80 años de Clint Eastwood (I)
Querido primo Teo:
El 31 de mayo de 1930, venía al mundo el último gran clásico del cine: Clint Eastwood Jr.. Esto ocurrió en San Francisco, California, en una familia de escaso nivel económico, alejada del mundo del arte, a diferencia de otros astros de su misma generación. Su padre, Clinton Eastwood, era un humilde contable sin trabajo fijo debido a la crisis del 29 en Estados Unidos, y por ello se crió en varias ciudades norteamericanas. Hasta que por fin su padre consiguió un trabajo fijo en la " Container Corporation of America ", muy cerca de su ciudad natal, en donde se registró en el colegio local. Apasionado por el deporte, Clint comenzó a mostrar un gran interés por la música, en especial por el jazz y por el blues, debido a que conoció personalmente al que para él es el mejor músico del siglo XX: Charlie Bird Parker, al que luego dedicó la maravillosa “Bird”. Era un muchacho introvertido, solitario, al que se le reconocían pocas amistades. Debido a su gran altura (1'92) fue escogido para formar parte del equipo de baloncesto de su instituto, aunque su verdadera pasión era la natación.
Tras graduarse, entró en varios oficios (taquillero, leñador, dependiente de una gasolinera, etc...) hasta que entró como salvavidas en una piscina de pueblo, el trabajo que deseaba por aquel entonces, hasta que tuvo que marcharse a Seattle con su familia, donde trabajó de camionero un par de meses. Justo cuando se decidió por la música, recibe una llamada del ejército. Tras esto, entramos en la década de los 50, y por lo tanto, la guerra de Corea, en la que ya podría entrar a tomar parte por tener superada la mayoría de edad. Algo que quería evitar a toda costa, y que logró gracias a que lo destinaron a Fort Ord, donde cumplió cómodamente los 2 años de servicio mínimos como maestro de gimnasia y natación debido a su gran forma física.
En 1953 se marchó a Hollywood junto con su novia, Margaret Johnson. Es un año de estrecheces económicas, ya que ella tiene que trabajar como secretaria y modelo, y Clint se ve forzado a trabajar de constructor de piscinas, de salvavidas en Malibú y de cajero en una tienda de ultramarinos, aunque las malas épocas siempre traen algo bueno: el 19 de diciembre, él y Maggie Johnson contraían matrimonio. En 1954, su amigo Irving Lasper le aconsejó que aprovechara su físico y atractivo y se hiciera un book fotográfico para mandarlo a los grandes estudios. Lo hizo, y lo mandó a la Universal, a expensas de que le llamaran. Cuando lo daba todo por perdido, Clint recibió una llamada de los Estudios, por lo que decidió celebrarlo con un amigo Lasper y con Maggie.
Superó las pruebas con creces, y entró en un grupo de jóvenes promesas como Rock Hudson o Tony Curtis. Fue contratado por 6 meses, a razón de 65 dólares semanales, que no eran gran cosa, pero le servían para mantener a su esposa. Contentos con su rendimiento, la Universal le renueva el contrato y comienza a hacer pequeñas apariciones en películas de culto, como “La mula Francis se une a la Marina”, “La venganza del monstruo de la Laguna Negra”, “Lady Godiva” o “Tarántula”. Peqeños papeles que no le permitían gloria ni aplausos, puesto que no figuraba ni en los créditos, pero que al menos le ayudaban a subir peldaños.
Tras varios intentos de dejar la actuación, Clint recibe una gran noticia. De casualidad, una mañana que fue ver a una amiga a los estudios de la CBS, un productor lo ve, y le ofrece el papel de un joven cowboy en la serie de estreno “Rawhide”. Su personaje, Rowdy Yates, es el gracioso de la serie, que casi siempre es rescatado de los apuros por el protagonista. Pero eso no le importa, ya que se siente querido por el publico. Uno de sus productores dijo de él: “Es un tipo atractivo, pero nunca llegará a nada... tiene una nuez demasiado grande como para ser un galán de la pantalla.” Con el paso de los años, su interes por Rowdy Yates fue menguando, a pesar de que, tras el abandono del actor protagonista de la serie, el era el protagonista de “Rawhide” ahora.
