Querido diario:
Aunque es inglés no se duda en meterlo en las clasificaciones de actores que triunfan procedentes de Australia. Y la verdad es que si que procede de allí, lugar en el que se ha criado desde los tres años. La etiqueta de promesa ha pasado, ya la dejó atrás una vez que dejó claro que no quería ser estrella, sino un actor. Con 41 años y casi 20 años de carrera ya ha quedado más que claro la intención de Guy Pearce que huye de éxitos (nunca ha tenido uno rotundo) y se mueve según sus motivaciones.
De ídolo adolescente en su país se ganó el pasaporte a Hollywood como dragqueen en “Priscilla, reina del desierto”. La película fue una de las revelaciones en su año y Guy lo hizo tan bien que tiene que seguir desmintiendo en las entrevistas que en la vida real sea homosexual. “Guy no es gay”, y así lo comprueba su mujer todas las noches con la que lleva casado doce años más los años de noviazgo ya que su esposa es la típica “chica del insti” que al final pasa a ser el amor de toda una vida.
Tras “Priscilla, reina del desierto” se ganó el derecho a interpretar a uno de los personajes más interesantes de “LA Confidential” y a protagonizar “Memento”, una película que se convirtió en cinta de culto mientras la gente quedaba atrapada por la historia de un tipo que se tatuaba el cuerpo para solucionar sus problemas de “memoria corta”. Después ha tenido películas de aventuras más bien olvidables como “La máquina del tiempo” o “La venganza del Conde de Montecristo”, pero se atrevió a hacer de Andy Warhol en la todavía inédita por España
"Factory girl" en la que Pearce salió bien del reto, al igual que interpretando a
Houdini en “El último mago”.
Tiene seis proyectos en cartera y en ninguno de ellos parece que Guy tenga la posibilidad convertirse en una estrella a medio plazo...pero...¿acaso le importa?.
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