Venecia 2008: Fotos sonoras
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Querido diario:
Las fotos sonoras son lo mejor para la hora que estás inútil tras el electro. Por lo general no puedo abrir los ojos en ese tiempo. Si lo intento siento como si me hubieran llenado los ojos de arena. Tampoco puedo mover los brazos, ni las manos. Esos son los tres elementos más importantes para alguien de mi edad, lo que quiere decir que sólo me queda reflexionar. ¿Has probado alguna vez a reflexionar en la sala de reanimación de electros de un psiquiátrico? Pues los cohen carecen completamente de imaginación ante algo semejante. Por eso me pongo fotos sonoras. Mis neuronas vibran, chispean, titilan, a la espera de algo que descodificar, y me pongo a imaginar gestos y ropas; a deducir humores según las entonaciones de las estrellas y los periodistas que las interrogan. Cuando acaba todo, ya me he oído las fotos tres veces, me pongo a nominar, el periodista clavado en los setenta y sus compromisos, la australiana que se hace pis cuando ve a estrellas súper guapos, el americano negro, altísimo y fuerte, que mira desde arriba, la española que pregunta en algo medio comprensible, en claro homenaje a la multilingua de Blade runner, aunque muchos crean que no habla ningún idioma simplemente porque no la entienden, etc., etc.
Ha sido un festival interesante porque al no haber nada con espectativa desaforada, al final han surgido tres o cuatro cosas interesantes. Más que suficiente para un festival de cine de estreno. Algunas llegarán a las pantallas de cine, otras a las de televisión y otras a ninguna parte. Pero aquí quedan estas fotos sonoras para el recuerdo…
