Pavarotti, ópera y cine
Querido diario:
Ha muerto Luciano Pavarotti, una de las grandes voces del siglo XX no sólo del mundo de la ópera sino del arte de la canción en general y que veo que va a costar lograr meter en mi fiambrera tanto por su inmensidad física como artística. Una voz que ha marcado influencia en las últimas cinco décadas y que hoy deja un poco huérfanos a todos los que alguna vez se han emocionado con su arte.
Y con esto, no he podido dejar de pensar en la influencia que la ópera ha tenido en el cine. Desde la época del cine mundo, genios como Chaplin tuvieron bien presente que la música que acompaña a una película es fundamental para dotar de emoción y de vida a las imágenes que van desfilando por la pantalla grande.
Hay auténticos expertos a la hora de seleccionar buena música para sus películas, al igual que ópera. Simplemente recordar grandes momentos como "La mamma morta" de Giordano en "Philadelphia" o los recientes "Una furtiva lacrima" de Donizetti en "Match Point" o el extasis que alcanza Jack Nicholson con "Chi mi frena in tal momento" también de Donizetti en "Infiltrados".
Y, como no, hay algunos que se han atrevido a llevar al cine la complejidad de una ópera como es el caso de Kenneth Branagh y "La flauta mágica" de Mozart.
Pero si hay un aria que ha tenido gran presencia en el cine es la fantástica "Che gelida manina" de Puccini, normalmente en la voz del tenor que seguramente mejor ha cantado esta pieza, si, me refiero a Luciano Pavarotti en la genial versión que grabó bajo la batuta de Karajan. Leitmotiv de "Hechizo de luna" y tantas historias románticas con la fuerza del destino como telón de fondo.
Se ha ido una voz, una gran voz, pero no puede dejar de pensar los grandes momentos que ha dado la ópera en el cine. Mis primos foreros repasan algunos.