“La soga” (1948) narra el estrangulamiento de un inocente por dos individuos que aspiran a convertirse en el "superhombre" de Nietzsche, esto es, en aquel que es capaz de crear sus propios valores y no seguir al rebaño o aquel cuya inteligencia y voluntad le autorizan a saltarse las reglas que sólo valen para los débiles.
La película es, además, un alarde técnico y una violación flagrante de la ley más elemental del cine, la de que el cine es montaje, ya que la acción transcurre toda en un solo plano-secuencia. No hay ningún corte que interrumpa la acción, aunque como los rollos de cinta tenían una duración limitada, cada aproximadamente 10 minutos, el director hacía pasar a un personaje por delante del objetivo de la cámara para así poder fundir en negro, cortar y cambiar de rollo sin que se notara.
Esta cinta, basada en la obra teatral de Patrick Hamilton, es en la que por primera vez colaboran Hitchcock y Stewart. El actor nos aparece por primera vez en una venerable madurez, no ocultando sus canas ni su aire de maestro experimentado, precisamente en este caso como el ex profesor universitario de esos jóvenes que pretenden dar ese golpe de superioridad cerebral que para ellos es eliminar a un semejante.
A pesar de ser la estrella de la función (término muy adecuado teniendo en cuenta el origen y estética del film), Stewart sólo aparece en la segunda parte de la cinta como el profesor que plantea las dudas morales a los protagonistas y que finalmente descubre su atroz misión.
Con el tiempo, la película supondría el evidente cambio de registro que Jimmy supo dar. Fue su primera cinta realmente oscura (gracias a convertirse en “chico Hitchcock”) y con ella dejaba atrás su imagen de joven honrado y noble para dar paso a personajes más maduros y, en ocasiones, dotados de mucha más cerebralidad. “La soga” sería finalmente el punto de inflexión que asegura una carrera larga y heterogénea, sólo al alcance de los realmente grandes.
El gran estreno de esta semana es la miniserie documental “Silencio en plató: El lado oscuro de la televisión infantil” que expone los abusos sexuales cometidos en la factoría Nickelodeon, eso nos lleva a dedicar nuestros clásicos y joyas a un tema que desgraciadamente sigue siendo tabú.
En el programa de esta semana celebramos con Mary Carmen Rodríguez (también editora del podcast) los 50 años de "La conversación", la primera de las dos Palmas de Oro de Francis Ford Coppola que es todo un ejercicio de precisión quirúrgica a la hora de sustentar la tensión del thriller setentero. Alice Rohrwacher estrena "La quimera" y ello nos lleva a repasar un universo ya imprescindible en el cine contemporáneo lleno de referencias y simbolismos pero también de reivindicación, rebeldía y libertad creativa. In Memoriam dedicado a Jaime de Armiñán, un grande del cine español quizá algo infravalorado, las apuestas de Colgados de la plataforma y la crítica de las favoritas "HLM pussy" y "Pájaros". ¡Muchas gracias por escucharnos!