Al Pacino, emérito de lujo

Querido diario:

Además de su talento ante la cámara, hay varias cosas que definen a Al: la familia, la estatura y la elección de los guiones.

Estatura

Hasta los años setenta la estatura era esencial para tener trabajo en el cine. Es muy conocida la zanja que tuvieron que hacerle a Sofía Loren para que pudiera interpretar con Alan Ladd las escenas de beso en "La sirena y el delfín". Sin embargo, en la época de las estrellas bajitas, en el cine de los setenta, Ladd no habría tenido ese problema, era más alto que Dustin Hoffman, y tenía la misma altura que Al Pacino: un metro y sesenta y ocho centímetros.
Pero Al compensa siempre ese detalle hasta hacer que Cualquiera se trague cualquier actuación suya. Pregunta a otros qué actor interpreta al malo de "Dick Tracy". Un tanto por ciento elevado responderá erróneamente o jurará que se trata de Robert De Niro, que tiene diez centímetros más de altura que al.

Selección de guiones

Pacino no cobró más de 35.000 dólares por "El padrino" y a pesar de que la cifra puede parecer baja, no hay que olvidar que se trataba tan solo de la tercera película del actor, la primera en ser un auténtico éxito y además la defensa insistente de Pacino casi le valió a Coppola quedarse sin película.
Al consiguió que para la siguiente entrega la tarifa de "la medianía" ascendiese hasta los 500.000 dólares, más un cinco por ciento de las ganancias de la película. Michael Corleone le valió a Pacino su primera nominación como Actor Secundario, y en la segunda parte su primera nominación como Protagonista.
En 1990, Coppola y él tuvieron una discusión muy fuerte para la tercera parte, porque al quería siete millones de dólares. Sólo la amenaza de modificar el guión de manera que abriera con la muerte del personaje, le convenció de rebajar hasta los cinco.
En los últimos tiempos, su precio por película está en torno a 11 millones de dólares, que es lo que cobró por "Insomnio" o "Simone", rodadas ambas en 2002.
Desde que triunfó con el tercer papel de su carrera para "El padrino", las ofertas llovieron y Pacino ha tenido el valor y la suerte de permitirse rechazar algunos de los papeles más codiciados de la historia reciente.
Estuvo propuesto para tres de las más taquilleras de comienzos de los noventa: "Nacido el cuatro de Julio", que hizo Tom Cruise, "Pretty Woman" que hizo Richard Gere, y "Marea Roja" que le cayó a Gene Hackman.
Pero retrocediendo un poco más, ha dejado escapar papeles protagonistas en películas legendarias como "Kramer contra Kramer", y "Apocalypse Now", en el que hubiera hecho el papel de Capitán Willard, que hizo Martin Sheen
No obstante, junto con Dennis Quaid, aceptó rebajar su caché para participar en "Un domingo cualquiera" dirigida por Oliver Stone en el año 1998, y su habilidad para elegir en otras ocasiones le ha inmortalizado por ejemplo haciendo Tony Montana, en "El Precio del Poder" (Scarface), en 1983, que aún hoy es uno de los personajes más imitados por los actores usamericanos. Su acento cubano macarra y su cara de autosuficiencia brutal y mortal, se convirtieron en el modelo de los primeros raperos. Antes de que sus tíos les compraran sus primeras pistolas automáticas ya sabían quién era Tony Montana.

La famiglia

Alfredo James Pacino nació en Nueva York de familia evidentemente ítaloamericana, descendiente de una familia de Corleone en Sicilia. O al menos eso señalan los rumores sobre sus antepasados. Considerando que dos millones de sicilianos desembarcaron en los primeros años del siglo XX en usamerica, es perfectamente probable.
Pacino no adoptó las costumbres de sus antepasados sicilianos y pasó por los tribunales en 2003 para reclamar más derechos de visita y tiempo con sus dos hijos a la madre y ex, la actriz Beverly D´Angelo, que los tuvo mediante fertilización in vitro cuando tenía 46 años y Pacino 60. Las declaraciones del abogado del actor sirven para hacerse una idea de lo que fue la batalla en los tribunales: "Beverly continúa usando a los niños de una manera que es más propia del trato con rehenes.

Su familia ha resultado complicada pero Al ha compensado llegando al borde de los setenta en buena forma, y lo demostró con esta voz cavernosa entonando el popular monólogo del judío usurero Shylock.

En estos últimos años de emerito con más reconocimientos que un paciente de House, sigue apostando y atreviéndose con cine que no puede estar siempre a la altura de las expectativas, porque siempre se ha dicho que Al necesita un cierto tipo de director para no caer en la exageración de la sangre italiana.

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