Entonces, Clint no tenía ni idea, pero uno de los considerados por William Wyler como mejores directores de segunda unidad, estaba buscando protagonista para su primer western, “El magnífico extranjero”. Tras ser rechazado por Charles Bronson, Henry Fonda y James Coburn, al director, el rechoncho Sergio Leone, no le quedaba ninguna opción de rodar su western, hasta que le enseñaron un capítulo de una serie americana llamada “Látigo”. El protagonista tenía un lío con un rebaño de cabras, y al final estaba cargado de moraleja hacia el respeto a los demás. Leone ni se inmutó, pero le dijeron que eligiera a alguien que no excediese de los 15.000 $... entonces, le mandó el guión a Eastwood, quien en un primer instante lo rechazó, pero fue su mujer, Maggie, la que le incitó a aceptar más que nada por la idea de visitar Europa. Además, Clint Eastwood era un fanático de Kurosawa, por lo que reconoció pronto que era un remake de “Yojimbo”, del maestro japonés. Su representante le dijo, que si iba a Italia, daría un " Malpaso ", de ahí el nombre de su productora.
El rodaje fue un auténtico infierno. Comenta Vicenzoni, guionista de Leone, en un libro, que Eastwood se pasaba todo el día sólo en Almería, sin hablar con nadie, esperando que le dieran una orden en " un inglés que me sonaba a ruso ", como dijo Clint años más tarde. En su retorno a América, él no sabe nada del éxito de “Por un puñado de dólares” hasta que lee en una reseña de un periódico que dicho film está causando furor, aunque le da igual, puesto que no sabe que esa película es “El magnífico extranjero”. Cuando Leone vuelve a llamarlo para rodar “La muerte tenía un precio”, vuelve a dudar, pero un aumento de más del doble en cuanto a sus honorarios, y una representación de Leone de toda la película delante de la madre de Eastwood hicieron cambiar de opinión al rubio californiano. Sin saberlo, su personaje comenzaba a calar entre los espectadores, y su forma de llevar el cigarro en la comisura del labio, y esa mirada de hielo, causaban estragos en los chavales que iban a ver sus películas en los cines de " tersa vizione ", como se denominaba en Italia a los cines que ponían películas cutres y de bajo presupuesto. Y de nuevo Leone, un año más tarde, en una película que multiplicaba por cuatro el presupuesto de “Por un puñado de dólares: El bueno, el feo y el malo”, considerada por muchos la obra maestra de Leone.
Esta película saca un buen dinero, pero ni mucho menos es el éxito que fue “La muerte tenía un precio”. Entonces, sus relaciones con Leone llegaron al punto álgido. Ambos no podía ni verse, puesto que eran dos egos en pugna por ver quien era más grande, lo que se demuestra cuando Leone le pidió a Eastwood que hiciera un cameo en “Hasta que llegó su hora” junto con Eli Wallach y Lee van Cleef, y representar a los tres pistoleros que mata Amónica al inicio de esta película. Pero rechazó. Poco después, volvería a Estados Unidos y rescindiría su contrato con la CBS, poniendo fin así a la unión con esta serie desde hacía 7 años. Su siguiente trabajo es de nuevo en Italia, a las ordenes de Vittorio De Sica, en un episodio de la peli coral “Las brujas”, con Silvana Mangano. Con el dinero que le proporcionaron sus papeles, y el finiquito con la CBS, funda su propia productora, Malpaso Inc.
Poco después, su primer protagonista en América. Se trata del primer western americano con reminiscencias a las violentas películas de Leone. Cometieron dos errores. Ese mismo año, “La jungla humana”, donde casi hace el mismo papel que años más tarde le convertiría en estrella, de poli duro al limite de la ley. 1969 nos trae dos películas: “El desafío de las Águilas”, con Richard Burton, y su primera producción, “La leyenda de la ciudad sin nombre”, donde mostraba su gran talento musical. Aquí comienza a forjarse la leyenda que es hoy en día, pero su gran personaje, junto con el Hombre sin Nombre, llega en la década de los 70...
Me alegra que hayais rescatado este texto de Montana. Curradísimo y seguro que su mayor (o al menos el mejor) fan. Un buen homenaje para echar la vista atrás a estos 80 años de cine.