Coleccionable Chaplin: "El circo", el éxito amargo
Querido Teo:
Superar física y psíquicamente su segundo matrimonio había sido uno de los mayores retos con los que se encontraría Charlie a lo largo de su vida. Tras el éxito de "La quimera del oro" barajó varios proyectos, entre ellos el de encarnar a un Napoleón derrotado humanamente que no muere en Santa Elena. Finalmente se decide por “El circo”, película que le llevaría dos años de trabajo pero que, en realidad, era una vuelta a un Chaplin más cómico que melodramático. El vagabundo caricaturesco, heredero de la pantomima, que habíamos visto en sus cortos con la Keystone o la Essanay. Parece como si después de vivir unos tiempos turbulentos en su vida personal, prefiere llevar a cabo una autoterapia con una vuelta a los orígenes que, sin abandonar el trasfondo de un amor no correspondido, abusa más del humor y del gag visual que sus anteriores trabajos.
“El circo” nos devuelve a ese Chaplin genuino que, en realidad, ya nunca más volvería. Como una retrospectiva a su cine, en apariencia, más liviano y con menos carga dramática. Los dos años en los que trabajó en “El circo” estuvieron repletos más de los escándalos de su matrimonio que del tiempo que le llevaba la filmación. La cruzada de Lita Grey contra Chaplin, acusándole entre varias cosas de llevar a cabo con ella una serie de relaciones sexuales antinaturales, hacen encender las alarmas en la América moralista de aquellos años. Las autoridades judiciales embargan provisionalmente todo el material filmado de “El circo” que no volvería a ser retomado hasta la firma del divorcio el 22 de Agosto de 1927.
Charles Chaplin es un vago quien al verse perseguido por la policía comienza a huir alocadamente y sin darse cuenta ingresa a la pista de un circo. La ridícula persecución continúa delante del público asistente, se suceden muchas situaciones jocosas que encantan a los presentes. Al final todo se arregla y el dueño del circo, al darse cuenta del talento histriónico del vago, decide contratarlo como payaso. El simpático vago conoce a una desdichada jovencita que no acierta en su papel de domadora ecuestre. Prendado de ella, intenta ayudarla y de paso conquistar su corazón, pero ella ya está enamorada de otro, un joven malabarista de la cuerda floja.
Ya teníamos el triángulo amoroso, pero también a un Chaplin desganado tras todo lo sufrido. Ya se lo recordaba todos los días Merna Kennedy, primera actriz de la película y amiga íntima de Lita. Hasta el final del film es buena muestra de ello cuando da un puntapié a los restos de una estrella dibujada en uno de los anuncios de la compañía circense. Una desilusión con el sistema de Hollywood, la luz de los focos, las ganas del aplauso fácil, y también el actuar de la carroña periodística en busca del escándalo que le hiciera caer del pedestal. Aunque pudo continuar sin problemas con la filmación de “El circo”, Chaplin ya no era el mismo. Había sufrido el primer revés de la fama que, más duramente todavía, provenía de factores externos a su obra. No sería el último, pero éste casi le cuesta la vida tras todos los sinsabores vividos. “El circo” fue un gran éxito, uno más en su carrera, en su estreno el 7 de Enero de 1928. Incluso una incipiente Academia de Hollywood le dio un premio honorífico por su multilabor en “El circo” y por toda su carrera previa. Una palmada en la espalda que siempre sonaría a desagravio por todo lo que la prensa, la sociedad, la política y la industria le había hecho sufrir durante la época de su divorcio. Chaplin nunca lo perdonaría y esa amargura se vería en su cine posterior, más ácido y crítico. Tenía 39 años, un pelo casi encanecido tras el paso por su vida del ciclón Lita, y un mal regusto en la boca. Seguía triunfando artísticamente, pero ya no era el hombre feliz y triunfador de antaño. La vida le había golpeado estando en lo más alto, más duro todavía cuando los que nacen pobres piensan que sólo se puede sufrir en esa situación de precariedad. Chaplin tendría que sacar fuerzas, estaba a punto de comenzar una nueva batalla. Su lucha con el emergente cine sonoro. Charlot, todavía, no podía morir.
Nacho Gonzalo (Coronado)
me encantaa peroo pongan mas fotoss de chaplin y su enamorada besos