos” abarcan desde el nacimiento mítico hasta antesdeayer, del café a la pasta, de Mussolini a Velázquez. Para disminuir ese riesgo a veces inevitable de confundir siglos y costumbres Roma habla desde plazas, palacios, escaleras o colinas; pasea por lugares donde el lector pueda grapar la historia a la topografía de la ciudad viva mejor conservada del mundo. De lo escrito arriba se puede deducir mi interés por distinguir hechos de interpretaciones, pero incluyendo ambos, porque los hechos dicen de nosotros tanto como las creencias y esta es una historia de humanos más que de corrientes económicas o morales, como señalo en el prólogo….
Roma espera al lector en dos libros, para viajar en su memoria por gran parte de la cultura occidental. Lo hace moviéndose por las habitaciones de los Borgia, la muralla de la plaza del Popolo, la escalera de la de España, por el interior de una iglesia que no visitan los turistas o junto a la fuente que más visitan. Roma habla de sí misma y de nosotros, porque hay algo de romano en el ejecutivo japonés que se casa en el hotel Caesar de Las Vegas, y mucho más de lo que creemos, en los que compartimos educación occidental y pasados comunes de cooperación y matanza. Mirar detrás de lo que se ve a primera vista es un privilegio, una especie de súper poder que siempre es atractivo. Me he divertido y he aprendido haciéndolo y espero que los que acepten esta invitación a un viaje de la mano de esta Roma también lo hagan. He aquí un pequeño vistazo a sus palabras….
El libro lo encuentras exclusivamente en www.lulu.com, editorial global radicada en Carolina del Sur, impreso en Nueva York, desde donde vuela hasta Suecia para viajar por carretera hasta España o cualquier otro país europeo. Es un libro de viaje que comienza su propia historia viajando. Estas son las razones…
Muy interesante, una opción que me tomaré en serio de cara a nuevas adquisiciones
Se me había olvidado escribirlo... suerte con la aventura!