80 años de Clint Eastwood (III)

Querido primo Teo:

Dejamos a Clint en Carmel, su ciudad, donde era el alcalde. Su mandato duró de 1985 a 1988, por problemas personales. Eso si, nunca nadie ha puesto una queja sobre el mandato de Clint en el pequeño pueblo californiano. Justo antes de dejar su mandato, le ocurre lo que para él es la mejor anécdota de estos tres años. Los Reyes de España pasan con el una agradable velada en su casa de Carmel, tras haber estado la noche anterior cenando con varias estrellas de Hollywood con motivo de la visita a la casa-museo de Fray Junípero Serra. Clint les guía durante toda la visita. Pero su amor por el cine le lleva a dimitir. Y nada más dejar el cargo, se hace pública su ruptura con Sondra Locke, con quien estaba unido sentimentalmente desde 1976. La causa de la ruptura es la relación que Clint mantiene con su sucesora en la alcaldía de Carmel, Jean Grace, aunque esto sólo dura unos cuantos meses. Durante esta etapa inicia también otro romance con otra gran actriz y cantante: Barbra Streisand.

Su regreso a la pantalla se produce con su personaje por excelencia: Harry el sucio. Regresa en la última entrega del agente Callahan, dirigido por su amigo Buddy Van Horn. La película especula con la posibilidad de que un asesino quiera matar a Harry, pero, ¿lo conseguirá?. Este mismo año tiene lugar la que muchos consideran su primera obra realmente madura: “Bird”. La genial biografía sobre el genio del jazz es plasmada con imparcialidad y rigurosidad por Eastwood, quien compone un gran retrato sobre el saxofonista, que le vale al novato Forest Whitaker el premio al mejor actor en Cannes. Se convierte en la película de Clint con más alabanzas por parte de la crítica. Aunque también, Spike Lee (¿quién si no?) la critica duramente por mostrar el jazz como un movimiento de negros drogadictos. En todo caso, es una obra maravillosa. Durante el rodaje, Clint se entrevistó con una duquesa que vio a Charlie Parker segundo antes de morir en su habitación de su hotel, con una fuerte sobredosis.

1989 le proporciona un duro revés tanto de crítica como de público. “El cadillac rosa” es la peor película de Eastwood como actor y como productor. En muchos países salió directamente en vídeo, debido a su escaso beneficio en taquilla. 1990 nos trae dos películas muy desiguales. La primera es la excelente “Cazador blanco, corazón negro”. En este film, Clint se mete en la piel del director John Wilson (en realidad John Huston, durante el rodaje de “La reina de África”), que quiere aprovechar la ocasión de estar rodando una película en África para cazar al mayor animal sobre la Tierra: el elefante africano. Es una gran película, tratada con verosimilitud gracias a que el guión fue escrito por el guionista de “La reina de África”, y amigo personal de Huston, que le acompaño durante todo el rodaje. Eastwood compone un gran personaje, lleno de claroscuros, donde demuestra que por fin ha dejado atrás a la mayoría de tipos duros que hasta ahora había representado. Su siguiente película es la última que hace de cara a la galería, simplemente buscando el taquillazo: “El novato”, con el por entonces de moda (es incomprensible, si, pero es así) Charlie Sheen. La película funciona muy bien en taquilla, y vuelve a ser casi una repetición de “Harry el sucio”.

Hasta 1992 no vuelve a aparecer, pero irrumpe con fuerza. Nos brinda su gran obra maestra: "Sin perdón". Tras rechazar Coppola el guión y John Malkovich declinar el protagonizarla, Eastwood se hace con los derechos. Es su mejor película como director. Rodada en menos de un mes, con un presupuesto mínimo, y con un reparto espectacular, se convierte en la primera película de Eastwood que supera los 100 millones de dólares de recaudación. Más allá de eso, es la película que lo consagra como director. Ha pasado a la historia como el último gran western, ya que muestra como los principios de cada uno siempre están presentes, por mucho que queramos evitar ser como somos. También logra que su personaje, William Munny, pase a la historia como uno de los mayores héroes del cine, a pesar de ser el mayor hijoputa del oeste. La película va dedicada a sus dos mentores: Sergio y Don (en referencia a Leone y a Siegel). Era una película sin pretensiones de ningún tipo, sólo la de contar una buena historia, pero conforme se acerca la gala de los Oscars en Abril de 1993, la película se va convirtiendo en la favorita. Y así es. Clint se corona como el mejor director del año, aunque no puede hacerlo como mejor actor, pues Al Pacino se lo arrebata por “Esencia de mujer”. Pero el gran premio es para Clint, que por fin es un cineasta respetado por todos.

Ese mismo año es elegido presidente del jurado del festival de Cannes, al que acude acompañado de su nueva esposa, France Fisher, a la que conoció durante el rodaje de “Sin perdón”, donde ella encarnaba a la prostituta Alice Strawberry. A la pregunta de uno de los periodistas acerca de por qué no recurre a la cirugía estética como muchos de sus amigos, el comenta: “Me siento orgulloso de mis arrugas, puesto que son como condecoraciones, son la muestra del trabajo y del sufrimiento que he pasado hasta llegar aquí.”

