Centenario Wilder: "El crepúsculo de los dioses", la escena
Querido diario:
En "El crepúsculo de los dioses" (1950), Billy Wilder cuenta una historia de perdedores, aprovechados, egoístas... una historia de Hollywood.
Cuatro personajes entrecruzan sus vidas y sentimientos para hilar la historia. La gran estrella de cine antes de la llegada del sonido (Norma Desmond), su leal mayordomo (Max), un guionista con muchas deudas (Joe Gillis) y una soñadora que quiere triunfar escribiendo (Betty Shaeffer).
Y de fondo, sin llegar al protagonismo, pero sin que el espectador pueda olvidarlo, el cruel negocio del cine, el que llega a idolatrar a estrellas tan rápido como después las olvida.
Estos son los ingredientes que Billy Wilder necesitó para dirigir la mayor crítica al mundo del cine y el mayor homenaje a la época del cine mudo y a sus estrellas.
Esta película tiene uno de los mejores inicios de la historia del cine: se ven pasar coches de policía mientras una voz en off nos cuenta que en la piscina de una gran mansión de Sunset Boulevard han encontrado el cadáver de un hombre. Nadie importante, "un simple escritor de guiones con un par de películas de segunda clase en su haber". Un pobre tonto que "siempre quiso una piscina", y que al final consiguió una... "solo que el precio resultó ser un poco alto".
Mientras escribían el guión de "El crepúsculo de los dioses", tanto Wilder como Charles Brackett eran conscientes de que manejaban material que podía no gustar mucho al estudio y temían que si se conocía el verdadero trasfondo de la historia, el proyecto fuera parado. Por eso, el 21 de diciembre de 1948, cuando las primeras 30 páginas del guión están listas, en la segunda puede leerse: "Este es el primer acto de Sunset Boulevard. Debido a la peculiar naturaleza de este proyecto, rogamos a nuestros colaboradores que lo consideren top secret. Brackett & Wilder". Por el mismo motivo, la película se rodó, no en secreto, pero si con mucha discreción.
Aquí puedes enchufarte un video en el que Wilder cuenta la reacción de la Paramount al ver la película por primera vez en un pase privado.
Aunque tuvieron muchos problemas a la hora de elegir a los actores, desde el primer momento se pensó en que Gloria Swanson podría ser una adecuada protagonista, ya que el papel protagonista de Norma Desmond recordaba a la propia historia de la Swanson, que comprobó como la luz de los focos había dejado de iluminarla con el paso de los años.
Mención aparte merecen los grandes nombres que aparecen en la película a modo de colaboración, como retratos de sí mismos, nombres antaño adorados y ahora poco menos que olvidados. H. B. Warner, Buster Keaton y Anna Q. Nilsson son, como la propia Gloria Swanson/Norma Desmond, "figuras de cera", estrellas del cine caídas y que comparten una partida de cartas, en la que las miradas, como ocurría en el cine mudo, adquieren mucha importancia.
Conozcamos algo más de la elección del casting de la película:
En definitiva, estrellas que dejaron de brillar y que, como en el caso de Norma supusieron la historia de una estrella olvidada, la historia de Hollywood.