Al año siguiente nos entrega otra gran película, “Un mundo perfecto”, y que algunos críticos consideran la mejor película de 1993, incluso por delante de “La lista de Schindler”, aunque la gran mayoría de la crítica la destroza, calificando la interpretacion de Costner de “plana y sin sentimientos”. También, “En la línea de fuego”, un thriller a las órdenes de Wolfgang Petersen. Hasta el 95 no vuelve a aparecer, y nos trae la mejor película romántico de muchos años: "Los puentes de Madison". En tono de broma, muchos comentan que es "La trampa de Eastwood", pues no se imaginan al tipo más duro enamorado por completo de Francesca (maravillosa Meryl Streep). Gran película recordada por todos.

Posteriormente, en 1997, nos trae dos grandes películas. “Poder absoluto”, donde trata sin frivolidad la borrachera de poder del presidente de los USA, y nos muestra lo engañados que vivimos con respecto a la realidad. “Medianoche en el jardín del bien y del mal” supone un pequeño oasis dentro de los habituales dramas del cine. Es una fábula situada en un pequeño pueblo de Alhabama, protagonizada por el siempre perfecto Kevin Spacey, que hace aquí de terrateniente homosexual, John Cusack tan bien como siempre, y Jude Law, que interpreta al chapero de Spacey. También aparece su hija Alison Eastwood.

Durante el periodo de 1997/99 no dirige, pero conoce a la que será su nueva esposa: la periodista Dina Ruiz, con la que tuvo a una nueva hija. En 1999 trae “Ejecución inminente”, una crítica contra los prejuicios y la intolerancia, además de contra el sistema americano, que aún permite la pena de muerte. En 2000 realiza la correcta “Space Cowboys”, dirigiendo a un gran reparto encabezado por él mismo. Hasta 2002 no vuelve a dirigir, con “Deuda de sangre”, un thriller en el que interpreta a un policía jubilado que tiene un nexo vital con el hombre al que persigue para encarcelar.

En 2003 su mejor obra en mucho tiempo, “Mystic River”. La gran película proporciona a Eastwood las alabanzas de la crítica y del público, que va al cine en masa para ver la nueva obra maestra del californiano. Recibe una gran cantidad de premios, pero en los Oscars, donde fue la injusta perdedora, obtuvo sólo 2 Oscars, aunque muy merecidos, puesto que Peter Jackson y su trilogía arrasaron a las otras rivales, entre las que estaba también la genial “Master & Commander”. Sean Penn por fin consiguió el Oscar al mejor actor que tiempo atrás le negó la Academia, al igual que a Tim Robbins como secundario.

Muchos pensaban que tras hacer "Mystic River" no podría superarse. Pero no fue así. Con una pequeña producción con un tema un poco arriesgado debido al puritanismo americano, Clint vuelve a las pantallas. La Warner le negó gran parte de la financiación, por lo que tuvo que hacerlo de su bolsillo mayormente. Pocos esperaban que con tan poco se pudiera hacer algo tan perfecto, pero lo hizo, y nos dejó a todos de nuevo boquiabierto. Cuando ves "Million dollar baby", ves a John Ford, ves a Howard Hawks, ves a John Huston, cine clásico del puro, rodado con una sencillez extraordinaria, pero que convierten cada plano en una joya. Entró tarde en la carrera por los Oscars, pero cuando entró lo hizo con creces: 4 Oscars, uno menos que “El aviador”, pero los 4 importantes: mejor actor secundario, mejor actriz principal, mejor director y mejor película, que dejaban a Scorsese de nuevo con las manos vacías. Son los únicos Oscars de los últimos años que han dejado al público satisfecho en su totalidad en mucho tiempo, e hicieron recordar a la gente que más allá del cine actual, donde las buenas historias son escasas, siempre hay lugar para una historia que nos llega a lo más hondo, y que nos muestra que el cine es mucho más que un aparato para entretener.

Se atrevió a hacer un ambicioso díptico sobre Iwo Jima (“Banderas de nuestros padres” y “Cartas desde Iwo Jima”). Dos cintas desiguales pero en la que lograba contar un mismo hecho bélico desde la perspectiva usamericana y desde la japonesa. Con “El intercambio” nos introdujo en la atmósfera de los años 30 con la historia de una madre coraje y en “Gran Torino” realizaba un homenaje a sus papeles característicos como actor en la que parece que será su último trabajo como actor. Como director, a sus 80 años, parece tener cuerda para rato. Este año ha estrenado “Invictus” y en la próxima temporada estrenará la cinta de ciencia ficción "Hereafter" con Matt Damon. También prepara un biopic sobre los orígenes del FBI centrado en la figura de Hoover, uno de sus fundadores. Un maestro, una leyenda viva a la que más que felicitar por la efemérides hay que darle el agradecimiento por todos los buenos momentos dados. Y es que el no falla y es el fiel representante del buen cine de toda la vida. ¡Gracias Clint!.